LA CUESTIÓN PSICOANALISTA DETRÁS DEL APORTE OBLIGATORIO A AFP DE TRABAJADORES INDEPENDIENTES

Estimados blogueros:

Posteo esta reflexión de Jorge Bruce, Psicoanalista, aparecida en el Diario La República el 11.08.2014, bajo el título “Es por tu bien”, en la que hace referencia al tema del aporte obligatorio al sistema pensionario de los trabajadores independientes.

Por: JORGE BRUCE

Hace algunos días, en una entrevista televisiva, el ministro de la Producción, Piero Ghezzi, pronunció una reveladora frase acerca de la controvertida ley para las contribuciones obligatorias de los independientes a las AFP: “Los independientes deberían agradecer el ahorro forzoso”. La frase, hay que reconocerlo, tiene el mérito de la transparencia. Queda claramente expuesta la relación del Estado y los ciudadanos que la preside: un padre omnisciente ordena a sus hijos cómo prever su futuro. En fin, ese paternalismo podría ser discutible si el consejo fuera bueno… para los hijos.

El asunto es que el consejo de marras solo es bueno para las empresas que reciben el aporte obligatorio. Tal como lo explica Richard Webb en la edición de Domingo de La República, las comisiones que cobran las AFP arruinan a los aportantes, cuyas pensiones terminan siendo ridículas. Casi 60% de los aportantes, explica Beatriz Jiménez en el cuerpo central del diario, cobra menos del sueldo mínimo. Cualquier otro ahorro –un terreno, un departamento, un negocio, ¡hasta un banco!– es preferible.

De modo que el paternalismo de la frase viene acompañado de un mercantilismo, consciente o inconsciente, pero evidente. Pierden los aportantes, ganan las empresas receptoras. Es, además, autoritaria. Es como si un padre o madre le dijera a sus vástagos: “Es por tu bien, ya lo entenderás cuando crezcas”. En fin, esto tiene sentido si te obligan a ir al colegio… cuando eres un niño. Pero estamos hablando de adultos a los que no se les está exigiendo pagar sus impuestos por el bien común, sino ceder una parte del dinero ganado con su trabajo para enriquecer a poderosos grupos económicos como la chilena Hábitat.

Paternalista, mercantilista, autoritaria, dijimos. Pero además la afirmación es, acaso involuntariamente, cachosa (con la venia de don Esteban Cacha). Pareciera que se nos exigiera agradecer el asalto que sufrimos: “Gracias por aliviarme del peso de estos billetes que me estaban incomodando”. No tengo motivo alguno para dudar de la buena fe del ministro. Entiendo además que es una persona competente en su ramo y está convencido de su planteamiento “forzoso”.

El problema radica entonces en la ideología someramente expuesta en esta nota, y admirablemente sintetizada en su sentencia (en todos los sentidos de este término) pública. Los ciudadanos lo somos solo en la medida en que el Estado lo permite, tal como los niños tienen ciertos derechos. Para todo lo demás están las AFP, o cualquier otra gran corporación cuya salud, si es buena, es buena para el país.

Con lo cual se nos retira de facto la libertad de elegir qué hacemos con el dinero duramente ganado con nuestro esfuerzo. No solo eso: debemos agradecer que unos expertos, que saben mejor que nosotros cómo debemos “invertir”, nos obliguen a confiarles el fruto de nuestras vidas. No se puede exponer de manera más clara una concepción de la relación entre las empresas, el Estado y los ciudadanos, en donde estos últimos somos, por si no hubiera quedado claro, el pavo del relleno.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Acerca del autor

Luis Alberto Duran Rojo

Abogado por la PUCP. Profesor Asociado del Departamento de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Director de ANALISIS TRIBUTARIO. Magister en Derecho con mención en Derecho Tributario por la PUCP. Candidato a Doctor en Derecho Tributario Europeo por la Universidad Castilla-La Mancha de España (UCLM). Con estudios de Maestria en Derecho Constitucional por la PUCP, de Postgrado en Derecho Tributario por la PUCP, UCLM y Universidad Austral de Argentina. Miembro de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional, del Instituto Peruano de Investigación y Desarrollo Tributario (IPIDET) y la Asoción Fiscal Internacional (IFA).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *