Ironía, cuerpo y enfermedad en Juan del Valle y Caviedes (1645 – 1698)*
Irony, body and disease in Juan del Valle and Caviedes (1645 – 1698)
Héctor Omar Escobar Tapia
Pontificia Universidad Católica del Perú
omar.escobar@pucp.pe
ORCID: 0000-0001-6782-3122
Resumen
Se analizan dos poemas de Juan del Valle y Caviedes, poeta que desarrolló su actividad en el siglo XVII. Caviedes se caracterizó por el uso de la ironía para criticar las prácticas médicas de su tiempo y por ser el iniciador de la poesía criolla en el Perú. Se han utilizado categorías de semiótica para explicar los mecanismos de la ironía y la importancia del cuerpo en la poesía de Caviedes. La explicación propuesta se divide en dos puntos: en primer lugar, se argumenta que el yo poético utiliza la ironía y la polifonía para criticar las prácticas médicas. Y, en segundo lugar, se remarca la importancia del cuerpo en la poesía de Caviedes. El artículo concluye que el cuerpo es la condición radical de la significación en la poesía de Caviedes.
Palabras clave
Juan del Valle y Caviedes, poesía y cuerpo, ironía y polifonía
Abstract
Two poems by Juan del Valle y Caviedes are analyzed in this article. Caviedes, a poet who was active in the 17th century, is characterized by his use of irony to criticize the medical practices of his time and for being the initiator of Creole poetry in Peru. Semiotic categories have been employed to explain the mechanisms of irony and the importance of the body in Caviedes’ poetry. The proposed explanation is divided into two points: firstly, it argues that the poetic self employs irony and polyphony to critique medical practices; and secondly, it emphasizes the significance of the body in Caviedes’ poetry. The article concludes that the body is the radical condition of signification in Caviedes’ poetry.
Keywords
Juan del Valle y Caviedes, Poetry and Body, Irony and Polyphony
A pesar de ser considerado el fundador de la poesía criolla en el Perú, los textos de Juan del Valle y Caviedes (Jaén, circa 1645 – Lima, 1698) han tenido un recorrido complicado y una difusión inusual. Como señala Cabanillas: “No contamos con ningún texto impreso (excepto tres poemas sueltos) ni manuscritos autorizados por el autor. Por lo tanto, la poesía de nuestro poeta ha llegado hasta nosotros a través de varios manuscritos (conocidos hasta ahora diez), casi todos posteriores al siglo XVII” (Cabanillas 2011: 344) . Este camino literario poco común se explica por las restricciones y la censura impuestas a la publicación durante la época colonial del siglo XVII, así como por la naturaleza transgresora de los textos de Caviedes, quien fue un lector atento del barroco español de Francisco de Quevedo (1580-1645).
Esto llevó a una circulación no oficial de los poemas, que se reprodujeron clandestinamente y se transmitieron de mano en mano. Como resultado, entre los escritos que han sobrevivido existen diferencias significativas y numerosas. Incluso algunas composiciones se consideran apócrifas o han sido atribuidas erróneamente, incluso, parte de la vida de Caviedes se ha convertido en un relato ficticio (Reedy 1984: XI).
A pesar de los evidentes desafíos que implica el estudio de los escritos de nuestro poeta, este texto no tiene como objetivo investigar las claras relaciones intertextuales entre Caviedes y Francisco de Quevedo. Tampoco analiza la relación entre los textos y los pretextos, ni se adentra en la reconstrucción de la azarosa vida de Caviedes. En cambio, se propone una nueva aproximación teórica para comprender la experiencia del cuerpo como productor de significado y su relación con la ironía en la poesía de Caviedes.
Con este fin, es necesario revisar en primer lugar la teoría de la ironía, en particular la ironía ecoica. Este tipo de ironía repite los significados para luego resignificarlos: “el emisor se remite al contenido de otro enunciado para deformarlo, exagerarlo o modificarlo burlonamente, con la intención de mostrar una actitud negativa hacia el estado de cosas aludido o hacia su autor” (Torres 1999: 92). Así, la ironía es un recurso lingüístico que se emplea para comunicar una crítica o burla mediante la expresión de lo opuesto a lo que se desea transmitir. Esta misma ironía aparece como un eco, que repite un enunciado o su contenido para transgredirlo, y es un recurso ampliamente utilizado por Caviedes.
En el poema Fe de erratas, del cual existen dos versiones, se resignifica todo lo relacionado con la práctica médica para ridiculizarla. A continuación, se presenta la segunda versión del poema, que según Carlos Cabanillas (2011: 360) es la correcta:
Fe de Erratas
En cuantas partes dijere
doctor el libro está atento
que allí has de leer verdugo,
aunque este es un poco menos.
Donde dice practicante
leerás estoque en ello,
porque estoque o verduguillo
todo viene a ser lo mesmo.
Donde dijere receta
leerás con más fundamento
sentencia de muerte injusta
por culpas de mi dinero. (Caviedes citado por Cabanillas 2011: 349)
En este primer fragmento del poema Fe de erratas, se hacen referencias a la práctica médica y, mediante el uso de la ironía como eco, los significados se repiten y reorganizan. Por un lado, se menciona al doctor, el practicante y la receta; elementos que el texto transforma en verdugo, estoque y sentencia de muerte.
Es muy significativo que el título de este poema sea Fe de erratas, ya que representa la verdadera lectura que corrige posibles errores de interpretación. La fe debe residir en comprender que el médico es un verdugo, un asesino; el practicante de medicina, un estoque o arma blanca, es decir, la herramienta letal del médico. Y la receta, las instrucciones para morir por no tener dinero. El poema continúa utilizando la misma figura retórica de la ironía, acentuando la tensión entre lo que se dice y lo que se quiere expresar:
Donde dijere sangría
allí leerás degüello,
y cuchillo leerás donde
dijere medicamento.
Adonde dijere purga
leerás dio fin el enfermo,
y adonde remedio dice
leerás muerte sin remedio.
Y con aquestas erratas
estará fielmente impreso,
porque corresponde a las
muertes de su matadero. (Caviedes citado por Cabanillas 2011: 350)
En esta segunda parte del análisis del poema, además, se enfatizan diferentes puntos de vista. La ironía requiere de una polifonía que presente al lector la posibilidad de contrastar, confundir e invertir diferentes puntos de vista. Para la polifonía, cada significado y “ cada palabra están impregnados del contexto y los contextos en los que ha vivido intensamente su vida desde el punto de vista social; todas las palabras y formas están cargadas de intenciones. En la palabra, las resonancias contextuales son inevitables” (Bajtín, 1975: 110).
En el caso de Caviedes, la polifonía se une a la ironía para presentar múltiples voces. Por un lado, está el paciente y su enfermedad; y, por otro lado, el médico. Estas voces yuxtaponen contextos diferentes: el yo poético asume la voz del enfermo sin remedio, al mismo tiempo que se filtra el contexto de un matadero. De esta manera, la sangría se convierte en degüello, el medicamento en cuchillo y el médico en un carnicero.
Después de revisar los mecanismos retóricos de la ironía, surgen algunas preguntas: ¿cuál es el lugar de enunciación del yo poético? ¿qué condición permite que el texto se origine? ¿acaso no es el cuerpo enfermo el que permite iniciar el proceso de significación? El lugar de enunciación está atravesado por el contexto social, político, histórico y literario del Perú colonial. Sin embargo, también está presente un cuerpo enfermo, dolorido y transgresor que parte de la experiencia para elaborar una cadena de significantes.
El cuerpo se convierte en la condición radical de la significación. ¿Es posible separar al yo poético del cuerpo enfermo? Jacques Fontanille lo explica de esta manera: “Desde el momento en que nos preguntamos por la operación que reúne los dos planos de un lenguaje, el cuerpo se vuelve indispensable […] aparece como la única instancia común a las dos caras o a los dos planos del lenguaje, capaz de fundar, garantizar y realizar su unión en un conjunto significante” (Fontanille, 2008: 22). El cuerpo es un conjunto orgánico con la capacidad de significar desde la experiencia en el mundo y desde la experiencia misma del cuerpo. Esta idea es evidente en el caso de Caviedes, donde hay un cuerpo enfermo, que no necesariamente pertenece al poeta, y una experiencia médica. Ambos, cuerpo y mundo, condicionan y permiten la creación de significado.
En otras palabras, esto significa que el cuerpo no es simplemente un recipiente o una herramienta física, sino que se reconoce como algo fundamental que determina y produce significado. Por lo tanto, ¿es necesario preguntar por el lugar de enunciación en el poema Defensas que hace un ventoso al pedo de Caviedes?
Defensas que hace un ventoso al pedo [Fragmento]
Por que conozcas, amigo,
que es bueno largar ensanchas,
y cuando oyeres un pedo
no hagas tantas alharacas.
Te mostraré con razones
evidentes, puras, claras,
que tu discurso indiscreto
peca de crasa ignorancia.
Cuando lo ventoso aflige,
cuando las tripas regañan,
¿hay remedio como un pedo
que alivia aquesas borrascas?
¿Qué músicos instrumentos
ni qué jilgueros se igualan
a los gorjeos de un pedo
tirado al cuarto del alba? (Caviedes 1925: 113)
En el texto, el acto de significar no se limita a ser una actividad mental o intelectual. Por el contrario, el inicio del significado surge del cuerpo, a través de gorjeos y sonidos. La cadena de significantes comienza al ser expulsada del cuerpo en forma de ventosidad, y al mismo tiempo es percibida y escuchada por otro cuerpo. Sin embargo, cabe señalar que “el sentido no ‘emerge’ del cuerpo, sino que hay un progresivo proceso de complejidad y especificidad […] no existe una diferencia clara entre lo sensible [el cuerpo] y lo inteligible [la mente], y lo primero no necesariamente es anterior en términos cronológicos” (Patrizia Violi citada por Contreras, 2012: 20). En otras palabras, el significado no surge directamente del cuerpo, sino que el cuerpo permite que el lenguaje dé significado a la experiencia.
Además, en el caso de Caviedes, se presenta un proceso de cenestesia, entendida como la capacidad del cuerpo para sentir e iniciar un proceso de significación que va más allá de los cinco sentidos:
En un dolor de barriga,
¿hay cosa más apreciada
que después de cuatro pedos
se siga la mermelada?
¿De qué vienen las jaquecas,
flatos, ahogos y ansias?
De los vapores que suben,
pero no de los que bajan.
Cuántas personas han muerto
de ventosidades varias
y cuántas por expelerlas
quedaron buenas y sanas.
Y cuidado no suceda,
viendo la puerta cerrada,
lo que no sale por ella
puede salirte a la cara. (Caviedes 1925: 113)
En cuanto al poema Defensas que hace un ventoso al pedo, la cenestesia se manifiesta a través de la mención de diferentes partes del cuerpo, como la cara, la barriga y los intestinos. Todo esto conforma un tejido que envuelve al yo poético y es fundamental para la producción poética. Según explica Jacques Fontanille, “la noción de cenestesia […] se vincula con la figura de la ‘envoltura’, entendiendo por ‘envoltura’ la red polisensorial y superficial que pone en contacto el Yo y el mundo, es decir, que recibe, por un lado, estímulos del mundo y, por otro lado, estímulos del Yo” (Fontanille, 2008: 192). La capacidad de percibir y responder al mundo exterior permite experimentar la cenestesia, lo cual lleva al yo poético a definirse a sí mismo desde los márgenes de la sensibilidad, más allá de los cinco sentidos. Los vapores que recorren el poema y el cuerpo, ascendiendo y descendiendo, representan el espacio, tanto gaseoso como semántico, del encuentro entre el Yo carnal y el Yo poético.
Al mismo tiempo, el poema transgrede la relación entre el cuerpo y el espacio: a pesar de la puerta cerrada, lo interior se vuelve exterior. Existe una continuidad entre lo interno y lo externo, lo cual permite establecer una conexión entre la subjetividad, la poesía y lo escatológico del cuerpo con el mundo. Maurice Merleau-Ponty sostiene que el cuerpo y el mundo están interrelacionados, de modo que el cuerpo constituye una continuidad que da sentido a una experiencia en un entorno: “mi cuerpo es también lo que me abre al mundo y me sitúa en él” (Merleau-Ponty, 1996: 248).
Desde esta perspectiva, la barriga, la ventosidad, la mermelada, todo el cuerpo se entrelaza en una continuidad con el mundo. La puerta cerrada es simplemente una metáfora de los límites del cuerpo, ya que en cualquier momento puede abrirse. De esta manera, el texto revela lo obsceno del cuerpo y lo convierte en la puerta que posibilita la creación de significado.
En cuanto a las conclusiones, se puede destacar la complejidad de la poesía de Juan del Valle y Caviedes. El barroco de Caviedes transgrede la naturaleza de los espacios físicos, convirtiendo lo interno en externo. Además, el espacio social y cultural de la salud pública se resignifica y se convierte en un lugar de muerte, en un matadero. Para lograr este efecto, se utiliza la ironía ecoica, la polifonía y, sobre todo, la experiencia del cuerpo. Desde esta perspectiva, el cuerpo se presenta como la condición radical de la significación, que une los diferentes planos del lenguaje y lo interno con lo externo. Sin embargo, no se trata de cualquier cuerpo, sino de la experiencia de un cuerpo enfermo, dolorido, cuya única esperanza no reside en la medicina, sino en la burla e ironía.
Bibliografía
Bajtín, M. (1975). Teoría y estética de la novela. Madrid, Taurus, 1989.
Cabanillas Cárdenas, C. (2011). Las dos versiones del poema Fe de erratas de Juan del Valle y Caviedes. Un apunte textual. Universidad de Tromsø, Noruega Lexis Vol. XXXV https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/lexis/article/download/2480/2429/
Contreras, María J. (2012) Introducción a la semiótica del cuerpo: Presencia, enunciación encarnada y memoria. Cátedra de Artes N° 12. Pontificia Universidad Católica de Chile. https://repositorio.uc.cl/xmlui/bitstream/handle/11534/7586/000612771.pdf
Del Valle y Caviedes, J. (1925). Diente del parnaso. Lima: Editorial Garcilaso.
Del Valle y Caviedes, J. (1984) Obra Completa. Caracas: Biblioteca Ayacucho
Fontanille, J. (2008) Soma y sema; figuras semióticas del cuerpo. Lima, Fondo Editorial Universidad de Lima.
Merleau-Ponty, M. (1996). Fenomenología de la percepción. Barcelona: Península
Reedy, D. (1984). Prólogo a Juan del Valle y Caviedes, Obra Completa. Caracas: Biblioteca Ayacucho.
* Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Tesis de la U.N.M.S. M.
ESCOBAR, Héctor.
2023 Ironía, cuerpo y enfermedad en Juan del Valle y Caviedes (1645 – 1698). En: ” TESIS: revista de investigación de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Pag. 227-235. Año 17 Vol. 16 Num. 22 (2023) Enero – Junio.
https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/tesis
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