La lectura en formato digital pide otras habilidades

Niños y jóvenes pasan horas al día frente a los dispositivos electrónicos. Padres y profesores no saben a ciencia cierta qué es lo que realmente hacen allí. ¿Juegan, chatean, compran, hacen bullying, leen? Sin embargo, estar frente a los dispositivos parece exigir el desarrollo de otras habilidades más allá de las que activa un estudiante que, por ejemplo, solo lee material impreso (libros, revistas, cómics…).

Un estudio realizado por Kaisa Leino en Finlandia en el año 2014, señala que los estudiantes de 15 años que tienen la oportunidad de trabajar parte de las asignaturas escolares en formato digital (usando computadoras), desarrollan otros modos de procesar la información que leen. Además, son más seguros sobre los materiales de estudio, tanto impresos como digitales, y desarrollan otro tipo de atención para poder manejarse entre diversidad de textos que ofrecen hipervínculos (links) hacia nuevas referencias.

La investigación que lleva por título The relationship between ICT use and Reading literacy  (Relación entre las TIC y la lectura) toma datos de los resultados de la prueba PISA en estudiantes finlandeses e indaga acerca de cuán bien prepara la educación básica a los jóvenes para manejarse en la sociedad de la información, donde tendrán que trabajar a nivel digitalmente.

Entre los resultados se menciona el hecho de que tener computadoras conectadas a internet en casa, contar con tecnología a disposición y trabajar material escolar (leer, escribir) sobre un formato tecnológico apoya al desarrollo de una mayor comprensión lectora y potencia habilidades más complejas con relación a la búsqueda y selección de la información junto con la correspondiente toma de decisiones.

Esta nueva realidad nos hace pensar que, en vez de desconfiar de la tecnología, padres y profesores debemos aprovechar las múltiples ventajas que esta ofrece para el aprendizaje de todos.