Cuando uno ve el aspecto externo de la Facultad de Derecho, es imposible dejar de notar que refleja un rasgo distintivo del espíritu de la misma: la combinación de sobriedad, calidad, y creatividad. Estos son los rasgos de la Facultad que cumple sus primeros 90 años. Noventa años derechos.
Muchos que tuvieron el privilegio de estudiar en sus aulas, han conservado esta marca de clase del “abogado de la Católica”. Otros que no estudiamos derecho, tuvimos otro privilegio: desfilar por las mismas aulas para ejercer la docencia, a veces, desde disciplinas tan distantes, pero a la vez tan afines como complementarias.

Este es el caso de la experiencia de enseñar economía en la Facultad de Derecho de la PUCP. Donde cada sesión, es un descubrimiento de mutuo aprendizaje. Cuando cada explicación, es un descubrir nuevas preguntas.

Porque nada es más excitante de la experiencia intelectual de atreverse a ir más allá de la seguridad de la propia disciplina. Nada más enriquecedor que auto-desafiarse permanentemente en lo que se considera inamovible de nuestro pensamiento y así, gatillar el proceso de descubrimiento que florece en las sociedades abiertas.

La Facultad de Derecho, ha sido ese espacio para el descubrimiento y el desafío intelectual por nueve décadas. Ha constituido esa pequeña sociedad abierta que nos ha acogido en la cultura de la excelencia, la tolerancia, de la libertad, del respeto y de la diversidad.

Esa es la cultura de la Facultad y sus rasgos distintivos. La cultura institucional que debemos preservar por otros noventa años más.

Feliz aniversario.