Que, que bueno ya no se vive de princesas ni de reyes con quienes mantener correspondencia, así como tampoco pitonisas en quienes recurrir. Eran los tiempos de filósofos, aun no siendo servil, qué podría sacar uno del otro? Tal vez uno del otro dinero o fama y el otro de uno conocimiento, se diría. Pero quién de quién qué cosa? No es igualar un objeto con su precio en billetes o monedas, muchas o pocas, cada piedra preciosa? La mejor piedra preciosa no sería otra sino la que se paga a sí misma, no tener precio. Querer lo anterior, y que hasta en grados se logra, pues hay aleaciones, por ejemplo, sería como querer juntar el agua y el aceite, lo corporal con lo espiritual, lo irracional con lo racional, sístole y diástole, etcétera de forma que ya no se pueda, eliminar todas sus probabilidades. Sería como querer eliminar la sencilla frase “lo semejante atrae lo semejante”, aun no fuese cierta, es como cualquier objeto que haya existido, que exista y que tal vez persista. Como todo rey seguramente no es siempre sabio, todo sabio, también, seguramente, tampoco es siempre rey. De uno más que del otro, se puede hablar de lo que ha sido, un rey sabio o un sabio rey, un rey o un sabio. Los reyes, gobernantes en general, pueden ser tiranos o conciliadores y gratamente memorables. Un rey tiene la imperiosa necesidad de ser necesariamente sabio, pero no éste lo otro. Las cosas memorables como los cargos, no son cosas que seguro se compren con dinero o joyas. Ya que a quienes manejan política y monetariamente, no podrían valer el precio por ser, en principio, mayor cantidad numérica y política; además, de que uno o unos con joyas, monedas y billetes, podrían no ser necesariamente sabios ni prudentes para consigo mismo, menos como para manejar a más vidas y futuros. Un partido político de mafiosos con mucho dinero mal habido podría ganar unas elecciones por la propaganda, con las que por obvias razones, otros no podrían competir por no tener la misma capacidad. Por último y la más objetiva, por que por lo menos, hasta ahora, no se puede ir al pasado ni al futuro, ir ni volver un segundo. Si no es completamente mafioso, tampoco seguramente sería permitido ningún tipo de colusión con quienes tienen monopolios y peor si son mal habidos. El estados debería ser el que tenga más o todo el monopolio de las cosas; de otro modo para qué habrían?, meros guardaespaldas de otros conglomerados políticos y económicos? Satélites económicos y políticos? Tal vez deberían todos los estados privatizarse y ser salamandras y monumentos andantes como lo son las monarquías hoy en día o deberían éstas volverse enteramente ONGs. Al menos eso creemos de lo que son unas y pueden llegarse a convertir otras en el futuro. Alguno o algunos que busca o buscan algún conflicto, tal vez creerán que eso, lo que se trata de exponer, es completamente malo y es posible que otros, por fanatismos, traten de crear o emparentar doctrinas con ellas. Entonces para qué y por qué se escribe? Tal vez por gusto y por gusto o solo por gusto. La sabiduría se compra? No se es un partido político ni se lo quiere ser, no apoyamos ni pertenecemos a alguno, tampoco nos creemos completamente lo que se escribe por no tener al futuro ni al pasado de nuestro lado. Por otro lado las salamandras dejarán de ser salamandras como los dinosaurios dinosaurios, y esto, como muchas otras cosas, no dependen del hombre. Todo lo dicho, como Salomón, es pura vanidad. El único soborno válido tendría que ser el que con cuyo monto cubra los futuros de los que se gobiernan, así como a sus generaciones venideras. Por lo visto el soborno no puede responder a objetivos generales y solo está limitado a lo particular y en el peor caso solo a lo grupal. Es más posible y probable un rey tirano o un sabio tirano? Si uno fuese lo que no tendría que ser, quién causaría más daños? Uno puede ser pasado por loco, literato o poeta y el otro controla otros seres además de él y sus allegados mismos, de algún modo y de forma literal, tienen la vida de otros en sus manos y de lo que puedan depredar o no por economía o mero parecer y ambición. En una escala mayor, abuso de poder. Abuso de poder en una escala mayor. Qué será lo que todavía los detiene? Alguna moderación y prudencia deben haber todavía.