Caesares

Para marchas de campaña, los cuatrocientos años de desierto, migraciones todas, tantos individuos, que podrían no seguir si quisieran, avanzan. Mas todos esos pies se activan por la voz de uno que manda. Cincuenta mil o más guerreros que a uno podrían destrozar mas lo siguen y obedecen. Si se les dice izquierda, es izquierda; si se les dice derecha, derecha; avanzar o retroceder, atacar o defender. En cambio en números reducidos como en un senado las divisiones y traiciones se acumulan. El soldado solo obedece, los otros con sus cúmulos de leyes que derogar o aprobar se inundan. Pero es necesario que se hagan esos trabajos? Cuántos reinos deben caer para aprender que ninguno se mantiene en pie eternamente? Por cuidar mucho al pichón, éste puede morir. El que manda a atacar o defender debe reconocer bien una celada, pero cómo podría hacerlo si antes ni siquiera se conoce a sí y a los que guía. El que lleva los ejércitos tendría que ser el mejor, “el primero entre iguales”. Tan cauto y sagaz como para, sabiéndose el mejor, tratar de hacerse pasar por desapercibido. Si los otros no saben tus planes y hasta te consideran su igual, cómo podrían adelantarte. Un hombre cazando a cualquier otro animal. Cómo no seguir fielmente a alguien quien siendo tu líder estaba en primera linea cortando cabezas contigo? Qué hacer si al que supuestamente debes seguir como ejemplo lo ves huyendo? Unos hombres que aunque muertos aún se les recuerda, era todo su pueblo con él en la lucha. Era todo su pueblo y la política.

No se movía por sí mismo. Él solo y ningún espacio. De qué serviría? Mares y nadie que los surque. Ese pedazo de roca tal ves sea más feliz. De lo que ha sido desde mucho antes, aún sigue como tal. Unos, que aunque formando parte de lo que también es parte esa roca, piensan, hacen y deshacen; esa roca solo está así y ahí solo por que hay un espacio; no es eso mejor a tener que decidir y con ello la vida de miles de personas? Bueno, de algún modo, eramos roca, pensamos y volvemos a ser rocas. Lo inerte es antes que lo viviente, entonces? Cómo se hace la carne vida? La carne no parece haber hecho volcanes ni mares, aunque sí, claro, tiene de éstos y hasta los necesita para ser. Un núcleo frío haría vida? Tendríamos que volver a lo que creemos y decir que ni de lo inerte ni de lo viviente podríamos predicar que uno es mejor o peor que el otro, sino que son necesarios uno con otro y hasta complementarios. Lo bueno y lo malo ahora solo nos llega al ojo del hombre. Radicalismos como el querer y creer que lo que es y lo que no es sean enemigos eternos y que si uno es el otro no seria, aunque posible, no sea lo que es. El desconocimiento de algo acaso no es, en algún caso y momento, el no ser de algo? Alguien que aún no nacía ni sus padres acaso en ese momento eran? El morir de alguien común acaso no es solo el vivir en el recuerdo familiar y pos olvido a uno que logra trascender generaciones? En batallas cruentas de seguro alguien no recuerda a un soldado, sin por ello desmerecer su labor, más que a quien decía adelante. Morir debería ser malo? Si ésto logró su cometido debería responder o quedarse en doxa.

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