Archivo por meses: marzo 2010

Sobre Julia Urquidi, la ‘Tía Julia’ (1926-2010)


Julia Urquidi y MVLL en el Hotel Plaza de Madrid

No hay duda que el romance entre el todavía periodista y estudiante universitario, Mario Vargas Llosa, y Julia Urquidi, la famosa “Tía Julia”, con el del virrey Amat y la Perricholi, es el más desarrollado, con todos los detalles, en la literatura peruana. Ríos de tinta han corrido para retratar este idilio que, en su época, los años cincuenta del siglo XX, podría representar todo un escándalo, sobre todo, familiar. Basta revisar la novela La tía y el escribidor y el libro de memorias El pez en el agua de MVLL, o Lo que varguitas no dijo de Julia Urquidi (la versión “despechada” en la que ella se declara burlada y traicionada), o los múltiples ensayos de los estudiosos de literatura de MVLL para darnos cuenta de la magnitud del suceso y lo que pudo influir en la obra de nuestro primer novelista.

La historia comienza en 1955 en las calles de Miraflores. En mayo de ese año, el joven “escribidor” conoce a su tía política Julia Urquidi Illanes (hermana de Olga Urquidi, esposa del tío Lucho Llosa, que era hermano de la madre de Mario), y poco después entabla con ella una relación amorosa. Ella venía de Bolivia y estaba recién divorciada. La familia pensó que un viaje a la lejana Lima podía aliviar a Julia de los trances de la separación. Pero ocurrió todo lo contrario. La llama que encendió a la pareja y, sobre todo, la censura familiar a la relación, hace que ambos decidan casarse. En esos tiempos la ley peruana no permitía casarse a menores de 21 años: Mario tenía entonces diecinueve y Julia era diez años mayor (Julia, según indica en su libro Lo que Varguitas no dijo, nació en mayo de 1926. Por su parte, Mario, en sus propias memorias, dice que Julia era doce años mayor, y no diez.).

Tras falsificar la partida de nacimiento de Mario, se casaron furtivamente en Chincha, en el municipio de Grocio Prado en mayo de 1955, después de muchas aventuras en las que ningún alcalde de la comarca quería sellar el compromiso por la minoría de edad del novio. Además, fue una boda por la que el padre de Mario, al enterarse, prometió “matar” a su hijo: Julia se vio forzada a alejarse de su marido, viajando a Santiago de Chile. Raúl Porras Barrenechea, amigo y maestro de Mario, apaciguó al padre y lo hizo desistir de anular el matrimonio. Mario Vargas Llosa recrea la entrevista en El pez en el agua: “Después de todo, casarse es un acto de hombría, señor Vargas. Una afirmación de la virilidad. No es tan terrible, pues. Hubiera sido mucho peor que el muchacho le saliera un homosexual o un drogadicto, ¿no es cierto?”

Para mantener el matrimonio, el joven esposo tuvo que desempeñar simultáneamente siete empleos de tiempo parcial, a las que se referirá después como “trabajos alimenticios”: 1) Por intermedio de Porras, consigue un puesto de asistente de bibliotecario del Club Nacional (“mi trabajo consistía en pasar un par de horas, cada mañana, en los bellos salones de muebles ingleses y artesonados de caoba de la biblioteca, fichando las nuevas adquisiciones. Pero como las como las compras de libros eran escasas, podía dedicar ese par de horas a leer, estudiar o trabajar en mis artículos”). Allí leyó sobre todo literatura erótica, como Sade y Restif de la Bretonne: “el descubrimiento de la literatura erótica de calidad, que hice en los inesperados anaqueles del Club Nacional, ha tenido una influencia en mi obra y dejado un sedimento en lo que he escrito.” Por un tiempo, también fue 2) registrador de tumbas en el Cementerio General (también gracias a Porras), 3) redactor de noticias en Radio Central (hoy Radio Panamericana), donde conoce al autor de radioteatros Raúl Salmón, el futuro “Pedro Camacho” de La tía Julia y el escribidor, 4) articulista del suplemento dominical del diario El Comercio y en 5) las revistas Turismo y 6) Cultura Peruana (ambas desaparecidas), y 7) investigador con Raúl Porras Barrenechea en su casa de la calle Colina (hoy Instituto Raúl Porras). Y todavía le queda tiempo para participar en ediciones literarias, como Cuadernos de composición (1956-7) y la revista Literatura, que tuvo tres números (1958-9). Ambas revistas estuvieron al mando de Mario, Luis Loayza y Abelardo Oquendo. 1957 se convierte en un año memorable cuando Mario gana el premio de cuentos de la “Revue Française” gracias a su historia “El desafío” (publicado en Los jefes). El premio consiste en pasar dos semanas en París. Con algún dinero que había ahorrado, logra quedarse un mes.

En 1959, Mario hará su segundo viaje a Europa, acompañado por la “Tía Julia”, esta vez para quedarse. Julia fue su compañera en todas sus incursiones literarias hasta que el matrimonio llegó a su fin en 1964: “El matrimonio con la tía Julia fue realmente un éxito y duró bastante más de lo que todos los parientes, y hasta ella misma, habían temido, deseado o pronosticado: ocho años. En ese tiempo, gracias a mi obstinación y a su ayuda y entusiasmo, combinados con una buena dosis de buena suerte, otros pronósticos (sueños, apetitos) se hicieron realidad. Habíamos llegado a vivir en París y yo, mal que mal, me había hecho un escritor y publicado algunos libros” (La tía Julia y el escribidor, 1977, Capítulo XX).

Pero luego de su divorcio el “díscolo” Marito entabla otra relación sentimental, esta vez con su prima hermana. Otro escándalo en la familia, como él mimo lo confiesa: “Cuando la tía Julia y yo nos divorciamos hubo en mi dilatada familia copiosas lágrimas, porque todo el mundo (empezando por mi madre y mi padre, claro está) la adoraba. Y cuando, un año después, volví a casarme, esta vez con una prima (hija de la tía Olga y el tío Lucho, qué casualidad) el escándalo familiar fue menos ruidoso que la primera vez (consistió sobre todo en un hervor de chismes). Eso sí, hubo una conspiración perfecta sobre todo para obligarme a casar por la Iglesia, en la que estuvo involucrado hasta el arzobispo de Lima (era, por supuesto, pariente nuestro), quien se apresuró a formar las dispensas autorizando el enlace. Para entonces, la familia estaba ya curada de espanto y esperaba de mí (lo que equivalía a: me perdonaba de antemano) cualquier barbaridad” (La tía Julia y el escribidor, 1977. Capítulo XX).

A Julia Urquidi le preguntaban mucho sobre MVLL y simpre respondía que ya lo había contado todo en Lo que Varguitas no dijo. Allí confiesa que con Mario vivió “los años más felices de mi vida”, aunque “también los momentos de mayor tristeza”. Como recordaba ayer en su blog Edmundo Paz Soldán, en una de sus pocas entrevistas, al periódico El Deber (de Santa Cruz de la Sierra) a principios de la década pasada, afirmó: “Yo lo hice a él. El talento era de Mario, pero el sacrificio fue mío. Me costó mucho. Sin mi ayuda no hubiera sido escritor. El copiar sus borradores, el obligarlo a que se sentara a escribir. Bueno, fue algo mutuo, creo que los dos nos necesitábamos”. Figura memorable de la literatura peruana, Julia Urquidi falleció el miércoles 10 de marzo en su natal Bolivia.

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¡Chimpún Callao!


Club Atlético Chalaco, fundado en 1902

Es el grito de los chalacos, pero su origen aún no está aclarado. Según el profesor y lingüista Enrique Carrión, algunos creen que se trata del ruido de un cañón patriota en el Combate del Dos de Mayo de 1866. Los mismos afirman que desde esa época los chalacos lo usaron como homenaje al mítico cañón que protegió el puerto durante el bombardeo de la escuadra española. Sin embargo, sostiene el profesor Carrión, el grito chalaco provendría de la palabra inglesa champion, y su origen no tendría nada que ver con el ruido de algún cañón, sino con los partidos de fútbol que se jugaban en la década de 1890 entre marineros extranjeros (ingleses, seguramente) y chalacos. El grito de aliento “champion” era utilizado en aquella época por los marinos ingleses para arengar a sus equipos cuando enfrentaban a cuadros de otras nacionalidades (portuarios, básicamente). Entonces, los marineros locales (los chalacos) hicieron suyo el grito ¡Champion Callao! (“Callao campeón”) que, con el tiempo, derivó en el popular “chimpún”. Se concluye, entonces, que el término no tendría nada que ver con el cañón y su transformación en una onomatopeya, sino con la transformación oral de un anglicanismo. Para reforzar esta teoría, a fines del XIX, también se popularizó la marca de calzado deportivo Champion, nombre que en el Perú se transformó con los años en “chimpún”, palabra con la que se designamos a cualquier zapato para practicar el fútbol. Sigue leyendo

La ‘toma de Lima’ de 1536


La plaza de armas de Lima, según grabado de Felipe Guamán Poma de Ayala

Todos sabemos que el último curaca de Lima fue Taulichusco, quien vivía en Limatambo pero tenía su “fuerte” o centro de operaciones justo donde hoy está el Palacio de Gobierno. ¿Por qué allí? Simplemente, porque desde ese lugar podía controlar las bocatomas del Rímac y administrar el agua al resto del valle. En nuestra costa, desértica, el que tiene el poder es el que maneja el agua. Así funcionan las “sociedades hidráulicas”, y todos los señoríos de nuestra costa actuaban así. Por ello, cuando Pizarro entró al valle también construyó su “casa de gobierno” allí, para seguir manejando el agua y tener bajo control a la población de Lima y sus alrededores. Esa es la razón del porqué nuestra Plaza de Armas no estuvo, de acuerdo a la lógica, en el centro del “damero” (es decir a la altura de lo que es hoy la iglesia de La Merced) sino pegada al río Rímac.

Poco después de la fundación de la ciudad, Pizarro y los nuevos vecinos tuvieron su primer susto. Cuando se produjo la rebelión de Manco Inca en el Cuzco, una columna de indios, al mando de Titu Yupanqui, lugarteniente del rebelde, llegó a Lima a poner cerco a la ciudad y apoderarse de ella. Así, un día de 1536, amaneció el cerro San Cristóbal cubierto de indios guerreros. Sitiaron la ciudad durante 14 días, sin lograr atravesar el río, debido al crecido caudal de sus aguas, que arrastraban además piedras y desmontes por causa de un fuerte aluvión en la sierra. Así, el “río hablador” sirvió como defensa ante la crítica situación, salvando a la población del desastre. Cuenta la tradición que la imploración de los conquistadores al Santo cuyo nombre habían dado al cerro, fue la que libró la ciudad. Así también surgió otra leyenda popular: Pizarro construyó en el cerro una capilla donde se celebró la primera misa de la ciudad y la colocó una cruz en la cumbre.
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El regreso de Jimi Hendrix

Hoy se publica «Valleys of Neptune», un magnífico disco con 12 canciones inéditas del guitarrista, que no son sino el comienzo de una larga lista de lanzamientos programados por su familia.


Portada de «Valleys of Neptune», el disco inédito de Jimi Hendrix que hoy sale a la venta

En vida fue un genio, y como tal, convivió con la reverencia y la envidia. Cuando se fue, todos se lamentaron por la pérdida del guitarrista más imaginativo y original de los sesenta. Veinte años después de su muerte, se decía que era el mejor de la historia. Y treinta años después ya era un dios, aunque en un mundo, el del rock, politeísta por naturaleza y muy voluntarista a la hora de encontrar nuevos encumbrables. Pero a estas alturas de la partida, ya en 2010, puede decirse que estamos todos de acuerdo: nunca más surgirá un talento tan sobresaliente, nadie volverá a trascender como él lo hizo.

Por eso resulta imposible no frotarse las manos ante la que se avecina: toda una década llena de reediciones y nuevos lanzamientos del guitarrista, empezando por “Valleys of Neptune”, desde hoy en las tiendas. Su hermana Janie, responsable de Experience Hendrix LLC, la empresa familiar que gestiona los derechos del legado del autor de “Purple Haze”, así lo ha asegurado. A este álbum con 12 canciones inéditas le seguirán muchos otros a lo largo de los próximos años, incluyendo directos, rarezas de estudio y filmaciones únicas, hasta exprimir el extensísimo catálogo de registros audiovisuales que este hombre dejó guardados en sus cofres del tesoro.

Pero sequémonos la baba y vayamos a lo inmediato, que no es poco. “Valleys of Neptune” es impresionante, de principio a fin. Sería una obviedad afirmar que muestra a Hendrix en un momento esplendoroso, pero sí puede decirse que es el primer álbum póstumo –”First Rays of the New Rising Sun” (1997) ya recogió temas no publicados- que muestra su etapa intermedia entre la Experience y The Band of Gipsies, es decir, que muestra a Hendrix en la encrucijada.

Un tesoro para los oídos.- Algunos temas son regrabaciones, otros ya circulan por ahí desde hace años, y hay alguna versión. Pero es un disco del que Hendrix podría sentirse realmente orgulloso. Mezclado por su ingeniero de toda la vida, Eddie Kramer, “Valleys of Neptune” se alimenta de dos rondas de sesiones. La primera, en los Olympic Studios de Londres, en febrero del 69, coniene dos revisitaciones de clásicos de la Experience, “Fire” –con sutiles cambios rítmicos- y una acertadamente larga “Red House”, una versión del “Sunshine of your love” de Cream tan bestial que parece hecha para meter el dedo en la llaga –Clapton no fue el único al que le temblaron las piernas cuando le vio actuar en Inglaterra- y las inéditas “Lover man” y “Crying blue rain”.

En otra sesión, esta en The Record Plant en abril del mismo año, grabó un “Hear my train a-comin” que parece bailar al ritmo de “Vodoo Chile”, una expansiva reinterpretación de su legendaria primera cara B, “Stone Free”, y otros dos temas hasta ahora desconocidos, “Ships passing through the night” y “Lullaby for the summer”. Las joyas de “Valleys of Neptune” son el tema homónimo, que se había convertido en una leyenda entre los coleccionistas, la colosal “Bleeding Heart” (de Elmore James) con Billy Cox al bajo y “Mr. Bad Luck”, descarte de “Axis: Bold as Love”, retocado por George Martin (productor de los Beatles). El disco también sale en vinilo, así que ya saben, ya que estamos de resucitaciones, devuelvan a la vida a su viejo tocata con algo que le sea familiar (ABC, 09/03/10). Sigue leyendo

Las mujeres del Holocausto


Un visitante observa la exposición Manchas de luz: ser mujer en el Holocausto en Granada

En febrero de 1945, la ciudad alemana de Dresde sufrió el golpe más duro de su historia. Cuando apenas quedaban dos semanas para la capitulación de la Alemania nazi, las bombas dejaron más de 100.000 muertos y redujeron la ciudad a ceniza en uno de los episodios más polémicos de la contienda. En el centro de aquella ciudad, a orillas del río Elba, se expuso por vez primera la exposición Manchas de luz: ser mujer en el Holocausto, que después de recalar en Viena ha llegado a Granada gracias al Centro Cultural Memoria de Andalucía.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 31 de mayo de lunes a sábados, es fruto del trabajo del Museo del Holocausto (Yad Vasehm) de Jerusalén, que fue galardonado en 2007 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concodia. Se trata de la primera vez que se muestra en España este material, relacionado con el testimonio femenino de los judíos asesinados por los nazis y que aborda la temática de la mujer a través de sus estrategias para sobrevivir.

A través de 17 proyecciones multimedia, el visitante se sumerge en la dimensión humana de una tragedia que conoce a grandes rasgos, pero que se agranda al conocer pequeños detalles, al personalizarse el dolor. Como explica la directora del Museo Yad Vashem, Judith Inbar, comisaria de la muestra, las mujeres que fueron recluidas en los campos de concentración “tomaron la decisión de no ser víctimas y lo consiguieron haciendo que cada momento fuera importante”. Comprometidas con el grupo en el que se habían integrado, sus decisiones podían afectar a otras personas, lo que propició unas pautas de comportamiento que fueron diferentes de las de los hombres en las mismas circunstancias. “En la exposición puede verse cómo actuaron en cuestiones tan importantes como la feminidad, la alimentación, la amistad, la fe, la maternidad, el amor, la creatividad, el cuidado del prójimo, la vida cotidiana o la resistencia”, añadió Inbar, para quien las mujeres tuvieron “una voz especial” dentro de aquella gran tragedia humana.

Más de tres millones de mujeres fallecieron víctimas del nazismo, como explicó Alicia Ramos, directora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada, que ha coordinado el montaje de la exposición en Granada. “Las mujeres, con pequeñas acciones, llenas de coraje, resistieron a los hombres. El Holocausto es una parte importante de las mujeres de Europa que no podemos olvidar”, sentenció.

Desde que la conocida como “solución final” se puso en marcha con el propósito de terminar con los judíos, las mujeres fueron un objetivo primordial de la destrucción, dado su papel de procreadoras. La exposición, que repasa este exterminio, presta especial atención a lo ocurrido en diferentes campos de concentración, en especial a los dos situados en Auschwitz, el mayor de los creados por el nazismo, en el sur de Polonia. El campo llegó a convertirse en una ciudad sacada del infierno, o llevada a él. Entre 1941 y 1942, incluso disponía de orquesta para amenizar las veladas de los miembros de las SS. En 1943, bajo la supervisión de un oficial, llegó a conformarse una orquesta femenina cuya calidad se disparó desde el momento en que se hizo cargo de ella la directora y violinista Alma Rosé, que era sobrina de Gustav Mahler y una auténtica virtuosa. Durante el recorrido por la muestra pueden escucharse de fondo algunas de las piezas interpretadas por Rosé, que incluía en su repertorio fragmentos de óperas, valses de la familia Strauss, la Quinta Sinfonía de Beethoven o los Ensueños de Schumann. Esta última era una de las piezas favoritas del doctor Mengele (El País, 09/04/10).

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El valle del Rímac: los camaroneros


Grabado del siglo XVIII que muestra a los camaroneros del Rímac y el “puente de palo”, alternativo al Puente de Piedra

Los españoles llamaron yungas a los habitantes originarios del valle del Rímac, súbditos del curaca Taulichusco. Sus viviendas, según las crónicas de la época, eran rudimentarias: chozas de piedra en bruto, adobón con mezcla de cascajo y adobe prensado, según los casos, y cubiertas de caña de diversos tamaños para asegurar la resistencia de los materiales. El caso es que, iniciada la vida de la nueva capital del Virreinato, los limeños eran muy aficionados al consumo de los camarones; afortunadamente, en el Rímac había muchos. Por ello, cobraron importancia estos indios yungas que vivían en las faldas del cerro San Cristóbal, y se dedicaban a la pesca de camarones en el río. En 1573 se creó el “Pueblo de indios camaroneros” (a la altura de la de la calle “camaroneros”, en el distrito del Rímac) y que, por haber adoptado sus pobladores como Patrón al santo de los pescadores, se le llamó “Pueblo de San Pedro”.
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Eva Perón, la mujer del Bicentenario en Argentina.

‘Evita’ o María Eva Duarte de Perón, quien fuera esposa del tres veces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, y es idolatrada por muchos como la “abanderada de los humildes”, ha sido declarada Mujer del Bicentenario en Argentina y tendrá su monumento en Buenos Aires. Ambas novedades fueron anunciadas este lunes por la presidenta peronista Cristina Fernández de Kirchner al hablar en la Casa Rosada durante un acto de conmemoración por el Día Internacional de la Mujer. Explicó que decretó la consagración de ‘Evita’ como emblema de los 200 años de la independencia de España porque “estoy segura que esta mujer identifica a cualquier mujer argentina. Nadie puede dejar de reconocer el rol histórico que ha cumplido en este país y en el mundo”. Y agregó que en la remodelación del edificio del Ministerio de Salud se colgarán cuatro gigantografías de ‘Evita’ sobre cada una de las cuatro caras de esa torre, ubicada en la avenida 9 de julio que cruza Buenos Aires. “Es una cosa parecida a la que tiene (Ernesto) Che Guevara en la Habana”, ejemplificó. De todos modos, la presidenta admitió que colocar afiches gigantes de Eva Perón en ese edificio “va a ser menos conflictivo” que si fueran del ‘Che’, aunque dijo que de hacerlo “no hubiera tenido nada de malo, (Guevara) es otro icono importante y otro orgullo de los argentinos”. Desde el balcón del Ministerio de Salud, ‘Evita’ pronunció en 1952 un discurso de renuncia a la candidatura a la vicepresidencia de Argentina para las elecciones generales de aquel año, mientras la multitud clamaba su postulación junto a Perón, que iba por la reelección. “Renuncio a los honores, pero no a la lucha”, arengó ella. Gran mito nacional, María Eva Duarte de Perón fue una actriz que llegó a ascender hasta primera dama de Argentina de 1946 a 1952 y, provista de mucho carisma, organizó la ayuda social a los pobres desde el Estado. Falleció de cáncer con sólo 33 años de edad.

Su relación con España.- En 1947 visitó Madrid donde fue recibida con honores de Estado por Francisco Franco, en agradecimiento porque Argentina desobedeció el bloqueo de las Naciones Unidas a España y envió barcos cargados de carne y trigo para paliar el hambre de la posguerra civil. En los años comprendidos entre 1942 y 1947, Argentina ayudó a España con más de 4 millones de toneladas de trigo, 700.000 toneladas de otros cereales, 40.000 toneladas de carne y 300.000 toneladas de alimentos varios. Ese período de seis años abarcaba al gobierno del conservador Ramón Castillo, al régimen militar del 4 de junio de 1943 y apenas al comienzo del primer gobierno de Perón (1947-1952). Francisco Franco nombró a uno de sus mejores diplomáticos, José María de Areilza, para que desde la embajada de España en Buenos Aires “pueda asegurar que no habrá escasez de alimentos ni desorden en los embarques” de comida argentina para España. ”El aristócrata Areilza no disimuló su interés por cumplir con esa orientación de Franco, aunque es posible que algunas veces no ocultara la repulsión que le provocaba el populismo peronista de la Casa Rosada”, consignó el periodista Rogelio García Lupo. En una ocasión, Perón recordó al embajador Areilza como “un hombre que no cesaba de pedir porque era insaciable la sed de los españoles que carecían de todo y tenían pocas cosas para ofrecer a cambio”. El mismo Areilza fue más de una vez sometido al maltrato de Eva Perón, cuando ella alertaba, en presencia de ministros y otros embajadores que había que “andar con ojo con este oligarca, que si nos descuidamos se llevará a España hasta la Casa Rosada” (El Mundo, 08/04/10).
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Exponen por primera vez el manuscrito de la teoría de la relatividad de Einstein


Un visitante señala un detalle de una de las páginas (Reuters)

El manuscrito original en el que Einstein enunció con su letra apiñada y pequeña la teoría de la relatividad general en 1915 se muestra al público este domingo por vez primera en una exposición en Jerusalén. En un cuarto pequeño y oscuro, acondicionado con estrictas medidas para la conservación del histórico documento, manos expertas colocaban cuidadosamente las 46 páginas en alemán que formulan la obra magna de Albert Einstein y que son “el manuscrito más importante de los archivos del científico”, explicó el profesor Hanoch Gutfreund, comisario de la exposición. Las hojas amarillentas y plagadas de fórmulas y tachones son “un descubrimiento inmenso que representa una de las más mayores revoluciones en la ciencia moderna y modificó por completo la comprensión newtoniana del universo”, añade este profesor de Física Teórica, presidente del Comité Académico de los Archivos de Albert Einstein, que custodia la Universidad Hebrea de Jerusalén.

‘Todo es válido y actual’.- “A día de hoy, todo lo que predice y explica este documento es válido y actual”, dice Gutfreund sobre las páginas que enuncian los principios fundamentales de la equivalencia, la covarianza generalizada y la curvatura del espacio-tiempo que, explica, “sentaron las bases para la cosmología y las ciencias que estudian el desarrollo del universo”. El texto del científico judeo-alemán, que describe el Big Bang y predice el descubrimiento de los agujeros negros, cambió por completo la forma de entender el espacio, el tiempo y la gravedad y está en la base de toda la investigación moderna y de la comprensión actual del universo. La exposición, que se inaugurará esta tarde en la Academia de Ciencias y Humanidades de Israel, forma parte de los eventos para celebrar el cincuenta aniversario de ese centro.

‘Una especie de Reina Sofía de Israel’.- Menahem E. Yaari, presidente de la Academia, destaca que la sede de la institución se convertirá las próximas semanas, gracias a esta exposición, en “una especie de Reina Sofía de Israel”. Para Yaari, Einstein no fue sólo el fundador de la física moderna, en la que se basan las sofisticadas teorías espaciales de la actualidad, sino también “el líder de un grupo de científicos de países de habla alemana que tuvieron que huir del nazismo” y que sentaron las bases de lo que hoy es la esfera científica del Estado judío. Los manuscritos estarán expuestos hasta el próximo día 27, pero la sala que los guarda sólo se abrirá al público durante tres horas cada día.

Condiciones de conservación ‘estrictas’.- La conservadora Timna Elper, de origen español, dijo que se han exigido unas condiciones “muy estrictas” para garantizar que los manuscritos no sufran daño alguno. “La habitación se mantiene con una temperatura estable de 18 grados, una humedad de 50 y también limitamos la luz de la sala: no hay luz ultravioleta y mantenemos constantes 50 lux”, explica la conservadora y restauradora de papel, que describe trabajar con este documento como algo “muy emocionante”. El profesor Gutfreund también destaca la emoción de “ver los textos originales, la tinta con la que los escribió e imaginarle trabajando”, algo que “llena de satisfacción, ya que es como estar mirando por encima de su hombro mientras trabaja”. Además, añade, “ver sus correcciones y ecuaciones, lo que borra y lo que añade, muestra las ideas básicas de Einstein, los obstáculos a los que se enfrentó y la trascendencia de lo que puede ser considerado como el gran logro intelectual producido por el cerebro de un ser humano” (EFE).
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El valle del Rímac: los puentes sobre el río Rímac


El Puente de Piedra, según grabado del siglo XVIII

El Puente de Piedra.- Es el más antiguo, construido durante el gobierno del virrey Marqués de Montesclaros con el fin de unir Lima con el entonces arrabal de San Lázaro. Hoy, el puente se encuentra entre el jirón Trujillo y la Estación de Desamparados. Sin embargo, la prehistoria de este puente se remonta a un antiguo puente de madera, que luego fue transformado en piedra durante el gobierno del virrey Marqués de Cañete, hacia la mitad del siglo XVI. Esta primera construcción quedó destruida por una crecida del río en 1597. Por ello, fue reconstruido por el virrey Montesclaros hacia 1610. Cuenta la tradición que sus pilares fueron levantados con piedras del Morro Solar y que su construcción demandó el gasto de 700 mil pesos de la época. Afortunadamente, el puente resistió bien a los terremotos de 1687 y 1746. Sin embargo, a lo largo de los siglos XIX y XX, por el efecto erosivo de la naturaleza recibió diversas modificaciones.


El puente Balta, primer puente de fierro en Lima

El Puente Balta.- El segundo puente sobre el “río hablador” se construyó durante la segunda mitad del siglo XIX, en la década de 1870, por el presidente Balta. Se trata del primer puente de fierro levantado en nuestra ciudad, que llevó para siempre el nombre del mandatario que contrató su construcción. Antes había también allí un puente primitivo de madera, pero la administración de Balta dispuso la construcción de uno de hierro fundido en Francia por la fábrica Boigues Rambourgs Co, a un costo de 300 mil soles. Los primeros trabajos se iniciaron el 19 de marzo de 1869, siendo el empresario de la obra Enrique Armero y, el ingeniero, Felipe Arancibia. Las obras fueron concluidas entre 1918 y 1919; por ello, fue inaugurado por el presidente Leguía. Actualmente, une la avenida Andahuaylas, Cercado de Lima, con la explanada de la Plaza de Acho en el Rímac.


Primera estructura del Puente del Ejército, reemplazada por otra en los años sesenta

El Puente del Ejército.- Luego, con motivo del IV Centenario de la fundación de Lima, se construyó un nuevo puente, el Puente del Ejército, constituido por una estructura de acero de 60 metros de longitud y 13 metros de ancho, fabricada en la planta Gute Hoffnunghhuste. La obra fue construida por la firma alemana Ferrostal-Essen, e inaugurada el 31 de diciembre de 1936, durante el gobierno del general Benavides y la administración del alcalde Luis Gallo Porras.

Luego, durante la gestión del alcalde Héctor García Ribeyro (1956-62), se construyeron los puentes Santa Rosa y Ricardo Palma, para proyectar hacia el Rímac las avenidas Tacna y Abancay, respectivamente. Sigue leyendo

El valle del Rímac: Chaclacayo


El club “Los Cóndores” de Chaclacayo, creado por algunos socios del Club Waikiki, que querían fundar un club campestre de invierno (se inauguró en julio de 1952 y la imagen de arriba es de 1964)

Su nombre viene del quechua y significa “solo palos delgados”; también dicen que proviene del aymara y se traduce como al “pie de los carrizos”. Se ubica en la margen izquierda del río y fue nombrada distrito en 1940. Durante los tiempos virreinales, funcionó aquí el corregimiento de la Buena Muerte, donde se formaron los fundos Huascata, Morón, San Bartolomé, La Tuna, Tupacocha, San Damián, Santa Inés, El Juzgado y Buenamuerte, capital del corregimiento. En ellos se cultivaba algodón y los forrajes para ganado vacuno, así como diversos árboles frutales. Durante la República, se fue formando el fundo Chaclacayo, debido a la acumulación de las tierras correspondientes a La Tuna, Tupacocha y San Damián, que eran pertenencias de las comunidades indígenas que habitaban las alturas de Cocachacra, que fueron adquiridas por Raimundo Laymito. La primera lotización que daría lugar a la actual ciudad de Chaclacayo fue impulsada por Vidal Laymito (1931). La primera vivienda edificada fue la de Mario Accinelli, benefactor del distrito. Al iniciarse los servicios del Ferrocarril Central, Chaclacayo se vio impulsado con un paradero (existe hasta hoy y está ubicada a lado izquierdo del ingreso al Club Residencial “Los Girasoles”), donde todos los días se embarcaban porongos de leche y jabas con gallinas para su venta en Lima. Sigue leyendo