Archivo por meses: octubre 2009

La iglesia de Santo Domingo en el Cuzco

Es toda de piedra y muy reconstruida luego del terremoto de 1950, sismo que destruyó sus altares coloniales. Tanto el nuevo templo como el anterior están exactamente en el sitio del Coricancha o Templo del Sol de los Incas. Su portada se da entre pilastras almohadilldas, tiene arco de medio punto con extradós de escaques hundidos y friso con catorce florones que centra un adorno de cinco estrías. En lo alto, el frontón barroco, curvilíneos, se quiebra para dar lugar al escudo dominico.

El templo es de tres naves, con falso crucero. No hay retablos, sólo hornacinas con imágenes y lienzos en los muros. Al altar mayor, que es pequeño aunque con sagrario de plata, lo reemplazan 23 lienzos antiguos en torno a una imagen de vestir de la Virgen del Rosario. Las pinturas más viejas están en el sotacoro y se refieren a la vida de Santo Domingo de Guzmán. Es notable el viejo púlpito barroco no dorado: la cátedra circular tiene cuatro paneles con hornacinillas vacías y sus cresterías cayentes confluyen en una piña; en el tímpano está la efígie de San Alberto Magno; y en el tornavoz, sobre un templete entre cinco cresterías y quince pináculos, la escultura exenta de Santo Tomás de Aquino.

Son notables en esta iglesia las pinturas de Marcos Zapata, especialmente la vida de San Vicente Ferrer, en el arco del sotacoro. La torre tiene valor superior. Imita a la de la Merced, pero no la sobrepasa en méritos. Su cuerpo es sólido, su campanario de ocho arquillos, separándose estos últimos en un juego de 28 columnas salomónicas con capitel de plumas; el tambor presenta cuatro óculos, está entre cuatro pináculos gruesos, la media naranja es radiada y su cimera es una cruz de hierro forjado. La torre es toda de piedra y su conjunto obra maestra de cantería. Por eso luce elegante y airosa, elaborada y artística.

La iglesia, además de la frontal, tiene otra portada por el lado de la Epístola. Es más grande. Ofrece dos cuerpos y tres calles, un arco de medio punto, hornacinas de concha vacías y nicho central con imagen de la Virgen del Rosario entre los escudos dominico y franciscano; también posee frontón de triángulo partido y volutas ondulantes, alguna motivación de origen mudéjar y otras del barroquismo dominante. Es portada con valor arquitectónico, y la acompaña, ya en la calle, la llamada Cruz de Piedra, que se levanta sobre recio pedestal a la altura del presbiterio.


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¿La Inquisición en la plaza de armas del Cuzco?

Hay en la Plaza de Armas, junto al templo de la Sagrada Familia, un pequeño edificio colonial de piedra que -se dice- fue sede del Santo Oficio de la Inquisición, lo que no es cierto. Arquitectónicamente, sin embargo, es un recinto interesante. Posee un pequeño portal de tres arcos. La puerta interior se aloja en un marco de medio punto y exhibe clavería de bronce. Atrás, el edifico no tiene nada especial, es un muro más de la Cuesta del Almirante, pero por el lado de la Plaza de Armas, hay un ventanal con su arco y vanos exteriores almohadillados; sobre el ventanal, entre falsos pináculos hay enmarcado un cáliz con la hostia. El techo del edificio es de bóveda de cañón. No hay ninguna noticia que el recinto haya servido para guardar presos ni procesados. Ningún documento precisa que allí funcionó el Santo Oficio. Sin embargo la proximidad de una habitación del templo citado, que tiene en su frontis una calavera y dos tibias cruzadas, ha dado al edificio su falsa fama inquisitorial. Sigue leyendo