La Reconstrucción Nacional: la economía urbana, la industria y la banca

Durante este período, se produce un notable desarrollo en la economía urbana. Se inició en la década de 1890 cuando la mayor parte de la agricultura y minería de exportación estaban controladas por peruanos y las ganancias se invertían directamente a la economía local.

Por estos años, en Lima el sector industrial, el de servicios y el financiero experimentaron una rápida expansión. En 1900 había casi 7 mil obreros entre los 100 mil habitantes que albergaba nuestra capital. De otro lado en América Latina, Lima era la única capital cuyos servicios básicos (luz, agua, teléfono) pertenecían en su integridad al capital local. En este proceso destacaron tanto importantes figuras de la oligarquía como inmigrantes extranjeros, especialmente los italianos que llegaron a Lima a finales del siglo XIX. Nuevamente queda demostrado como los empresarios locales no se inhibieron en fomentar el desarrollo económico nacional.

Muchos peruanos utilizaron técnicas modernas de manejo empresarial y diversificaron sus actividades invirtiendo en comercio, agricultura, bancos e industria. De esta manera, al igual que en Estados Unidos o Europa, se formaron grupos económicos de inversión que colocaron el dinero ganado en la exportación (agricultura y minería) a los negocios urbanos y a la ampliación del mercado interno.

En este proceso tuvo enorme importancia el ejemplo recibido de las compañías extranjeras asentadas en Lima. Esto permitió que los métodos empresariales de los extranjeros influyeran sobre la élite local. Igualmente muchos peruanos estudiaron administración y negocios en universidades del exterior, o fueron empleados por las compañías extranjeras que operaban en el país.

La industria: Antes que nada debemos mencionar que en 1896 se creó la Sociedad Nacional de Industria y se formó en Lima el Instituto Técnico e Industrial del Perú para servir al gobierno como órgano consultivo y al público como centro de información en materias técnicas industriales. De esta manera el país apostaba por su desarrollo industrial.

De las diversas ramas industriales, la textil fue la que alcanzó mayor desarrollo y progreso, especialmente la industria manufacturera de tejidos de algodón debido a dos factores: la alta producción del algodón en la costa y la rica tradición textil peruana que se remontaba a los tiempos prehispánicos y virreinales.

En Lima se abrieron las principales fábricas como “Santa Catalina” fundada en 1888, propiedad de la familia Prado y la que trajo al país la maquinaria más moderna; “San Jacinto”, fundada en 1897, propiedad de la familia italiana Isola y que formó la primera escuela de químicos en el arte del tinte; El Progreso, fundada en 1900 y propiedad de inmigrantes alemanes; “La Victoria”, establecida en 1898 y propiedad de la familia Pardo; y “La Bellota”, fundada en 1900 y propiedad del italiano Américo Antola.

Un caso singular fue la fábrica “Maranganí”, fundada en 1897 y propiedad de Pablo Mejía y Antonio Lorena; ubicada en Canchis (Cuzco), daba ocupación a 100 operarios y su producción se vendía en la sierra sur y Bolivia.

En otros rubros, inmigrantes de origen italiano fundaron las fábricas de helados, como “D’Onofrio” en 1897, y de elaboración de harina y sus derivados, como “Nicolini Hermanos” en 1900. La producción de galletas estuvo monopolizada por la empresa Arturo Field. La industria cervecera estaba representada por “Backus y Johnston” en Lima, y, en el Callao, la “Fábrica Nacional” fundada por un alemán, que luego pasaría a la familia italiana Piaggio. Lima y otras ciudades del interior albergaban varias fábricas de bebidas gaseosas. Por último, en 1898, se establecieron dos fábricas de fósforos: “El Sol” y “La Luciérnaga”.


Jacobo Backus y Howard Johnston, fundadores de una de las cervecerías más emblemáticas del Perú

La banca: El sistema bancario se recuperó lentamente. El “Banco Italiano” (hoy Banco de Crédito) se inició en 1889 como una asociación de comerciantes italianos para financiar sus negocios, básicamente comercio y agricultura. En 1897, el “Banco de Londres, México y Sudamérica” se asoció al “Banco del Callao” dando origen al “Banco del Perú y Londres”; se dedicó básicamente a dar préstamos a la agricultura de exportación. En 1898 se abrió el Banco Internacional y en 1899 la familia Prado fundó el Banco Popular como mecanismo para financiar sus negocios. El capital bancario más importante era manejado por el “Banco del Perú y Londres” y el “Banco Italiano”. Cada uno movía aproximadamente un millón de libras peruanas; el capital de los demás fluctuaba en 200 mil libras peruanas.


Grabado que muestra la ciudad de Lima en 1896

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