En todo desarrollo social se debe involucrar a la persona como sujeto y fin de su propio desarrollo.
Por tanto, urge reforzar las capacidades locales para la gestión del desarrollo local y regional, y asegurar que los esfuerzos se dirijan a las zonas más pobres y que se priorice la inversión en capital humano de los sectores más excluidos.
La prioridad de todo desarrollo social debe involucrar a la persona como sujeto y fin del desarrollo; quien con autonomía y autosuficiencia modificara su realidad y las realidades de los demás y por lo tanto la naturaleza que lo rodea. Dicho de otra manera es el ser humano quien busca sus propias capacidades de desarrollo sea el capital económico, social y cultural. En tanto las organizaciones e instituciones participan en la promoción de ésas capacidades a fin de ampliar las oportunidades locales para que ellas se realicen con mayor autonomía personal, familiar y comunal, hacia el desarrollo sustentable.
La sustentabilidad humana del desarrollo social considera que, la persona debe desarrollar capacidades humanas a través de procesos de comunicación-educación, en los que converjan, la capacitación y la concienciación, para que se alcancen las aspiraciones sociales que caracterizan ese desarrollo, teniendo como medio a la familia y la organización.
Por cuanto, la familia, se reconoce como la “célula básica de la sociedad” y el “primer centro de formación de la persona”, debido a que en ella se comienza todo el proceso de desarrollo de capacidades humanas; y la organización está llamada a desarrollar capacidades humanas de sus integrantes, mediante la comunicación, educación y capacitación.