Ha pasado más de un mes desde la Movistar 2012, ya más tranquilo, recuperado físicamente y entrenando nuevamente, escribo este blog. Esta 42k me dejó sensaciones contrapuestas, por un lado no pude lograr el tiempo que me propuse después de entrenar fuerte, por el otro, mejoré mi tiempo del año pasado, hice el mejor tiempo de todas las maratones que he corrido (5 en total), y lo más importante, pude darme el gusto de terminar la carrera corriendo con mi hijito Matías, algo que lo venía planificando desde el año pasado.
Este año, la maratón Lima 42k Movistar tuvo un impulso adicional, es mi hijito Matías Jorge Valentino, quien unas semanas antes de la 42K nos tuvo muy preocupados por que dejó de caminar, estuvimos todo un Domingo en emergencia. Nos tuvo 3 días en una angustia tremenda, no podía caminar por el fuerte dolor que tenía en la cadera y rodillas. Gracias a Dios y a los médicos se recupero.
Además, el año pasado después de mucho entrenar Matías y yo, no pude cumplir el reto, el camino me mató y no pude cumplir mi objetivo, solo me pude conformar con mis 3h 31minutos y cruzar la meta con mi hijito en brazos, habiendo planificado cruzarla con mi Mati corriendo.
Ya le pedí a Mati las disculpas del caso, y cuando le rendía cuentas por mi mala carrera, recordaba los momentos en los que le enseñé a correr cuando tenía 1 año y 4 meses, y lo bien que lo hacía. Practicaba sus cuestas subiendo a los muebles y dando pequeños saltos entre ellos, y su entrenamiento avanzado subiendo las escaleras en casa de su abuelita Rossy. Practico velocidad en la casa de su abuelito George, corriendo rápido por la sala y el comedor hasta el jardín. Gano resistencia corriendo por los jardines de la casa del abuelito Gude, casi como una cancha de fulbito. Como lamenté no haber podido cumplir con el objetivo de las 3h 20 minutos luego de todo el esfuerzo que hizo sobre todo Matías.
Por todo esto, este año me preparé más, mi Mati no necesito entrenar mucho por que ya estaba listo para completar los últimos metros con papá y juntos cruzar la meta.
Este año subí mi entrenamiento, varié mi paso Tempo, Maratón y Easy buscando alcanzar las 3h 10 minutos. Tuve el privilegio y la responsabilidad que ser paser de las 3H10minutos a un paso de 4:30 en el examen con mis amigos de Corre Perú.
Debo agradecer a muchas personas por su aliento y palabras cada semana, gracias a mis amigos que muchas veces me motivaron a subir mi paso y demostrarme que podía más, gracias a Richard, Chacho, Carlos Ángeles, Shaggy, Emilio, Carlos Muñoz.
Gracias también a mis amigos los Huancas por esa gran carrera que hicimos a mas de 3200msnm en Huancayo, gracias al Chino Stoll, a mi tocayo Quiroz, a Raulito, Juancito, a Miguelito Camargo, a Humberto, a Albertito Moquillaza, a Celestino, y Tita, y también a Aristóteles por el apoyo en los últimos metros de la maratón que se hacia dura e interminable.
Este año, el logro no solo es mio, es también de mi familia, de mi esposa por su paciencia para entender mi entrenamiento y lo importante que es para mi y por el short running que me regaló, a mi madre por sus desayunos deliciosos de los sábados después de entrenar, a mis amigos de Corre Perú por sus consejos, su amistad y apoyo para poder entrenar al ritmo que necesite, por enseñarme las herramientas que hay para entrenar bien. A mis amigos de Runners por Lima, por su amistad, por las lindas carreras de motivación los feriados y por las fotos que son ya una tradición en el grupo.
El domingo 20 de mayo del 2012, tal vez no logré mi meta de hacer las 3h 10 minutos en los 42K, pero estoy muy contento por que logré lo que no todos los padres pueden, cruzar la meta de una 42k con su hijo de 2 años, mi Mati me ha dado el mejor regalo del mundo.
Una vez un profesor del colegio me dijo que todo hombre debía en su vida sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, pienso que le falto una condición, cruzar la meta de una 42K con su hijo.
Hoy me siento completo, no solo sembré un árbol el día que nació mi Mati y he escrito varios blog, sino que corrí los últimos 30 metros con mi Mati de la mano, juntos cruzamos la meta.
Para esta 42k estaba muy confiado en lograr mis 3 h 10 minutos, calenté por 20 minutos y luego me fui a la partida, estaba en 2da fila. La partida se dio a las 07:00 am en punto, y a los pocos metros de la partida, un anciano se me cruzó gritando “Viva Paijan, viva Paijan..!!!, si ,que viva…..,pero tuve que sobre parar y esquivarlo para poder continuar con mi paso 4:30.
Vi pasar a Chacho y a Juan Rivero, ellos iban a 4:15 por Km, no podía alcanzarlos, debía seguir con mi paso, en el kilometro 2 me encontré con Carlos Muñoz, corrimos juntos unos kilómetros, él debía respectar su paso de 4:40 y yo el mio, así que lo dejé y seguí de acuerdo a lo entrenado.
Casi llegando al km 15 veo al negro Platero en bicicleta, que alegría me dio verlo no solo como espectador sino dando soporte a la gente, aunque me causo mucha impresión pues pensé verlo corriendo con el grupo.
En el Km 20 se cumplía mi objetivo, mantenía mi paso y mi tiempo total estaba en 1h 30 minutos. En el Km 23 comienza a dolerme la rodilla derecha, cambio de paso y se va el dolor. En el km 25 vuelve el dolor, estaban los chicos de Voltaren y pedí me echaran en la rodilla y los muslos. Cerca al Km 28 me comenzó a fastidiar un poco la rodilla, para suerte y alegría mía en la Av. Ricardo Palma veo nuevamente al negro Platero, le pido agua y tomo mi gel tratando de aliviar en algo el dolor, aunque después supe que fue en vano.
Hasta el km 30 estaba bien, muy cerca de Richard Nina, casi a 100 metro. Terminando la Av. Angamos, km 32, me vuelve el dolor de rodilla, era muy fuerte, aguanté hasta el golf en donde paré para que los chicos de Voltaren me echaran en la rodilla, aquí Miguel Camargo me pasó, pensé en alcanzarlo pero no pude, el dolor era fuerte.
Llegando al Country veo a mi primo Erick con su novia y una amiga, me toma unas fotos y me entrega un gatorate, que alegría ver a alguien conocido, es energía pura que te hace seguir adelante, aunque la emoción me duró poco por que el dolor en la rodilla era fuerte. Unos metros más adelante vi que mi paso era de 5:30, me asusté, todo el esfuerzo hasta el km 32, todo el entrenamiento a lo largo de 5 meses se estaba yendo al agua. Pensé en acelerar el paso pero no pude, el dolor era tan fuerte que pensé en abandonar, recordé a mi Mati ya que esta carrera se la estaba dedicando, decidí llegar al cabezón a paso 5:30 para luego subir a 5:00 en los 7 km que restaban.
No pude llegar a paso 5:00, la rodilla derecha me dolía mucho, así que tuve que conformarme con ir a paso 5:30 a 6:00, me dio mucha rabia no poder subir el paso, me daba ánimo en cada metro, esperando que el dolor se vaya.
En el km 38.5 me da calambre al muslo derecho, bajo el ritmo, piso fuerte, estiro y vuelvo al toque, sentía que el dolor se iba, quise acelerar un poco, pero ya era tarde, me quiso dar calambre al muslo izquierdo, tuve que bajar el paso.
En el cruce de San Borja Norte con San Luis me da calambre al muslo izquierdo, fue tan fuerte que tuve que parar. Carlitos Muñoz me pasó, me recuperé luego de unos minutos y quise subir el paso pero no se podía, sentía que el calambre regresaba.
En el 40Km estaba en 3H 14 minutos, subí el paso a 5:00, ya no sentía el calambre y el dolor era poco, aceleré un poco y pude alcanzar en la recta final a Carlos Muños, aceleré más y sentí que el calambre volvía, así que bajo el paso y comienzo a buscar entre el público a mi esposa y a mi hijito Matías.
Faltando pocos metros mi esposa me entrega a mi Matías, lo tomo de la mano y corremos juntos. Días antes habíamos entrenado como cruzar la meta, cuando yo dijera manos arriba..!!!, los 2 levantaríamos la mano y cruzaríamos la meta, lo repetimos un par de veces y quedo bien aprendido.
Finalmente juntos cruzamos la meta….manos arriba..!!!, le dije a mi Mati y ambos levantamos la mano en señal de victoria por haber cumplido nuestro reto…… el cronometro marcaba 3:24 minutos……tarea cumplida hijito querido…!!!
