Comprometido o Involucrado
Hay una historia, fábula si queremos ponerle un mejor adjetivo, que se cuenta mucho entre los que gustan de las metodologías ágiles, dice así:
Cuenta que una gallinita y un cerdito iban caminando y conversando. En una de esas conversaciones la gallinita le dice a su compañero: “Cerdito se me ha ocurrido un negocio donde cada uno podría dar algo de sí y ganaríamos mucho dinero” el cerdito intrigado le responde “Cuéntame que negocio es ese”, la gallinita muy animada le responde: “Pienso en un restaurante, lo llamaríamos ‘Huevos y Tocino’ ¿qué te parece?”, el cerdito lo piensa por un momento y le responde: “Amiga, creo que el negocio que planteas no es muy justo, ¿Por qué?” – responde la gallinita- “porque mientras yo estoy comprometido tu solo estás involucrada”
Comprometido e involucrado. Dos palabras muy parecidas pero que marcan dos actitudes muy distintas. Especialmente cuando estamos en el entorno laboral, las personas pueden tomar cualquiera de estas dos características. A veces por decisión propia y a veces por complicidad de la institución.
Cuántos de nosotros sabemos realmente cuáles son nuestras funciones dentro de nuestra área de trabajo, qué recibimos (input) y qué dejamos (output) en cada uno de nuestros procesos. En este último punto es importante no solo saber qué dejamos sino cómo lo dejamos, para que el input del siguiente proceso facilite el trabajo de nuestros compañeros de trabajo y sea lo más beneficioso a la institución, eso es parte de estar comprometidos.
Comprometerse es también conocer cuáles son los objetivos de nuestra área y organización, es decir, tener claro a donde vamos. También, revisar el plan estratégico, la misión, visión y valores se convierte en una buena práctica que debemos seguir. Si bien antes mucha de esta información estaba oculta y solo podía ser conocida por unos cuantos, ahora es bien sabido que es una práctica del pasado y las organizaciones ponen a disposición estos documentos para que sean revisados por todos los interesados.
Por otro lado, las organizaciones que no tienden puentes para la debida comunicación de la información, descrita en el párrafo anterior, están condenadas al fracaso y a tener colaboradores solo involucrados, que solo se limitan a “marcar” una entrada y una salida sin dar un verdadero valor agregado a la institución. Además, hay que estar muy atentos, porque últimamente la tendencia es dejar los planes estratégicos quinquenales para pasar a planes anuales, que le dan la agilidad necesaria a la institución, recordemos que el mundo avanza a una velocidad exponencial y los objetivos de aquí a cinco años puede quedar completamente obsoletos.
Solo con esa sinergia entre la institución y sus colaboradores, y con la debida comunicación se logrará un beneficio mutuo, un “win-win” (o como queramos llamarlo), y pasaremos de involucrados a comprometidos.
Por último, te dejo la siguiente pregunta: Dentro de tu área de trabajo ¿Estás involucrado o comprometido?
Las dos primeras imágenes fuero obtenidas de freepic.com
La tercera imagen es una cortesía de Gabriela Pérez Tasayco (gracias Gaby)