Mamá Iza

eloParadojas de la vida: cuando un ser muy querido enferma, rezamos al cielo para que no se vaya, para que siga entre nosotros, aunque sea para sentir su aliento, decimos; sin embargo, cuando su situación se agrava y dura mucho tiempo, más de lo que todos imaginamos, volvemos a pedir al cielo, pero en esta ocasión para que piadosamente la reciba en su gloria. Eso pasó con mi tía Eloiza. 

Mi tía Eloiza, fue para muchos sobrinos y sobrinas, la Mamá Iza  porque encontramos en ella el amor, apoyo, complicidad y picardía que era difícil hallar en nuestros padres. Además, ella se encargó, tozudamente, de ser parte de nuestras historias acompañándonos, preocupándose, entrometiéndose y complotando. Por eso es que la quisimos tanto, por eso, también, la regañamos y  enojamos tanto, pero el saldo final fue un cariño extremo que hizo que toda la familia se mantuviera en vilo cuando cayó enferma y vimos, como una rosa, se marchitaba con el paso de los días, semanas y años que duró su angustia, que en parte fue también la nuestra.

El sábado llegó a su fin, llegó la hora de su descanso, alejada de todo dolor que injustamente tuvo estos últimos años. Este fin nos duele, pero a la vez nos conforta. Queda ahora recordarla  en su plenitud, con su sonrisa, picardía, buen diente y gordura rebosante, y sobretodo con su disposición para servir a toda la familia, entregando todo, incluso lo que no tenía. Querida Tía Elo, Mamá Iza, que el cielo te acoja, te lo mereces.

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2 comentarios

  • Estimado: gracias por haber compartido muchos de tus sentimientos relacionados a tu queridaTía Eloiza, lo importante es que en vida también has correspondido a tanta entrega que con amor y engreimiento te lo ha brindado, … te has portado bien con Ella; he sido testigo de tu amor por Ella, tus visitas, tus detalles; y es verdad que ha sido tan fuerte Ella para sobrevivir a su enfermedad aferrada a la vida sin saber porque, tal vez por seguir engriéndolos. es un ángel que linda, que ahora esté descansando y gozando de la presencia Divina. Así Sea. Siento mucho, mil disculpas por no haber sido oportuna, pero siempre eleve mis oraciones por su salud y la de toda su familia.

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