Nuevos aires agustinos

1La Universidad Nacional de San Agustín tiene nuevas autoridades y con ellas puede iniciarse una nueva etapa que permita que la principal Casa de Estudios de Arequipa se recupere del marasmo en el que está sumida, entre otras razones, por administraciones atravesadas por la incompetencia  y corrupción y que tiene nombre propio: el Proyecto Universitario Agustino, PUA.

El PUA gobernó la UNSA casi tres décadas. Si bien al principio fue la mejor opción para reformar la universidad, de la mano rectoral de Juan Manuel Guillén, luego cambió de nombres y con ello de dirección, que son los años decadentes de San Agustín. Lo ha dicho uno de los responsables de esa debacle, Cornejo Cuervo, que con todo cuajo ha confesado cómo a partir de él se ha manejado esa universidad: al puro estilo gansteril, afectando así ni solo a la institución sino a sus miles de estudiantes que han visto peligrar su futuro profesional por pertenecer a una Casa Superior de Estudios sumida en el más profundo desprestigio.

Solo la nueva ley universitaria ha podido obligar a la UNSA a cambiar de rumbo, obviamente con la férrea oposición de los que la mangonean hace una treintena de años. La nueva ley no sólo ha obligado a un cambio estatutario, sino también a elegir universalmente a las nuevas autoridades en un proceso que describe exactamente lo que sucede en el país: elecciones atravesadas por la guerra sucia; es decir, el insulto, la agresión  física, la demagogia barata y la siembra del terror.

A pesar de todo eso, la UNSA tiene nuevas autoridades con Sánchez a la cabeza. Eso se ha producido porque es el alumnado que así lo ha querido y decidido, pues los resultados, tanto en la primera como segunda vuelta, demuestran que el estamento docente agustino esta sumido mayoritariamente no sólo en el conservadurismo sino en el atraso. Es la Juventud agustina la que hado el golpe de timón para salir de esa situación y es justamente por allí donde empieza la primera responsabilidad de las nuevas autoridades; es decir, ponerse a la altura de los nuevos deseos y exigencias del estudiantado que quiere una universidad con calidad académica, con auténticos profesores que ayuden a construir conocimientos  y capacidades en lugar de negociante de notas; con una administración eficiente que facilite su realización profesional en lugar de obstaculizarla. En resumen, una universidad en serio y no un remedo  de ella, que fue lo que produjo el PUA con los cornejos, valdemares y linares a la cabeza.

Creemos que con los resultados obtenidos, que le han dado el triunfo a IDEAR, se afianza las condiciones para el gran cambio que necesita la UNSA y que demanda Arequipa y toda la regional sur, para que San Agustín sea nuevamente uno de sus motores de desarrollo. Ese es el reto que ahora Sánchez y todo su equipo tiene por delante. Estaremos atentos para que así sea.

 

 

 

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