El suicidio de la UNSA
Quienes se iluminaron con una luz de esperanza creyendo que la UNSA podría regenerarse aplicando la Nueva Ley Universitaria, deben estar hoy desconsolados, pues parece que a la que fuera la principal Casa Superior de Estudios de Arequipa y el sur peruano, no la salva ni Chapi.
Para nadie es una novedad que la universidad Agustina ya tiene una veintena de años de descrédito y desprestigio, producto de las gestiones rectorales que se caracterizaron, y caracterizan, por manejos corruptos, situación a la que contribuyó la desidia y/o complicidad de profesores, estudiantes y administrativos. Parecía que esos tiempos turbios llegaban a su fin con la promulgación de la Nueva Ley Universitaria que, en otras cosas y a pesar de sus defectos, abría la oportunidad de reformar la universidad para que retome la senda del conocimiento, investigación y proyección social que nunca debió abandonar.
Sin embargo, la primera reacción del propio rectorado agustino fue formar una organización para oponerse a la ley. A pesar de ello y refunfuñando tuvo que decretar la creación de la Asamblea Estatutaria, primer paso para adecuarse a la Nueva Ley y que incluye la elección de nuevas autoridades, con voto universal de todos los estudiantes. Curiosamente, esa Asamblea se vio envuelta en líos judiciales desde su nacimiento y prácticamente estuvo paralizada. En ese trajín, varios asambleístas respetables y prestigiosos la abandonaron, seguramente por decencia.
El asunto es que, más por obligación que deseo, la Asamblea Estatutaria, ha retomado su trabajo, luego de resolverse el lío judicial, y entre gallos y media noche, han decidido no sólo declarar que el nuevo Estatuto Agustino ya está listo, sino que también las elecciones universitarias se lleven a cabo este fin de mes. Es decir, elegir desde el rector hasta los decanos sin saber sobre qué se optar,sin candidatos, sin campaña, desconociendo el nuevo Estatuto y sabiendo que la universidad está prácticamente despoblada por la huelga de los administrativos.
Definitivamente, todo esto no es casual, pues detrás de estas movidas se nota la mano o manos de todos aquellos que han medrado de la UNSA y que hoy se resisten a que se genere la mínima posibilidad que San Agustín sea transformada. Es más, todo parece indicar que esta estrategia ha sido lucubrada y dirigida por los cornejos, valdemares y linares; es decir, el mismo grupete que controla a la UNSA hace una veintena de años y que hoy, con nueva ley en mano, pretenden manejarla por varios lustros más. ¿Los principales perdedores de todo esto?sus miles de estudiantes y, en realidad, toda Arequipa, que ante los grandes desafíos actuales, requiere de una institución académica que garantice la creación de capital humano con investigación, tecnología y proyección social, y no lo que es hoy: una tipografía de títulos sin valor.
Totalmente de acuerdo, el ejemplo pernicioso de J M Guillen sigue ronroneando la UNSA, todos los vicios hoy en día que se comenten en la universidad son hechos por sus “discípulos”, una especie de camarilla que cree que la universidad es su cofradía, donde nadie tiene el derecho de criticar y menos aun de compartir la danza de millones que mueven: que nunca rinden cuentas amparados en la menoscabada “autonomía”. Por ello nunca estuvieron por una nueva Ley Universitaria y para ello empezaron no solamente a judicializarla ,si no a dividir las organizaciones sindicales de docente y no docentes y mas aun de estudiantes con el fin de limpiarse el camino. Allí esta un dirigente “de izquierda” como Lazo Tovar que se ha prestado al juego y dividió la FENDUP a nivel nacional y debilito la lucha por la homologación docente y la aplicación de una ley q efectivamente reforme a Universidad, de acuerdo a las exigencias de nuestros tiempo. Pero no hay que caer en pesimismo menos aun en las lamentaciones,, no hay que mirar el proceso eleccionario a desarrollarse desde la comodidad de nuestros asientos, es hora de sumarse a la lucha por la transformación de la UNSA, desenmascarando y luchando contra el continuismo.
Y la situación actual de la UNSA y como viene siendo 2 decenios atrás es confirmada con los rankings nacionales e internacionales, como son Ranking Web de Universidades (WEBOMETRICS) de Europa 2015 en donde la UNSA ocupa el puesto 15 entre publicas y privadas de todo el Perú. En QS University Rankings: Latin America 2015 nuestra añeja casa de estudios ocupa el 201+ (o sea entre el 200, 250 y el 300, el último, casi da igual la posición). En el más confiable y serio como es el SIR realizado por Harward en el ranking 2014 la UNSA obtenía la ubicación 407 a nivel Iberoamericano y la posición 324 a nivel Latinoamericano. Sin embargo solo en el índice de EMPLEABILIDAD es donde la UNSA puede ser considerada a la par de la San Marcos de Lima, por lo demás es malísimo; y este año no participó por voluntad propia en el ranking de América Económica (menos confiable), donde hubieron 18 privadas y una estatal (San Marcos), y donde la Universidad San Pablo de Arequipa figura en el puesto 11, aquí se tomó en cuenta los ítems de Calidad Docente, Investigación e innovación, Empleabilidad, Acreditación, Internacionalización, Infraestructura, Selectividad académica, Inclusión.
Además que la huelga se ha hecho mal hábito típico que se repite año tras año en la UNSA como en nuestra ciudad, creo que la población en general ya está harta de la retórica dirigencial que defienden tal y cual cosa y las causas que han degenerado hasta llegar a este desgobierno donde cada quien hace lo que quiere y pide cuanto quiere y roba cuanto puede. Cuando se ve a las claras el anacronismo de gente que ya no sirve para lo que exige este milenio y no quiere dejar el cargo, hasta que alguien se decida en limpiar la casa y poner orden. No quiero pensarlo pero si la situación no cambia y se hace peor como ahora entonces se escuchará un retumbar desde el fondo que significa privatización en todo el sentido de la palabra y como remedio urgente para todos los que jalonean a la gallina de los huevos de oro y sobre todo a esa estabilidad laboral que es como su inmunidad. Hay tantos jóvenes mejor preparados con tantas ganas de trabajar como en cualquier empresa que hace un contrato entre dos, donde hay exigencias, méritos, capacidad, beneficios ganados y resultados laborales que se demuestran.