Encadenados
Independientemente de discutir si hay o no un cine peruano, lo real es que éste viene atravesando en los últimos años una especie de boom. Lo constatamos cada vez que vemos que los trailers del monopolio americano se entremezclan con las peruanas; cuando nos informamos de los miles o millones de personas que asistieron a determinado film nacional o cuando nos enteramos que en cartera hay decenas de proyectos cinematográficos. Si bien ese boom es básicamente limeño, también la provincia viene aportando, con las deficiencias del caso, con excepción de Encadenados, la reciente obra de Miguel Barreda Delgado que se alza como una de las más grandes películas del cine nacional.
Barreda es el único cineasta profesional que tenemos en Arequipa. Estudió y se graduó como director en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (DFFB), y luego de su primer trabajo (Y si te vi no me acuerdo), decidió regresar a la tierra para, cosa de locos, hacer cine desde aquí para el mundo, y vaya que lo está logrando.
Su segundo film fue por encargo (Ana de los Ángeles) y con Encadenados nos reencontramos con el Miguel Barreda que todos conocemos y admiramos: una historia, o mejor dicho diez historias de personas desoladas que parecen independientes, pero que se entrecruzan no sólo porque cada uno de ellos vive sus propios miedos, frustraciones, odios o traumas, sino porque, a las finales, construyen una unidad; diez historias de simples habitantes arequipeños, pero que también pueden ser de chilenos, americanos, alemanes, cusqueños o loretanos.
Creo que pensando en la proyección internacional que debiera tener Encadenados, Barreda reunió a un equipo actoral conformado por estrellas nacionales como Melania Urbina, Miguel Iza, Norma Martínez y Jorge Pelo Madueño (que también se luce en la música). Ellos se unen a un equipazo de estrellas locales como Martha Rebaza, Arcadio Ramos, Carlos Corso Holguín, John Dávila, Kike Casella, Lorena Pamo, entre otros.
Encadenados empezó a rodarse hace tres años y recién podemos verla en una sala arequipeña, lo cual gráfica lo complicado que es hacer cine desde provincias, no sólo por la propia producción sino, incluso, para ponerla en salas. A pesar de eso, Encadenados ya viene precedida por varios premios, como el que recibió Martha Rebaza a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Trujillo por su papel de Doña Clarita en la película.
De aquí, Encadenados se irá a Lima donde es esperada con expectativa, tal como ya lo han señalado varios críticos, lo cual debiera llenarnos de orgullo porque es una muestra que a pesar de las dificultades, puede hacerse cine arequipeño que contribuya a nuestro desarrollo cultural. Pero para que eso suceda hay que empezar con un apoyo mínimo que debe manifestarse asistiendo a la sala donde actualmente viene exhibiéndose. ¿Dónde? Cinépolis, hay cuatro funciones. Les aseguro que no se arrepentirán.