TV basura

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Una periodista me informa que 5000 jóvenes arequipeños han respondido a la convocatoria virtual para participar de la marcha contra la televisión basura que se realizará en unos días. Obviamente, la inquietud es saber si dicha marcha tendrá algún efecto o cómo puede leerse esta nueva movilización masiva, principalmente juvenil.

Creo que lo que ocurrirá el 27 (la marcha contra la “TV basura”), no puede entenderse sin tener en cuenta la movilización que originó la denominada “Ley Pulpín”; es decir, la reacción de los jóvenes contra una medida que sentían contraria a sus intereses y que lograron derogarla. Pero a la vez, dicha reacción no puede entenderse  sin considerar la situación de agotamiento y desprestigio del actual gobierno. Si a eso le sumamos la coyuntura preelectoral, entonces lo que hay que esperar es un año convulso o atravesado por movilizaciones o protestas sociales de todo lado y de todo tipo.

 En ese marco se ubica la denominada marcha contra la TV basura que no termino de entender,  pues  creo que es injusto calificar como tal a los actuales realyties o programas concurso que hoy dicen escandalizar a la población, ya que especialmente desde la década 90 la  televisión abierta de nuestro país está plagada de esos géneros cuya máxima expresión fue el llamado “Talk show”, que sí explotaba la miseria humana y que, además, tenía muchos vínculos con la política fujimontesinista de entonces, tal como lo demostré en una investigación.

 Tampoco entiendo qué se pretende detrás de esa marcha: ¿sacarlas de programación, regular la TV, formar un consejo de iluminados que decida qué debemos ver? Recordemos que tenemos un pasado sinuoso en lo que a control de medios se refiere; por tanto, esa no es la solución. Tampoco se trata de cruzarse de brazos. Creo que lo más conveniente es exigirle al Estado que cumpla con su  normatividad; es decir, así cómo se reglamenta  el consumo de alcohol o cigarrillos, protegiendo especialmente a niños y jóvenes, lo mismo podría hacerse con esos programas que dicen ser contaminantes y que están dirigidos a ese mismo público.

 En ese sentido, no se trata de prohibir, sino de reglamentar. Por ejemplo, los canales, productores y empresas promotoras o auspiciadoras  de esos programas deberían decir ante de su emisión: “Este programa embrutece”, o “El consumo constante de este programa  te idiotizará”. Creo que una obligatoriedad de ese tipo frente a estos programas (que debería extenderse a los noticieros, que igualmente son excrementicios) es más saludable que la pretendida intervención de los medios.

 Finalmente, para quienes protestarán este 27, ojalá lo hagan con un libro en la mano, pues no hay mejor antídoto contra los efectos de la denominada TV basura que una seña de educación y cultura, entendida ésta desde la perspectiva clásica de “seres cultivados”; es decir, ¿estás decidido a rechazar en serio la TV basura?, entonces cúltivate.

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Un comentario

  • Que se busca en la marcha contra la tV basura o otra cortina de humo o una estrategia de marketing eso lo sabremos el 27 , a lo que desde las veces que vi tv nacional la miseria de la gente mostrada pra que se aprovechen los medios o el rating en los noventa era maritere la tia bozzo hasta la usavecita monica zevallos mostraban la miseria de los peruanos pero le gusta al 80 % de la poblacion peruana y es una realidad de la cual no podemos escapar la pregunta es el aun presidente tomara una medida populista contra la tv peruana o tomara en cuenta lo que dice le grupo del comercio sobre este tema

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