Gestionando el riesgo

Iniciando esta semana, Arequipa despertó por un temblor. No fue un temblor de aquellos que nos tienen acostumbrados nuestra clase política que terminan solucionándose aparentemente con matecitos y paños fríos, sino un temblor real. 5,8 de grado y cerca de 120 segundos, según los expertos, es lo que duró el temblor que nos despertó abruptamente el lunes pasado y que obligó a muchos a levantarse, a pesar de la mona festiva que se tuvo por el Día de la Madre.

En medio de la tembladera telúrica, casi dispuesto a salir raudo de casa para evitar cualquier desgracia, me di cuenta que no tenía nada preparado. En ese momento recordé las constantes recomendaciones acerca del “equipo mínimo” que hay que tener para momentos como ese: agua, linterna, comestibles, abrigo, etc.

Me temo que así como yo, la mayoría de arequipeños sentimos ese lunes madrugador que no estamos preparados para una situación de esas, a pesar que sabemos que hemos decidido vivir en una zona altamente vulnerable y riesgosa. La consecuencia de tamaño descuido o falta de previsión hubiese sido desastrosa si es que el temblor elevaba su intensidad. Es decir, no tenemos una cultura preventiva, en casi ninguna de las áreas que tiene que ver con nuestra vida cotidiana. Eso quedó evidenciado, una vez más, en las pasadas lluvias de febrero y marzo; recordemos que la ciudad colapsó y aún sufrimos sus consecuencias, principalmente con las pistas destruidas y los desagües bloqueados. Hay que reconocerlo: nuestra ciudad es sumamente vulnerable, no por las manifestaciones de la naturaleza, sino por la cultura de la desidia, descuido o simple estupidez que tenemos, y que hace que en lugar de reaccionar con antelación, terminemos lamentándonos como plañideras.

Hay pues que crear una cultura de riesgos; hay que convencernos que las desgracias naturales no existen, lo que existe es el descuido o falta de previsión que son las verdaderas causantes de las desgracias. Hay que admitir que la nuestra es una zona altamente riesgosa, muchos más ante los efectos del cambio climático que ya estamos viviendo y sufriendo, lo cual debe obligarnos a acelerar y multiplicar esa cultura de riesgos y desastres que brilla por su ausencia.

Motivados por esa realidad, es que l asociación PREDES, Diakonie, Comunidad Europea y la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, entre otras instituciones, han decidido llevar a cabo un seminario taller que empieza hoy y que reunirá a expertos nacionales y locales que abordará, desde diferentes ópticas, la cultura de la gestión de riesgos y desastres. Además, estarán presentes autoridades de otras regiones del país que expondrán los avances y logros obtenidos en sus zonas en relación a la prevención que vienen poniendo en marcha desde hace algún tiempo. También habrá talleres que servirán para recoger información y propuestas que ayuden al diseño de una política de riesgos y desastres que nuestras autoridades debieran poner en marcha en nuestra región.

Es decir, durante dos días (jueves y viernes) los expertos discutirán un tema que es vital para nuestra región, y que debiera ser uno de los puntos principales en las agendas, tanto de los gobiernos locales y regionales. Sólo queda esperar que, luego del evento, los resultados de ese trabajo sean oídos y puestos en práctica por nuestras autoridades, no por mandato legal, sino por un sentimiento básico de afecto y preservación a los nuestros, a los que amamos.

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