Ahora en teleradio

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Desde hace unas semanas vengo colaborando con el Diario El Pueblo, en su versión radial, y Canal 39, con comentarios o análisis de actualidad. En mi primera intervención lo que hice fue agradecer a los directivos de esos medios por la oportunidad que me brindan para tener el privilegio de compartir mis ideas y pensamientos masivamente.

Debo confesar que esa experiencia de estar conectado semanalmente, ahora vía radio y televisión, es novedosa para mí; mucho más luego de haberme alejado ya desde un año atrás del semanario El Búho, donde por diez años, también semanalmente, hacía llegar mis ideas o pensamientos a una pequeña masa de lectores. Muchos siguen asociándome a ese semanario que, creo, ayudé a impulsar y fortalecer, pero luego de diez años me alejé porque sentí que acabó mi ciclo, otras tareas se convirtieron en más prioritarias, así que El Búho se trasladó al cajón de recuerdos y experiencias que uno va acumulando en la vida. Varios me han preguntado mi balance de esos años en términos de beneficios o aportes comunitarios. Como ya lo he posteado varias veces, lo único que me dio El Búho, personalmente, fue un capital simbólico; a nivel comunitario, creo que poco o nada se logró.

El asunto es que hoy retomo mi contacto con los medios masivos tradicionales. En esta ocasión es con la radio y televisión que, definitivamente, alcanza a una mayor masa, esta vez de oyentes y televidentes. Masa, medios de comunicación, ideas, opinión, etc. son términos que nos ponen en contacto con un tema trascendente en el mundo contemporáneo: el de la acción comunicativa, como diría el viejo Jürgen Habermas, que pareciera ser un proceso fácil, mucho más en la actualidad en donde abundan tantos medios, no sólo los tradicionales, sino también los actuales, como las redes, facebook, twiter, etc. Sin embargo, la gran paradoja es que en medio de ese mar de alternativas y tecnologías para ejercer esa acción comunicativa, la comunicación en la sociedad, entre nosotros, es cada vez más difícil. Es decir, nos entendemos cada vez menos, o mejor dicho no queremos entendernos, no queremos captar los verdaderos mensajes para obrar de la mejor manera.

Quizá el mejor ejemplo de esta paradoja, que a la vez es un problema serio en el mundo contemporáneo, nos los está dando nuestro vicepresidente Omar Chehade; pues él es el único que no quiere entender el mensaje que no sólo le ha dado el país, sino el mismísimo presidente de la república. Es decir, todos le viene diciendo que por el bien del gobierno, de su organización política, del país, dé un paso al costado y deje la vicepresidencia. Sólo él no quiere entender. Sólo él no quiere captar el mensaje.

Desde este punto de vista, más allá del daño político que le viene ocasionando a su partido y al país, Chehade, además, nos está dando un extraordinario ejemplo de lo difícil que es comunicarnos en este mundo atravesado por la comunicación.

Mis comentarios teleradiales son todos los jueves a las 7:30 de la mañana, vía TVT canal 39 y radio 960 am, ambos de la corporación del diario El Pueblo.

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2 comentarios

  • Un abrtazo y saludo Jose Luis, por tu retorno a los medios de comunicación.

    atte.

    Guillermo Yaguno

  • ieron en más prioritarias, así que El Búho se trasladó al cajón de recuerdos y experiencias que uno va acumulando en la vida. Varios me han preguntado mi balance de esos años en términos de beneficios o aportes comunitarios. Como ya lo he posteado varias veces, lo único que me dio El Búho, personalmente, fue un capital simbólico; a nivel comunitario, creo que poco

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