Suelo parejo o con baches?

Pasado el discurso inaugural de nuestro nuevo mandatario, hay muchos que respiran tranquilo, pues, dicen, que no hay sorpresas, que los cucos o fantasmas izquierdosos que rodean a Humala, eran eso: fantasmas y que, por tanto, con el suelo parejo, no hay de qué preocuparse. ¿Será verdad tanta belleza?

Es cierto que su mensaje fue moderado y además reivindicatorio (no me refiero a la Constitución del 79, tema al que me referiré luego), sino a nuestros más grandes pensadores, como Haya, Mariátegui y Basadre, políticos e intelectuales de talla que debieran ser permanentemente recordados y releídos, principalmente por las enclenques organizaciones políticas que deseen reformarse en serio. Además fue un mensaje cumplidor y prometedor a la vez; es decir, anunciar crecimiento económico con inclusión social, respeto a los TLC, lanzamiento gradual de programas sociales como Pensión 65 y Cuna Más, incremento del Salario Mínimo Vital y fortalecimiento del rol económico Estado a través de empresas estatales, etc. no hacen más que confirmar lo que prometió en su Hoja de Ruta; es decir, su plan de la segunda vuelta. Bien por eso ya que justamente es lo que mantiene aliviados a muchos.

El problema es, como casi siempre, el cómo. Tras los anuncios que hacían saltar de algarabía a sus seguidores congresales, no había ningún proyecto de ley a remitirse al congreso para que éste empiece a trabajar. Se espera que dentro de unas semanas esa sea la labor del nuevo presidente del Consejo de Ministros. Así que, a seguir esperando; sin embargo hay señales que deberían preocuparnos, especialmente los que están ligados a las MYPE, pues cómo van a afrontar el mandato de aumentar el mínimo vital. En Arequipa se de pequeñas empresas están a las justas, con el mandato de subir el mínimo a 25%, no me imagino cómo la van a hacer.

Otra preocupación: eso de recrear una línea aérea de bandera, me recuerda inmediatamente el servicio vergonzoso que tenía Aeroperú y ni qué decir de Enapu y la marina mercante, igualmente ineficientes. Creo que en lugar de hablar de cómo botar esos millones de dólares o de dirigirlos a varios bolsillos corruptores, debería hablarse de cómo redireccionar los programas sociales, que si bien fueron abordados, tuvieron una gravísima omisión: no se planteó metas de gobierno al 2016. Es decir, no sabemos qué país tendremos de aquí a cinco años, cómo avanzamos, o no, en relación a los Objetivos del Milenio, cuyo reporte deberemos de presentar en el 2015. Es decir, allí hay una nebulosa.

¿Omisión involuntaria? Puede ser. Como involuntaria o inocentemente provocadora haya podido ser la referencia a la Constitución del 79. Sin embargo, como en política nada es casual, hay que estar atentos de qué se esconde a esa referencia. Con el paso de los días, y a través de varios nuevos ministros y parlamentarios humalistas, ya sabemos que dicha alusión no fue casual, sino que responde a un proyecto político cuyo objetivo es reivindicar o retomar la Constitución del 79. Es más, el propio Ministro de Justicia ha dicho que no es delito discutir el tema y que, además, “el pueblo ha votado por una verdadera transformación”(¿?) . Es cierto que no hay ningún problema en plantear debates constitucionales, pero de allí a creer que todo se soluciona con nuevas constituciones, es una falacia. Por otro lado, de dónde ha salido que el país ha votado por una gran transformación? Parece que los humalistas ya se olvidaron que sólo los respalda un tercio del país.

En ese sentido, no creo que el suelo esté parejo, sino que ya empieza mostrar ciertas grietas que ojalá no se transformen en baches, que luego hagan de nuestro camino como país, uno verdaderamente intransitable.

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