Lecturas
El estudio también hace una conclusión reiterativa acerca de las consecuencias orgánicas y sicológicas que provoca el alcoholismo y sugiere como solución, entre otras, que se establezca un curso obligatorio en las escuelas para prevenir esta enfermedad. Como puede verse, una investigación básica que, de seguro, se enriquecerá con aportes multidisciplinarios, tal como lo reclama el autor.
Juan Mendoza Huerta. Mi nombre es…y soy alcohólico. Cornejo & Oblitas, Arequipa, 2010.
Y cagan las niñas sin pudor.- Sorpresiva y agradable incursión de Jonathan Segura, cronista policial de este semanario, al campo de la poesía con este, su primer poemario Y cagan las niñas sin pudor.
Versos sólidos y bien armados (te amarraré un hilo blando a las hélices/y te jalaré torpemente por los pasadizos de la casa/hasta estrellarte en cada una de las ventanas/que permitieron luz a tus misterios/y diré que sólo soy un niño/que nunca conoció el cielo), auguran la presencia de un vate que destacará pronto en las letras locales.
Comentario aparte merece el libro en sí, pues se inscribe dentro de esa categoría de libro-objeto que, por suerte, viene imponiéndose en nuestra ciudad y que también presagia una hornada no sólo de artistas de la palabra sino también de gente sensible con el libro como producto final que también debe de gozarse estéticamente. Realmente, una grata sorpresa.
Jonathan Segura. Y cagan las niñas sin pudor. Malacara, Arequipa, 2010.
Me parece excelente que en arequipa se haya hecho una investigacion cualitativa sobre el alcoholismo.
En el peru hay muchos temas de interes que se pueden investigar eficientemente con esa metodologia. Aplaudo esta publicacion y a su autor, pues es posible que sea una semilla para que otros investigadores arequipeños hagan uso de herramientas cualitativas para analizar temas de la sociedad arequipeña. Leere con mucho interes este positivo aporte a la investigacion arequipeña. Mientras tanto solo queda decir: Bravo!
para quienes conocemos en carne propia que es ser alcohólico, saber que un 20% se rehabilita es alentador, no es fácil salir de eso, el programa de alcohólicos anónimos lo que hace es ayudarte a vivir con la enfermedad y sobrellevarla para evitar recaídas, pero no sólo eso AA también te enseña a vivir de verdad, una visión que a la gente (sobria supuestamente)le haría mucho bien conocer, de ahí debe ser la apreciación positiva del autor de la investigación.