Vargas Llosa en Arequipa

Mario Vargas Llosa, nuestro más acreditado escritor y pensador universal, llegó a su tierra natal para cumplir un par de compromisos: poner la primera piedra a un nuevo centro de formación educativa y ocupacional e inaugurar una biblioteca que llevará su nombre

El primer proyecto lo impulsa el Arzobispado de Arequipa y consiste en crear el Centro de Estudios y Desarrollo Humano Integral (CEDHI), una especie de instituto dirigido a jóvenes de escasos recursos para capacitarlos en carreras técnicas de fácil empleabilidad. El segundo proyecto lo impulsa el Gobierno Regional de Arequipa y consiste en la producción de libros físicos y virtuales destinados a la población de toda Arequipa; es decir, la biblioteca tendría su sede en las ocho provincias de la Región, vinculándose directamente con la Biblioteca Nacional, quien sería el soporte para la creación del fondo bibliográfico virtual y tradicional. Ambos proyectos son interesantes e importantes, pero no dudo que el primero sí funcionará y el segundo se convertirá en otro fiasco de la actual gestión regional.

La razón es simple, mientras el primero cuenta con una dirección y fondos foráneos (la Comunidad Autónoma de Madrid y la empresa Repsol), el segundo deambulará y se perderá en el marasmo de la insuficiencia, propia del Gobierno Regional. Es cierto que detrás del proyecto están las ganas y voluntad de Alonso Ruiz Rosas, pero temo que su buena intención será absorbida por la burocracia perversa que tiene esa entidad.

El actual Gobierno Regional ha hecho gala de su poco interés de poner en marcha una verdadera transformación educativa. Cuatro gerentes educativos, uno por año, dan muestra de eso. Es cierto que ha apoyado la publicación de algunos libros, pero sospecho que han sido productos más de voluntades individuales que de una auténtica política cultural. Y ni qué decir, de las ferias libro que ha organizado, cada una más esperpéntica que otra. Ahora, de los auspicios prometidos a la Feria Internacional del Libro, por ejemplo, hasta ahora no cumple con el aporte económico con que se comprometió. Con esos antecedentes, cómo creerle al gobierno regional, que por otro lado ya está de salida, que su proyecto “Biblioteca Vargas Llosa” se materializará. Yo, no le creo.