Aprendiz de vampiro

Nos preguntamos cuánto de regalías debiera estar cobrando Bram Stroker por haber creado a Drácula, el vampiro más conocido del mundo. Esa interrogante nos asalta al comprobar la fascinación que tiene la industria holiwoodense con los vampiros que, dicho sea de paso, los crea para todos los gustos y medidas.

Los chupasangres de Aprendiz de vampiro, tienen el mismo tono que los de la saga de Crepúsculo; es decir, adolescentes extraviados que no saben donde ir ni qué hacer, pero la diferencia de esta nueva saga, basada en la obra de Darren Shan, es que estos jóvenes vampiros son absolutamente irreverentes. Desde esa perspectiva, esta cinta, más que de horror es de humor.

En medio de ambientes totalmente freak, donde resaltan los personajes y principalmente una desubicada y aseñorada Salma Hayek, la pelicula nos quiere vender el cuento que hay vampiros buenos y malos y que incluso en ese reinado hay guerras por la mantener la paz.

Quizá lo único rescatable de la cinta, que amenaza con ser el preludio de una trilogía, es que hay pasajes que se constituyen en todo un homenaje a auténticos clásicos en ese género, como el Dr. Caligari. Luego de eso, nada que ver, a menos que se quiera pasar un rato de entretenimiento para ver escenas totalmente estrafalarias.