Avatar

James Cameron ha regresado luego de catorce años a la pantalla grande no sólo para mostrarnos su más reciente alucinación, sino también para hacernos sentir, como nunca, la necesidad impostergable de que nuestra ciudad cuente con salas de cine modernas.

La razón es sencilla, Avatar debe verse en una sala que cuente con tecnología 3d, sólo así puede disfrutarse esta cinta que visualmente es una maravilla y que demuestra porqué el creador del cine ostentoso moderno, porqué “El rey del mundo”, como se autodefiniera en Titanic, ha tardado tanto en regresar al cine.

Cameron convierte a Avatar en un éxtasis constante. Quizá la historia sea simple y varias veces llevada al cine(el héroe que descubre un nuevo mundo y que desea salvarlo de la amenaza humana), pero el embeleso viene con los personajes creados, la puesta en escena, el color, la música de fondo, etc. Demás está decir que hay momentos memorables donde, justamente, uno piensa cómo se verían si es que tuviéramos en nuestra ciudad la tecnología con que esta cinta ha sido concebida y realizada.

Si es que pensábamos que en estas fechas faltaba una cinta navideña, creemos que Avatar, sin los mensajes papanuelescos, pero sí ecológico, es la cinta que debería ser vista con nuestros enanos de casa para que ellos también gocen de este despliegue visual y, de paso, de una historia que los emocionará.

Con esta maravilla cinematográfica, que de hecho, será oscarizable, despedimos esta temporada de Butaca hasta el próximo año. Sólo queda desearles unas felices fiestas y que en el 2010, el buen cine nos siga acompañando para enriquecer nuestras vidas.