Universidad en caída

uap

Noventa días y la huelga de las universidades nacionales continúa, en especial en la Universidad Nacional de San Agustín que es una de las pocas que la acató fielmente desde el primer día. Así como crecen los días de paralización, crece también los escándalos en los que está involucrada esa empresa de títulos universitarios que es la estrambótica Alas Peruanas (UAP).

El día de hoy, la portada de Perú 21 es Alas afortunadas. Allí uno puede enterarse cómo es que en tan sólo once años, una empresa que nació con 1,000 soles de capital, cuenta ahora con 200,000 millones que son administrados, cual feudo, por su dice autodenominado rector, Fidel Ramírez Prado. Esa noticia explica porqué no hay animó de parte del Congreso de abrir investigaciones sobre sus nexos con el poder. Así que por ese lado no pasará nada.

Lamentable decirlo porque si la huelga universitaria tenía una oportunidad de llamar la atención de la opinión pública y ganársela a su causa, era justamente esa. Es decir, los docentes universitarios, que persiguen la bendita e impracticable homologación desde años, pudieron haber aprovechado el caso de la UAP para exigirle al gobierno que atienda de una vez por todas, el drama de toda la educación superior en el país, promulgando una nueva ley universitaria.

Creo que ese era el momento. O sea, la fórmula: huelga universitaria nacional+ desprestigio de la universidad privada hubiese podido generar una corriente que podría haber solucionado el problema. No ocurrió porque, como sabemos, a la propia universidad pública no le interesa una nueva ley universitaria, ya que ésta cuestionaría una de las causales del drama universitario: la autonomía universitaria. A su vez, a la universidad privada y principalmente a empresas tituladoras como la UAP, tampoco le interesa porque justamente les cerraría el negocio.

Mientras tanto, con los parches que se vienen discutiendo para resolver este problema, como la cancelación de licencias universitarias por cinco años, poco o nada solucionará. Al contrario, la educación superior seguirá haciendo agua, al extremo de convertirse en una medio más de exclusión social en el país, pues sabemos que los estudiantes que están en universidades como San Agustín o Alas están condenados a ser marginados del sistema ocupacional frente a otros que sí tuvieron la ocasión de invertir en centros superiores como la PUCP o UP. Así de sencillo y cruel.

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Un comentario

  • si pues estamos en la peor crisis universitaria de la historia, autoridades corruptas, que solo piensan en el maldito lucro personal y familiar dandoles trabajo a sus inteligisimos parientes con unos sueldos altisimos, muchos de ellos ni van a trabajar y se convierten en trabajadores fantasmas, docentes inconcientes, incapaces, muchos de ellos tienen un sueldo significativo, pero quieren mas mas HOMOLOGACION, el debate se abre y nos preguntamos si realmente merecen un aumento de sueldo, lo justo seria homologacion con evaluacion, creo que la mayoria de docentes no estaria deacuerdo con esa medida por otro lado los estudiantes, hay una apatia ttremenda por parte de ellos, al estudiante ya no le importa estudiar verdaderamente, ya no se hace respetar y no tiene opinion critica en cuanto a nustra universidad..
    esto debe de pasar en todas las universidades nacionales del pais..
    si que estamos en un cambio, pero negativo..

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