Pobreza, entre la suspicacia y el delirio

Premiado. Así es como me sentí el martes después que saliera publicada la noticia del INEI dando cuenta de la reducción en ¡ cinco puntos ! de la pobreza en nuestro país. Definitivamente, la noticia ha causado más desconfianza que algarabía y es por esa razón que varios medios de prensa me buscaron para entrevistarme en mi condición de Coordinador Regional de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, MCLCP.

La mayoría de periodistas que me interrogaron no podían creer lo que decía el INEI: que la pobreza en nuestro país experimentó una reducción de 5.2 puntos porcentuales, pasando de 44.5% a 39.3%. ¿Pero cómo? retrucaban ellos. Entiendo la desconfianza, mucho más en un país como el nuestro en donde esa actitud es una constantante alentada en los últimos años por los propios políticos y sus malos gobiernos. A mí también me sorprendieron las cifras, pero si no fuese porque el estudio hecho por el INEI está respaldado por varias organizaciones respetables, como la PUCP, UP, BM, etc., entonces yo también caería en la suspicacia.

Así que mi primera tarea en las entrevistas fue invitar a los periodistas a cambiar de actitud, tarea harto difícil en profesionales que han hecho del recelo un instrumento que les ayuda a agudizar su visión y olfato. A pesar de eso, les señalé que se trata de una caída significativa que nos acerca mucho más a la meta que la MCLCP tiene para el 2011; es decir, que el país tenga 30% de pobreza. Desde esa perspectiva, los datos del INEI son positivos, pero eso no deben impedir reconocer lo alarmante que todavía significa el hecho de que cuatro de cada diez peruanos viva en situación de pobreza y que catorce de cada cien sean pobres en grado extremo.

¿Pero, el alza de los precios, los pobres de La Unión, etc? preguntaban los periodistas. Y tiene razón, pues la pobreza se ha reducido básicamente en las zonas urbanas. En nuestra serranía, donde no solo hay pobreza sino pobreza extrema, es decir, que allí la población no tiene ni siquiera para satisfacer su canasta básica de alimentos, la pobreza casi se mantiene inalterable, como es el caso de Huancavelica donde los pobres son el 85.7%. Esa es una realidad que no debemos desconocer y que debería ser el medidor del gobierno para evitar caer en el triunfalismo delirante que han mostrado recientemente.

Justamente es esa pobreza existente aun en nuestro país la que alimenta la desconfianza y, más aun, las protestas de la población. Por otro lado, como también lo advertí, para terminar saltando de un pié con esas

cifras, lo que hay que preguntarse es si hay un enfoque de desarrollo humano detrás de ellas. Es decir, usando la visión que de la pobreza tiene la MCLCP, hay que saber si esas cifras van acompañadas de otros elementos fundamentales como educación, servicios públicos, institucionalidad, etc. Si no es así, esas cifras son temporales y frágiles. Eso es lo más difícil y creo que poco o nada está haciendo el gobierno para avanzar en esos aspectos y, por lo tanto, combatir la pobreza del país en serio. No es aconsejable que el gobierno se reviente cohetes con tanta anticipación, en todo caso sería bueno que recuerde que esa es una reacción que le corresponde a la población, no ahora, sino en el 2011.

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