“El país está listo para una nueva dictadura”

Tal como lo anuncié, estuvo nuevamente por la Ciudad Blanca, nuestro colega Hugo Neira para participar del programa de celebraciones por los cuarenta años del Mayo Francés con la excelente conferencia ¿Después de Mayo?, Junio. Como cuando llegó el año pasado, también traído por la Alianza Francesa, Neira concedió al equipo periodísitico de El Búho, una larga entrevista para abordar varios temas. En esta oportunidad, el diálogo lo condujo Jorge Álvarez.

“El país está listo para una nueva dictadura”
¿Qué ocurría en el mundo para que se desatara una revuelta como la de Mayo del 68?
Mayo fue una sorpresa, y eso es muy importante para nosotros porque nos ayuda a comprender que hay acontecimientos que irrumpen, que cambian las cosas, y los grandes trastornos ocurren muchas veces sin que las cosas se preparen. Nadie esperaba una revolución, y mucho menos de un sector privilegiado, ya que los estudiantes que la iniciaron, provenían de una minoría muy restringida. Además, marcó un hito: se descubrió que el actor político, que puede poner en cuestión el capitalismo y la sociedad, no es pues, el obrero, necesariamente. El nuevo actor político es el estudiante, es el profesor, es el mundo del conocimiento.

¿Qué vino después, es decir, qué significa ese “junio”?
El junio del que yo hablaba es el retorno a la individualidad. Somos personas muy obsesionadas por el concepto de gobierno, el Estado. Hay que pensar en la sociedad. Por ejemplo, el Estado es débil en nuestro país y una señal de eso es lo poco que recoge en tributos. Una de las pruebas del desorden social es la incapacidad que tenemos de sostener al Estado a través de los impuestos. Los informales, que son la gran economía del Perú, no pagan un centavo.

¿Esa informalidad es la que está destruyendo al Estado?
No desapareciendo, simplemente está haciendo que sea un Estado impotente, que no tenga recursos. Los peruanos se desolidarizan por dos razones: arriba, la clase alta jamás soportó el poder, ni siquiera de los virreyes; y a bajo, el sector informal se ha hecho solo, y aunque hay ricos entre ellos, no contribuyen. ¿Cómo vamos a tener “gasto social” si no hay contribución?

¿Por qué naciones con menos recursos lograron desarrollarse y el Perú se sigue quedando?
Yo me he pasado, treinta años dentro del vientre de la ballena preguntándome, ¿por qué diablos hubo desarrollo en Inglaterra, en Holanda, o en Francia? Porque tuvieron revolución industrial que aquí no tuvimos, tuvieron burguesía, que aquí no ha habido, lo que tuvimos aquí fueron oligarquías, y luego tuvieron Estado. Nosotros no hemos creado estados desde México hasta Chile. Allí está nuestro retraso. No tenemos orden. El orden no es ni de izquierda ni de derecha. El orden es el orden. El Perú es un país casi ingobernable, a los que ponen en Palacio, los llevan en andas, y después, los odian. Entonces, los que están arriba son víctimas de la ciudadanía peruana, que luego se dedica a lo que le encanta: a que nadie lo mande. ¿Quién se atreve a ordenar todo esto? Salvo que nos demos cuenta que la democracia es el “auto ordenamiento”.

En ese contexto de desorden ¿Cómo funciona el aprismo de hoy?
Yo los entiendo (a los apristas) así. Por un lado a se hacen esta pregunta ¿Para qué sirve ser aprista si después de todo no estamos en el Gobierno? Por otro lado también dicen: no vaya a ser que el compañero Alan tenga razón y la economía esté caminando de otra manera. Ahora ¿de qué te agarras en la malagua de la sociedad peruana? De los sólidos. Y sólidas son las transnacionales. Entonces me pongo a pensar: qué le pasará a mi amigo el presidente Alan García, en quién se puede apoyar seriamente para tener una sensación segura de poder hacer algo: en la parte moderna de la burguesía y en la parte moderna de las transnacionales.

Pero en medio de tantos conflictos, ¿surgen alternativas?
Yo siempre he dicho, cuando hay un vacío entre la sociedad peruana y el Estado, alguien llena ese vacío. Un tiempo fue Cooperación Popular, con Belaúnde, luego fue Sinamos, con Velasco, deshicieron Sinamos y apareció Sendero. Desaparece Sendero y salen Ong’s. Quien controla eso, controla la articulación entre el descontento popular y la relación con el poder. Yo qué culpa tengo de que ningún partido haga ese trabajo de articulación, en esa desarticulación peruana de partidos, hay otros que ocupan el espacio.

¿Y qué podemos hacer frente a la aparente pasividad con que vivimos frente a la sociedad?
La tradición de construir individuos libres y autónomos, es decisiva. ¿Crees que se hace en nuestras escuelas? No. A los niños les enseñan a consensuar. Me quedo espantado de los comportamientos de los peruanos. Le preguntas a alguien qué piensas de esto o lo otro. ¿Y sabes lo que hace? Mira a los lados, busca consensos. No tiene pensamiento propio. Tiene que decir algo “políticamente correcto”. O sea, ¡Qué horror que se me ocurra algo original! O que tenga un pensamiento discrepante. Estamos listos para una buena dictadura.

¿Y qué hacemos con el Perú?
Hablar y decir las verdades sociales con espíritu crítico. Se chupa mucho en el Perú, se come mucho, estamos gorditos. Fíjate… ¿este es un país pobre? A ver. Primera enfermedad: diabetes. Esa es enfermedad de ricos. Anda ve a la playa, todos están gorditos y encima nadie sabe nadar. Es una sociedad desigual, hay núcleos de pobreza terribles, en pueblos donde te da una apendicitis y te mueres. Peor en la ciudad, en Lima ¿has visto cómo compran? Hay que educar a esa clase emergente. Allí está el futuro.

LA SOCIEDAD DE LA NEUROSIS

¿El racismo puede ser explotado también por los grupos de poder?
El tema del racismo es un tema político. Es un tema de los ciudadanos. En todas partes existen ganas de insultar racialmente. Existe racismo porque nada protege a unos de otros, porque el peruano es enemigo del peruano. Mira, cuando un francés tiene ganas de decirle a alguien “sucio judío” o “sucio negro”, se lo calla, y sabes por qué. Porque el agredido va a un juzgado de Policía y lo acusa y se le abre un juicio. No es broma. Está prohibido por la ley el trato racista.

O sea, sólo porque hay ley¡Me importa poco! No se trata de que los hombres sean ángeles. Tal como son, se inhiben porque son ciudadanos de un estado de orden, y no pueden insultar racialmente. Nuestro país es el más ácrata del mundo, no hay ley alguna, puedes insultar a cualquiera, nadie te lo va a cobrar, y por lo tanto te sale lo que todos tenemos. No se trata de que los hombres sean angelicales, los hombres son lo que son, y tal como son tienen que ir a un autocontrol, y eso es lo que nos separa de los animales y de las bestias. Para Freud, un ser civilizado en un ser que se reprime. Por ejemplo, pasa una muchacha, bellísima, yo tengo unas enormes ganas de meterle la mano al poto, pero no puedo, no debo, me reprimo, sufro. Esa represión hace de mí un ser moral.

¿Pero esa represión no nos termina atormentando?Ahí está, tienes que elegir entre ser una persona civilizada con un elemento neurótico, o ser lo contrario. ¿Sabes quiénes no tiene neurosis? Los que están en el patio 5 de Lurigancho, los psicopatazas esos, ellos tranquilos no tienen ningún problema. Eso irreprimible es el “no ciudadano”, es el salvaje no represivo de nuestra sociedad. Cuando aprendamos a ser educados, pero no el educado que tiene que tomar el té con el dedito levantado, sino el educado que dice “que buena está la chica pero aquí me aguanto nomás”, estaremos hablando de una mejor sociedad. Esa persona, neurótica, bienvenida. Viva la civilización de la neurosis. Pero tiene sus compensaciones por si acaso.

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