Expiación: más allá de la pasión

Después de la deslucida ceremonia del Oscar, esta es la primera cinta de las que entró en concurso, que llega a salas mistianas y que, en opinión nuestra, debió merecer mejor suerte.
Esta es una película de amor, de tragedia, de culpa, de guerra; es decir, todos los elementos que, sumados a un montaje fastuoso, hacen que sea una superproducción, con más de dos horas de duración, que no abruma, sino que es digerida fácilmente; o mejor dicho, encantadoramente.


La historia nos presenta a dos hermanas conflictuadas por embrollarse con un mismo tipo, aunque de distinta manera: una lo hace por un auténtico amor pasional y la otra por simple antojo infantil. A esa disputa afectiva se va a sumar el drama que empieza con la partida, involuntaria, primero a prisión y luego a campos bélicos del añorado amante.

Podrá decirse que el relato es por demás previsible, pero eso pasa desapercibido al espectar una estructura narrativa bien articulada cuya emoción va en aumento a medida que la trama avanza hacia la fatalidad. A eso hay que sumarle una actuación impecable, tanto de Keira Knightley y James McAvoy, aunque hay que reconocer que el de la niña Saoirse Ronan, se los lleva de encuentro.

Como si todo eso no fuera suficiente, la ambientación, el vestido, la fotografía y la música terminan componiendo una película notable que, como lo decimos arriba, debió merecer mejor suerte en el reciente Oscar. Espero pensar lo mismo después que vea a los hermanos Cohen.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *