Month: abril 2011

42.- La última carta (II)

[Visto: 1620 veces]

Te quiero mucho y sin darme cuenta
cual sol iluminando sin medida,
cual pañuelo dando despedida,
cual ira a la torva afrenta.

Pero si mi amor no te contenta
y te es como página perdida,
si ajenos, los días de tu vida,
no importa lo que por tí sienta.

Porque puedo esperar, y olvidar,
retornar a mi vida pasada.
¿Para qué las tristezas recordar

si la vida será continuada
por nuestros encontrados destinos
aunque por diferentes caminos? (más…)

41.- A la naturaleza

[Visto: 1193 veces]

Vivir entre colinas,
lejos de las sierpes de asfalto,
refugiado en las alturas,
en los montes serranos,
lejos del mar
y de las moles de concreto urbano.

Vivir entre soledades
donde se pueda ver
el amanecer inmaculado,
lejos de las garras vejadoras
del smog urbano,
lejos de vivir pendiente
del reloj y del horario.

Vivir junto a un río
y ver las aguas cristalinas
nacer de las alturas,
sentir la lluvia y el granizo,
lejos de las minas,
las haciendas y los pueblos.

Vivir entre pastizales
y chozas hechas por las propias manos,
solo, como un ermitaño
contemplar el rocío matinal
como sudor límpido
de la hierba verde
tachonada de tréboles
de múltiples hojas.

Ver animales salvajes
y domesticarlos sin evitar el riesgo,
ver las aves volar
y pensar
que podemos imitar su vuelo,
oirlas cantar
y hacer nuestro el dulce canto.

Ver el sol
despejando las tinieblas,
mañana y tarde,
y oir el viento silbar canciones
tan viejas como el tiempo.

Ver lagunas,
patos navegando entre sus aguas,
ver los tallos felices
crecer y llegar a ser totalmente plantas,
gritar y por nadie ser escuchado,
sentir las voces altisonantes
perderse entre la inmensidad
de la llanura,
por entre rincones inaccesibles
de los Andes,
escuchar el eco
y saber que es el único
que nos escucha.

Y captar a Dios
en lo poco de ese universo intangible
que una vez creara,
ver su grandeza plena
y compararla con la
capacidad del hombre,
sentirnos pequeños
y verlo a ël tan inmenso.

Y darle gracias,
porque nuestros ojos
captan la belleza del paisaje,
porque nuestros oídos
sienten la acústica del viento
en el horizonte,
porque podemos tocar
si nos lo proponemos
un poco de esa grandeza,
porque podemos sentir
la fragancia de los prados;
lejos del estiércol de las ciudades,
porque podemos beber
del cáliz de la esperanza,
del cáliz de su grandeza,
del cáliz de las maravillas
que nuestro mundo encierra.

Podemos sentirnos
hechura suya,
transformadora
de la naturaleza
pero no su verdugo,
podemos apreciar
el ser a Él ser iguales,
el ser poco
y a la vez tan inmensos.

¿Qué sentiré
al volver de este viaje imaginario
al hormigueo de las urbes masificadas,
al ruido de motores y personas alienadas,
a las visiones de las casas en los cerros
y mansiones elefantes blancos,
al opulento y al que se muere de hambre,
al hombre joven y al que se hace viejo?

No quiero regresar nunca. (12/08/85) (más…)

40.- Divagando

[Visto: 1059 veces]

Baladas y voces que se confunden,
un paisaje nunca visto por mis ojos,
la quebrada que se pierde en lo lejano,
el viento y su caricia transparente.

Los árboles grandes cuyo nombre ignoro,
los cables de alta tensión ultrajando el paisaje,
el silencio, los gritos…

La televisión musitando alienación
la imagen brillante dañando mis ojos,
una balada triste envuelve mi corazon
y me transporta hacia los recuerdos…

Las ramas movidas por el viento que sopla,
algunas ramas están secas,
el tronco petrificado;
la neblina enseñoreándose en lo alto,
el viento al soplar, imitado por sintetizadores,
la naturaleza ultrajada por la mano del hombre,
el sentirse suspendido y arrojado entre la nada…
No comprendo.

* * *
El techo rojo de una casa
avisto a lo lejos,
las hojas secas se están cayendo,
así como yo me suspendo
en este éxtasis que no comprendo.

Nunca me sentí así,
perdido en otra dimensión,
y no estoy embriagado,
ni he fumado marihuana,
la morfina no corre por mis venas,
no estoy triste ni frustrado,
no estoy desilusionado
y sin embargo,
me siento muy extraño… (08/08/85-12/08/85)
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38.- Apagón

[Visto: 928 veces]

La luz escasa,
el paraje perdido entre las sombras,
una canción americana
distorsionada
por la escasa potencia
de la radio.

Es una canción triste,
las voces gimiendo, casi llorando,
la luz siempre parpadeando
sin decidirse a los cerrrar.

Se confunden la luz
y los sonidos de la radio,
como se confunde la adversidad
con los vientos favorables,
como se confunden el poder
y la impotencia,
como se confunden la estridencia
y el mutismo,
como se confunden las voces
y los gritos,
como se confunden el cuerpo
y el espíritu.

Gime la canción,
la luz parpadea,
la fusión de la luz
y la canción
no tardará en ponerse a llorar.

Se acaban ya
las baterías de la radio,
el foco de la luz
pronto va a quemarse…
El tiempo lentamente
va a dar paso
a las sombras y el silencio…

Cierro los ojos y a tientas
apago la luz y el ronco radio,
los abrro de nuevo:
solo sombras y silencio.
Es mejor entregrase al sueño…
Cierro los ojos… (11/08/85)
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37.- De cartón y de papel

[Visto: 980 veces]

Ha pasado mucho tiempo,
han soplado muchos vientos,
por tu cauce corrió el llanto celestial…
pero tú aún eres el mismo,
mi querido compañero
fiero y frágil
como un viejo luchador…

Te doró el sol con su fuego,
te heló el frío traicionero,
la tinta hizo de tí su manantial…
pero sigues siendo el mismo,
mi querido compañero,
bello y tibio
como una puesta de sol…

Te besó la fresca brisa
de una playa concurrida,
acorde de sol, arena, viento y mar …
pero tú aún eres el mismo,
mi querido compañero,
amigo y padre,
consejero y confesor…

Te plagué de garabatos,
de borrones y maltratos,
de cosas que nunca comprendí…
de lecciones aprendidas,
de prosa y pre-poesía,
de canciones
y argumentos de Babel…

¡Cómo admiro tu silencio,
aunque sabes lo que pienso,
lo que dije y lo que quise alguna vez!…
Tus hojas me mostraron
que el querer es algo extraño,
conocido,
muy sublime y traidor…

Te recuerdo con cariño,
siempre fiel amigo mío,
compañero de suplicios y placer…
porque sigues siendo el mismo,
mi querido compañero,
entrevero
de cartón y de papel… (21/07/85) (más…)

36.- A Lizeth

[Visto: 1059 veces]

Ahora que te encuentras tan lejos
en algún lugar del Viejo Mundo,
en mi habitación, meditabundo,
tus travesuras que tan perplejos

nos dejaron en los tiempos viejos
en que me volviste tremebundo,
este cerebrito vagabundo
recuerda como claros reflejos.

Nos separan mar y continente,
el clima, la cultura y las horas,
pero tu muy juguetona mente

no podrá olvidar a los que añoras
y extrañándote están esperando
que vuelvas para seguir jugando.
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35.- Reflexiones

[Visto: 988 veces]

Paciente espero que transcurran las horas,
el tiempo es largo
y lentamente empieza a correr,
camina,
piensa mucho antes de dar cada paso.

¿Y qué prisa tiene,
si nadie puede medirse con él?
¿Quién en desigual combate
sobrevivió a tan larga batalla?
¿Queda alguien que haya luchado con él,
que lo hay vencido y destrozado?

Sí.
Sí queda alguien, algo,
algo que rebasa el tiempo,
que era antes de él
y seguirá siendo después de él.

¿Quién es Ël?
Es Él, el mismo que un día venció a la muerte
en singular combate.
aquel que pudo sobrevivir
las inclemencias del hombre,
el que logró ser
y seguirá siendo.

¿Quién es ël?
No lo conozco.
¿Cómo lo voy a conocer,
si no puedo verlo,
si no úedo tocarlo,
si no puedo llegar a quererlo?

¿Quién es Él?
Aún no lo sé…
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34.- Aunque

[Visto: 1102 veces]

Aunque el arado del tiempo
marque con surcos tu piel,
aunque los años transcurridos tiñan tus cabellos de gris,
aunque tus manos estén curtidas
por el cotidiano trabajo del hogar,
siempre seguirás siendo
la misma chiquilla
que entre sus brazos me tuvo
poco después de nacer.

Aunque por cosas del tiempo
tus ojos cansados estén,
aunque los años v ividos
se lleven tu sonrisa y también
las caricias de tus manos,
la sonrisa de tus labios,…
siempre seguirás siendo
la misma chiquilla
que en la cuna de la infancia
me enseñó a jugar.

Aunque un capricho del tiempo
logre mi cariño esconder,
y con el infame silencio
un ingrato me pueda volver,
siempre seguiré queriendo
a la misma chiquilla
que sin pedir nada a cambio
me lo dio todo
por el simple hecho
de darme el ser.
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