Bajo las ruedas
Un día me pregunté ¿cuál es la peor muerte que alguien pudiera tener en esta ciudad? no me costó mucho la respuesta: ser atropellado… así bajo las ruedas de una rica combi limeña, o mejor, desparramado en la mitad de alguna ensangrentada carretera.
Saben qué es lo peor de todo, la existencia de los famosos “bolsiqueadores“. Sí, esos asquerosos seres sin escrúpulos. Sólo imagine: el cuerpo tendido de la víctima y las despiadadas aves de rapiña que pelean por la obtención primera de la billetera, el reloj, la cadena… en fin, todo cuanto valor pueda ser apreciable y removible del inconsciente. Se abalanzan sobre la presa sin importar las miradas de indignados peatones, éstos ni se inmutan ante tal actuación. Sólo están ahí parados, viendo cómo corren estos malandrines. Qué bella función.
No sé cómo ni cuándo moriré -ni intento saberlo-. Pero pediré que si irónicamente, sucede ello en alguna avenida o carretera de nuestra querida Lima, me concedan un espacio chiquitico al lado de la misma en donde se construya un templo conmemorativo: ese altar en forma de casita coqueta, que cuando bien cuidadas, llaman tanto la atención de los reflexivos pasajeros interprovinciales.
Que tenga mi nombre en ésta y que cada año me dejen una florcita en mi memoria. Con tal gesto se amortiguaría el sufrimiento inicial de un fin tan horroroso, así, hasta daría gusto morir arollado.
Torre de Babel
Y la torre nunca alcanzará la cima. Pronto la deidad nos separará, disfrazando su egoísmo y confundiéndonos más. Por ahora nos humilla. Nosotros, unos títeres expuestos a sus deseos, empezamos a odiarnos…
Uno
Sus patas jugaban fútbol, mientras él los miraba desde la banquilla.
Comprendía que no era lo suficientemente bueno en el deporte. Era muchísimo mejor no participar.
Se quedó sentado durante toda la duración del partido.
No tenía nada más por hacer. Lo único que le quedaba era pensar en cualquier cosa.
Pensaba, pensaba y pensaba.
Pronto, cayó en algo: estaba hablando solo en voz alta.
¿Por qué?
¿Es malo hablar solo?
Pero si no tienes con quién hablar ¿por qué no hacerlo solo?
¿Estará perdiendo la cordura?
Sus amigos lo miraban ajeno desde antes ¿Se habrán percatado de que se está volviendo loco?
Se lo preguntaba en voz alta.
El retorno a Venezuela
‘Analista Carlos Reyna asegura que Venezuela está polarizada’
El analista Carlos Reyna dijo que la situación de tensión que se vive en las calles de Venezuela, por el anuncio del gobierno de retirarle la licencia al canal RCTV, es producto de la polarización que vive el país entre los aliados del presidente Hugo Chávez y sus opositores. El diciembre pasado, Chávez anunció que no le renovaría la licencia a Radio Caracas Televisión (RCTV) por ser un medio de comunicación ‘antidemocrático’ que favorece los intereses de una elite. Además, decretó la creación de una televisión pública que ocupará la señal que deja RCTV y que estará dirigida al ‘servicio del pueblo’.
‘Estamos ante un caso muy complejo. RCTV es un medio antichavista, con serios indicios de haber participado en un acto inconstitucional como el intento de golpe contra el presidente Hugo Chávez. (.) Por otra parte, a pesar de que este fue elegido democráticamente, tiene una imagen de dictador, lo que da la sensación de que este es un nuevo paso hacia una dictadura’, aseguró Reyna en declaraciones a elcomercio.com.pe.
‘Aquí estamos ante una situación, en donde desde el campo de Chávez se exageran las amenazas contra los medios, que quedan pendientes como una espada de Damocles’, dijo el especialista. Sin embargo, indicó que desde la vereda del antichavismo es igualmente exagerado considerar que el gobierno es una dictadura también resulta exagerado, porque fue elegido democráticamente a través de elecciones.
Fuente: El Comercio. Lima, Domingo 20 de Mayo del 2007
Caracas. Venezuela. EFE. AFP.-El canal privado de televisión RCTV, el más antiguo de Venezuela, dejó de emitir en señal abierta a la medianoche de ayer luego de 53 años en el aire, en medio de actos y manifestaciones de apoyo o rechazo a la decisión del gobierno de no renovarle su concesión.
Fuente: Diario La Nación. Asunción, Lunes 28 de Mayo del 2007
Coincido con Carlos Reyna. Es justamente el tipo de problema que nos planteamos en una clase de Elementos de la Ciencia Política. Llegamos a la misma deducción: el inconveniente es muy complejo como para dar un respaldo, en primera, a alguna de las partes y obviamente Venezuela está POLARIZADA.
¿Será un exceso juzgar a Hugo Chávez como dictador por el cierre de transmisión de RCTV? ¿Chávez fue electo democráticamente, entonces esta decisión sale de lo que se concibe en los parámetros democráticos? ¿La libertad de prensa debe restringirse cuando se topa con temas políticos?
Realmente me siento ignorante en el tema.
Vengo de Venezuela, con los mejores recuerdos de una niñez feliz comiendo arepas.
Actualmente, tengo un fuerte apego hacia Ciencias de la comunicación, quizá cambie a esta carrera. Veo en la televisión cientos de rostros de trabajadores que ahora serán tildados como ‘los de RCTV’ y por lo tanto tendrán escasas posibilidades para encontrar un empleo estable nuevamente. Me siento identificado de algún modo.
Simplemente he llegado a algo: Venezuela no es la misma a la de mi infancia. No creo retornar mientras Hugo Chávez siga en el poder.
Tal vez no tenga una clara justificación para mi postura, pero únicamente me siento obstaculizado.
Adiós profesor Arizabal
Tarde… a mi clase sabatina de Elementos de la Ciencia Política, casi como siempre, asistí al L213 somnoliento.
Esta clase fue muy normal al principio: las del profesor Arizabal suelen ser interesantes y muy preparadas.
De pronto, luego de una hora y muchos minutos más de iniciada, el profesor se detuvo momentáneamente: ‘Parece que ésta será tal vez mi última clase en la universidad’. Inmediatamente le preguntamos por qué había dicho esto.
Inició una explicación razonable, nos dio a entender que se le había presentado una oportunidad laboral que no pudo rechazar. Su deseo de superación es más complicado de lo que creíamos.
Al concluir sus palabras, se percibía confusiones con rostros de protestas por parte de sus alumnos.
A lo que agregó: ‘Recuerden chicos. Su ámbito laboral es el mundo‘.
[nudos en la gargantas]
Estaba dicho, no hay marcha atrás.
El profesor se despedía dando consejos vocacionales. ‘Siempre aspiren a más’ entre otras frases resaltaron en el transcurso de los últimos minutos de clase.
Supe entonces, que Hernando Arizabal había seguido la carrera de Derecho en la universidad.
Quedé atónito: ¡Quiero ser como él!
Lo admiré desde el primer día de clases, sabe mucho. Me arrepiento de no haber asistido a todas sus clases, de no participar, de no ser el mejor en el curso.
Pero así son las cosas, se dan mientras uno menos lo espera, malas o buenas, simplemente se aparecen.
Ahora puedo afirmar que el buen profesor hace la diferencia en su curso. Elegí a uno de los mejores. Estoy satisfecho.
Influyó demasiado en mí… quizá, más de lo que pueda creer.
Gracias Hernando Arizabal por ser más que un excelente profesor.
Taxi
En un taxi, sábado por la noche:
El conductor muy cordialmente, como para romper el hielo me preguntó qué estudiaba en la universidad.
Le respondí que estaba en Estudios Generales Letras y posiblemente Derecho sea mi carrera.
Taxista: Ah… ¡un boga más!
Me sentí minimizado de algún modo. Sabía muy bien que el taxista estaba harto de ver miles de abogados en el Perú. Pocos abogados buenos, muchos abogados malos.
Yo: ¡Ah! No. Yo no pienso quedarme sólo en un abogado. Quiero ser más, seguir derecho internacional y ser algo así como gran diplomático.
Me interrumpió algo cortante.
Taxista: Entonces… supongo que ya tienes vara.
Me quedé en silencio. Tratando de encontrar respuesta.
La duda recorrió mi cabeza. ¿Tener vara? No la tengo. He oído hablar sobre esto. Pero ¿realmente tener vara es lo que da éxito? y ¿los logros propios… los méritos? ¿Así será la cosa en la facultad? Aún no estoy en ella y ya le tengo algo de pavor…
Yo: No, no tengo vara y no creo que sea necesario en mi carrera.
Respondí lo más serio posible.
Taxista: Jajaja.
Nunca supe en qué momento conté el chiste. La conversación se convirtió en un abismal silencio al apagarse su carcajada.