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Sociedad del Conocimiento II: Alcances de la revolución del conocimiento

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La información y el conocimiento cruzan los distintos espacios sociales transformándolos porque modifica, según Falero (2006), las relaciones sociales que a su vez pueden potenciar o bloquear el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas.

El conocimiento se ha convertido en el principal “insumo”productivo que ha desplazado, así, al capital y al trabajo. De esta forma, se perfila como el motor fundamental del cambio y del crecimiento económico en el nuevo contexto global. En consecuencia, se afirma que el bienestar de las personas y la capacidad de competir de las empresas dependen en alto grado de las ciencias y la investigación antes que de la disponibilidad de recursos naturales, por ejemplo (Távara y Vaccaro, 2006).

Lo que plantearía para cualquier país la facultad de potenciar un desarrollo nacional basado en el capital intelectual de sus habitantes. Ello, claro está, implica la necesidad de desarrollar estrategias para la mejora de la calidad educativa, la promoción de la investigación, la creatividad y la innovación, entre otros aspectos. Se trata pues de invertir en las personas.

Por otro lado, ya que esta cualidad está centrada en los países desarrollados, se acentúa una brecha entre naciones; e incluso, dentro de un país, la brecha de incrementa entre sectores que pueden acceder o manejan los beneficios de la información y el conocimiento, y los que tienen limitaciones para acceder a éste. Lo anterior se yergue dentro de la línea de la ideología del poder dominante a escala global que busca controlar el conocimiento y ponerlo al servicio de sus propios intereses (Tavara y Vaccaro, 2006).

Esto no quiere decir que no exista la posibilidad de salvar esta brecha. La situación de “país no desarrollado” no es necesariamente eterna o invariable. Por el contrario, con las políticas, lineamientos y acciones adecuadas se puede velar por el cambio. Tenemos como ejemplos históricos países como Japón o Corea del Sur. Geográfica y culturalmente más cercanos tenemos países latinoamericanos que han estado desarrollando un cambio de enfoque hacia el conocimiento antes que los bienes tangibles que les permite mejorar sus niveles de desarrollo humano.

En este contexto es preciso reconocer que la transición hacia sociedades del conocimiento en países como el nuestro, involucra cambios culturales e institucionales que deben ser generados por fuerzas que operan dentro de las sociedades.

Por otra parte, debemos reconocer también que el desarrollo del conocimiento y la facilidad para acceder a la información así como los cambios tecnológicos y de comunicaciones que se desarrollan han acelerado la vigencia de las generaciones de manera que se pueden apreciar cambios generacionales también acelerados y que se configuran marcadamente distintos. Así se ha abierto una brecha en función, por ejemplo, al manejo de los recursos tecnológicos. Así, el sector juvenil es conciente de poseer y dominar un conocimiento útil y valioso en diversos sectores y mercados al punto de convertirse en un factor de afirmación. Como resultado, se aprecia una significativa aceleración en la captación y manejo de técnicas y conocimiento operativo considerados de mayor aplicabilidad, y, con frecuencia, un menor interés por la formación teórica y por profundizar en el ser abstracto (Jaworski, 2006).

Sobre esta situación, a partir de nuestra experiencia, aclaramos que el manejo de estas tecnologías no es exclusivo de las generaciones más jóvenes. Muchas personas adultas y mayores acceden y tienen un buen desempeño en su manejo. Sin embargo, comparativamente, la mayor parte de las generaciones jóvenes accede en mayor número, frecuencia y facilidad para aprender su uso.

Ahora, ante esta avalancha de información y tecnología, observamos que el problema es cómo lograr que las personas funcionen estratégica, crítica y creativamente, evitando el simplismo del “Copiar y Pegar” y la alienación que implica la subordinación intelectual(Claux, 2006).

Esto nos lleva a considerar diversos aspectos —dos de los cuales ya hemos señalado—. Por un lado, nos reitera la necesidad de invertir en las personas para que sean usuarios críticos de la información y puedan generar conocimientos. También apunta a la necesidad de brindar las condiciones necesarias para el tránsito a una sociedad del conocimiento.

Aparte de ello, nos apunta a tomar conciencia que la revolución del conocimiento en un mundo globalizado nos exige la toma de conciencia sobre el desafío de formar ciudadanos que sean capaces de vivir en forma armoniosa dentro de dos dimensiones: ciudadanos locales y globales. Es decir que debemos buscar el convertirnos en personas que puedan vivir un sentido de pertenencia doble: un sentido de identidad local, identificación con su nación, cultura, etc. pero que no bloquee a la persona en su relación con el mundo, sino que pueda concebirse como miembro de éste. Esta doble dimensión de “ciudadanía” es sumamente importante pues resulta una consabida exigencia para el siglo XXI, y favorece un desarrollo con relaciones más favorables que eviten actitudes xenofóbicas o alienación (Hopkins, 2005).

Creemos que aquí yace, en cierta forma, la necesidad del respeto a la diversidad a la par del reconocimiento del otro y el respeto a la igualdad en cuanto a todo ser humano.

Todos estos son algunos aspectos que resaltamos acerca del impacto de la revolución del conocimiento en la sociedad y cómo hemos observado durante este documento, ello tiene implicancias en la educación que desarrollaremos en el contexto de la gestión del conocimiento.

Referencias

Claux, Mary (2006). “Comprendiendo el pensamiento innovador”. Fecha de acceso: setiembre de 2006. http://palestra.pucp.edu.pe/index.php?id=85

Falero, Alfredo (2006). “¿Por qué es importante entender la actual revolucion del conocimiento?” Fecha de acceso: setiembre de 2006. http://www.pvp.org.uy/falero.htm

Hopkins, José Armando (2005). “La globalización, la revolución del conocimiento, tecnología y educación”. Material del curso Gestión del Conocimiento en el campo educativo de la Maestría de la Educación con mención en Gestión de la Educación. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.

Jaworski, Hélan (2006). “Pensar, saber y enseñar entre las generaciones”. Fecha de acceso: setiembre de 2006. http://palestra.pucp.edu.pe/index.php?id=152

Távara, José y Vaccaro, Giannnina (2006). “Economía y sociedad del conocimiento” Fecha de acceso: setiembre de 2006. http://palestra.pucp.edu.pe/index.php?id=240

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La Sociedad del Conocimiento I: Globalización y Conocimiento

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Antes de iniciar el desarrollo de nuestro trabajo, consideramos pertinente determinar nuestro enfoque respecto a dos conceptos claves: la Globalización y el Conocimiento.

Coincidimos con Stromquist (2002)(1) al enfocar a la Globalización como un proceso donde se producen una diversidad de acontecimientos paralelos acelerados en varias esferas; y ha creado una relación estrecha entre economía, tecnología, cultura y política. Todo ello se mueve principalmente bajo intereses económicos.

Sin embargo, creemos que este concepto debe complementarse con la propuesta de Giddens (Iranzo: 2006) que enfatiza a la información como aspecto central en el cambio de era, producto de la Globalización; y que, aparte del impacto en las áreas ya señaladas por Stromquist, ha hecho virtualmente imposible plantear cualquier traba a los mercados que operan con intangibles, especialmente los financieros y tecnológicos. Ello debería abrir una vertiente hacia una mayor cooperación entre sociedades, pero también supone una readaptación para muchas de las instituciones sociales.

Esto nos lleva a pensar en la importancia de la información en un mundo globalizado; sin embargo, no es la información lo verdaderamente valioso, sino el conocimiento; lo cual se ha concebido el resultado de un proceso de transformación entre las personas y la información donde al conjunto de los datos e información se le ha dado un orden y un significado (Insa, 2006). Esta idea la podemos complementar, para efectos de la gestión en las organizaciones, tomando en cuenta que el conocimiento llevará en algún momento a acciones efectivas (Bodas, s.a.).

En síntesis, podemos afirmar que la Globalización es un fenómeno de alcances múltiples a escala mundial donde la habilidad para crear conocimiento a partir de la gran producción de información difundida por las tecnologías de la información y comunicación (TICs) es un aspecto vital.

(1) Tomado de Capella (2006).

Referencias

Capella, Jorge (2006). “Percepciones de diversos autores acerca del tema información/conocimiento en nuestro país”. Material del curso Gestión del Conocimiento en el campo educativo de la Maestría de la Educación con mención en Gestión de la Educación. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú.

Iranzo, Juan Manuel (2006). “Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas”. Fecha de acceso: Setiembre de 2006. http://www.fes-web.org/revista/archivos/res01/13.pdf

Insa, José (2006). “Comunicación y Conocimiento: Gestión del desarrollo”. Fecha de acceso: 15 de octubre de 2006. http://www.edicionessimbioticas.info/article.php3?id_article=705

Bodas, Diego (SA). “Introducción a la gestión del conocimiento, gestión documental y CMR”. Fecha de acceso: setiembre de 2006. http://www.puntoedu.edu.ar/comunidades/econ/admin-empresas/+info/nuevolenguaje.pdf

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Editorial tercera

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Después de unas cuantas semanas de vacaciones y de reencontrarme con muchos buenos amigos y, por supuesto, mi querida familia, retomo “Educación y Sociedad” con un compromiso renovado.

El año pasado, la orientación de este blog se dedicó mucho a las pedagogías y corrientes educativas, especialmente a aquellas que defienden la libertad de las personas y la transformación de las sociedades.

Aunque sus principios siguen vigentes y son válidos, sus lecturas de la sociedad ya no lo son. Se dice siempre que “el mundo está cambiando” y los sistemas educativos en Latinoamérica siguen sin desarrollar una iniciativa original y contextualizada. Las reformas en función a la adaptación de estrategias exitosas en otras realidades no han funcionado; y en mucho se debe a que las lecturas de la sociedad no se han actualizado como deberían.

Si bien es cierto que siempre existirá una brecha entre la educación y la realidad actual, no existe una razón por la cual la evolución de los sistemas educativos latinoamericanos sea tan lenta y desfasada.

Así que este año empezaremos con una serie de post y artículos recomendados sobre las sociedades, sus transformaciones y lo que implica para la educación. Porque sí, el mundo está cambiando:
• China, un país que fue principalmente agrario, se levanta como potencia.
• Un país irónicamente racista y prejuicioso tiene un presidente negro.
• El medio ambiente dejó de ser sólo el problema del agujero en la capa de ozono.
• La proliferación de las ONGs (aún cuando varias tengan en realidad un fin lucrativo) muestra el despertar de un pueblo que se aburrió de esperar al presidente o dictador mesiánico.
• La libertad de expresión (y su degeneración) encontraron un medio casi ilimitado para crecer: Internet (o, en realidad, Web2.0).

Para finalizar esta “editorial”, quiero agradecer los comentarios, sugerencias y críticas que me han hecho en el año. Acepto todos los comentarios que me dejan y no reniego de ninguno. Por ello, pueden ver que no he borrado lo que me han escrito y que aún figura en este blog. Tomaré en cuenta todo y trataré de hacer los cambios progresivamente para mejorar la calidad de este espacio.

¡Tengan un buen año!

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