El quinto aniversario del rescate de los mineros chilenos

1 chilenosRescatado entrega roca de oro al exPresidente Sebastián Piñera

La retransmisión del rescate a los 33 mineros hace cinco años recuerda la llegada del hombre a la Luna. Cuando la cápsula «Fénix II» diseñada con la ayuda de la NASA bajó hasta los 622 metros de profundidad de la mina San José, los chilenos pudieron ver cómo varios trabajadores descamisados saludaban a su rescatador. Gracias a Internet y la televisión pudieron presenciar cómo, Florencio Ávalos, el primero de ellos en subir, se despedía de los compañeros con los que había compartido 69 días de angustias y  emprendían 15 minutos de suspenso a lo largo de un oscuro túnel.

Su mujer y su hijo lo esperaban al lado del presidente chileno, Sebastián Piñera. En el campamento, alrededor de las hogueras, frente a una pantalla gigante o en lo alto de los cerros, cientos de personas estallaron en aplausos.

33 escaparon de la muerte.

El presidente del país permanecía en la boca del pozo a las tres de la madrugada (hora peninsular española), transcurridas apenas 22 horas del primer salvamento, cuando celebró la salida del último minero, Luis Urzúa, jefe de turno y líder del grupo durante el encierro. Tras despojarse del arnés con el que había subido en la cápsula Fénix, Urzúa se fundió en un abrazo con Piñera, al que manifestó: «Ojalá que esto no vuelva a suceder». El capataz agradeció todos los esfuerzos realizados en el rescate y dijo sentirse «orgulloso de ser chileno». El mandatario le felicitó por abandonar el último la mina, «como un buen jefe», y juntos entonaron el himno nacional.

Evento mundial

Este rescate fue un evento mundial. Más de 1.000 millones de personas lo vieron. Es casi 10 veces más público que en el Super Bowl más visto. Los mineros tienen el Record Guinness para «el mayor tiempo atrapados bajo tierra» y hoy, cinco años después, se saben algunos datos sorprendentes acerca del rescate que se han ido desvelando a lo largo de este tiempo.

Tras varios días de búsqueda y la ausencia de señales de vida de los mineros, el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, ordenó levantar una cruz en memoria de ellos, por si acaso. «¿Qué tal si no los encontrábamos en 17 días, en 20 días, en un mes, en dos meses?», dijo Piñera en una entrevista que dio hae poco a Rosa Flores de CNN. «¿Qué tal si los encontrábamos y estaban todos muertos?». La enorme cruz da ahora la bienvenida a los visitantes a la mina y marca el sitio en el que los mineros creen que Dios estuvo durante su rescate milagroso.

Por otra parte, no solo los médicos o la cápsula salvaron la vida de los mineros. También unos calcetines fueron claves en el rescate. Cuando llegó la hora les dijeron que usaran calcetines elásticos especiales para ayudar a su sistema circulatorio. El único color que había era rosa. El médico Andrés Llarena recuerda que los mineros no querían usarlas por el color y preguntaron si podrían conseguirlas en café o en negro. «¡Pónganselas!», les dijo Llarena seriamente.

Más afortunado fue el médico Jean Romagnoli quien vigiló la salud y el bienestar de los mineros. Su trabajo fue mantenerlos con vida a través de un tubo de 12 centímetros de diámetro y de 800 metros de profundidad. Les preparaba iPods con música y les grabó videos de acondicionamiento físico con la esperanza de que los mineros bajaran de peso y pudieran caber en la cápsula de rescate Fénix. La respuesta de los mineros a su salida fue un regalo muy valioso: una roca pesada, llena del oro de la mina San José, marcada con el número 33.

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