El economista que preocupa a los millonarios

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Es el economista de moda. El último libro de Thomas Piketty está en los altares de la crítica y a sus conferencias acuden en masa los intelectuales críticos con la inercia del capitalismo que buscan una mayor igualdad y una revolución fiscal.

Thomas Piketty  ha publicado hace poco “El capitalismo en el siglo XXI”, para convertirse en una celebridad internacional a los 42 años. Aun siendo un libro de economía de 700 páginas, tuvo un récord de ventas en Amazon.

En parte, el éxito se debe a que, aun abordando cuestiones técnicas, lo hace de modo accesible a un lector cualquiera. En parte, a que es un gran libro, según la crítica de los principales periódicos. En parte, a que va contra una corriente dominante, pero rechazada: basta con crecimiento económico para que haya mayor igualdad, prosperidad y democracia.

No, dice Piketty, así como están las cosas, marchamos hacia una mayor desigualdad, no fundada en la capacidad y laboriosidad, sino en privilegios. Esta desigualdad económica atenta contra los valores y sistemas democráticos, y es necesario corregirlo. ¿Cómo corregirlo? Con un sistema impositivo progresivo, que cobre más al que gana más; no es justo que se graven solamente el consumo y los salarios, mientras se exonere de impuestos a los beneficios producidos por las acciones de las grandes empresas.

La obra de Piketty, 700 páginas de letra apretada en inglés y casi 1.000 páginas en una letra más legible en la edición francesa,  reúne quince años de pormenorizados análisis de datos que terminan llegando a una inevitable conclusión: los ricos tienden a hacerse cada vez más ricos, se consolidan las oligarquías económicas internacionales y la brecha social se ahonda, inexorablemente; de forma que la gran amenaza para nuestras sociedades es la desigualdad.

Y cuando habla de ricos, Piketty se refiere a los ricos de verdad. A ese 1% de la población mundial  que hereda y hace heredar riquezas familiares y patrimoniales que siempre tendrán exponencialmente más valor que todo lo que cualquier trabajador normal puede producir en su vida activa, por laborioso, creativo y resolutivo que sea.

Piketty no está de acuerdo con la política seguida por muchos países: atraer capitales ofreciendo rebajas impositivas; esto crea una competencia que favorece a las multinacionales, permitiéndoles pagar menos impuestos a las que más ganancias tienen.

Según él, lo que hay que hacer es lo contrario: ponerse de acuerdo, a nivel internacional, para crear un sistema impositivo mundial, que impida una mayor concentración de la riqueza y el desarrollo de paraísos fiscales.

En resumen, la solución debe ser política, porque la economía sola no puede regularse ni corregirse a sí misma. ¿Cómo? El mismo Piketty admite que será difícil, pero se  debe intentar.

El autor de” El capital en el siglo XXI”  suscitó muchos comentarios por su polémica decisión de rechazar la Legión de Honor de Francia, la mayor condecoración que otorga el Gobierno galo.

Fuente Informativa

 

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