Roberto Rivas se llama el bombero al que le han impuesto una multa de 600 euros como sanción por alteración del orden público al haberse negado a romper la cadena que impedía a la Policía desahuciar a Aurelia, una anciana de 85 años. Roberto se defiende diciendo que su trabajo no consiste en echar a la gente a la calle.

Su gesto ha impactado en las redes sociales y ha motivado masivas muestras de solidaridad.

El incremento de los desahucios en España sigue ofreciendo impactantes imágenes de dramas personales y familiares, pero también dejan otras de esperanza, como lo ocurrido en A Coruña. Unas trescientas personas se congregaron en el centro de la ciudad gallega, para tratar de evitar el desalojo de su vivienda de alquiler de Aurelia Rey, que vive allí desde hace tres décadas.

Durante unas seis horas se vivieron momentos de gran tensión y enfrentamientos con la policía. Uno de los momentos que más aliento dio a los concentrados se produjo cuando uno de los bomberos que debía cortar las cadenas que cerraban el acceso al edificio se negó a hacerlo y subió a su vehículo, donde mostró un cartel de Stop Desahucios entre los vítores de los manifestantes. El bombero afronta un posible expediente, pero su gesto está corriendo por las redes sociales. Aunque el intento de desahucio continuó, finalmente la presión de los concentrados obligó a la comisión judicial y a la policía a desistir en el desalojo, hasta que en unas semanas se decida de nuevo qué hacer en este asunto.

Impago de un mes en 2011 ya saldado
Aunque la crisis está sirviendo de excusa para muchos desmanes, en este caso parece que no se trata de un desahucio por impago sin más, ya que lo que se perfila en el trasfondo del caso de Rey es un conflicto de los propietarios con una inquilina de renta antigua. Como apunta El Mundo, la anciana paga de alquiler 126 euros al mes con una pensión de 356 euros, y aunque el margen es estrecho, abona sus cuotas. El problema es que en 1999 y 2011 hubo dos meses en que no pudo pagar y, y ese retraso -la inquilina insiste en que abonó la cantidad- dio pie a los propietarios del piso a abrir el expediente de desahucio.

La ‘solución’ que ofrece el Ayuntamiento de A Coruña, gobernado por el PP, es que Rey ingrese en una residencia de mayores, a lo que ella se niega.

También en Cataluña
Tras el gesto del bombero de A Coruña, sus colegas catalanes han anunciado en un comunicado que no participarán en desahucios. UGT explicó que todos los sindicatos de bomberos han acordado no ayudar a a abrir viviendas si no es “en caso de emergencia, como marca la ley”, según recoge El Periódico. Antonio del Río, de UGT, ha explicado en cualquier caso que llevan muchos años sin ser requeridos para ayudar en desahucios y que cuando se solicitó su intervención los bomberos “se negaron a participar”. Si vuelven a ser requeridos, la respuesta volverá a ser una negativa.

Pocas horas después, casi 60 mil personas firmaron una petición para que no sancionen a Roberto Rivas, el bombero rebelde y desde ahora, verdadero paradigma de una actitud para impedir desalojos inhumanos.

También los bomberos de Madrid anunciaron su pleno respaldo a sus colegas gallegos y han reiterado su “total negativa” a colaborar en más desahucios en la región.