Tres meses después de su muerte cerebral húngara da a luz

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A veces suceden hechos asombrosos y que,  para muchos,  pueden considerarse hasta milagrosos. Tal es el caso ocurrido en Hungría y que destacan  diferentes sitios de internet.

El Centro Médico de la Universidad de Debrecen,  en Hungría,  informó del nacimiento por cesárea de un bebé, tres meses después de que su madre de 37 años fuera declarada con muerte cerebral, por haber sufrido un accidente cerebro vascular.

La fallecida tenía un embarazo de un poco más de tres meses cuando en abril su familia y su pareja, decidieran mantenerla con vida de manera artificial para permitir el desarrollo del feto. Un desafío sin precedentes para un bebé de tan poco tiempo de gestación.

Cuando nació el bebé,  la mujer fue desconectada a los dos días, pero sus órganos sirvieron para salvar a cuatro pacientes que necesitaban ser trasplantados

En Coma

Los médicos que la intervinieron han señalado que la operación “fue un éxito”, pero no recuperó la conciencia y cayó en coma; para mantener vivo al feto se mantuvo al corazón con ventilación mecánica y se le administraron tratamientos para lograr el funcionamiento del resto de órganos.

Los médicos informaron que para conseguir mantener durante tanto tiempo al bebé en el útero han tenido que “superar innumerables problemas médicos”. Del trabajo realizado destaca la aproximación de familiares y enfermeras que se comunicaban con el feto diariamente tal y como lo hubiera hecho su madre.

Así, a partir del quinto mes, las enfermeras llamaban el feto por su nombre y la familia visitaba regularmente a la madre, de hecho el padre y la abuela acariciaban el vientre y hablaron con el bebé, además la radio estaba encendida todo el día en la habitación del hospital para que el feto pudiera escuchar siempre voces humanas y música.

Un Gran Momento

“Fue un momento indescriptible”, afirmaron en  el centro médico al referirse al momento del nacimiento en antes del séptimo mes de gestación, cuando el bebé, una niña que pesó 1.420 gramos, lanzaba su primer llanto. El bebé fue dado de alta del hospital el pasado mes de octubre (se hubieran cumplido los 9 meses de gestación) . El recién nacido se encuentra en buen estado de salud y se está desarrollando normalmente.

Tras dar a luz, la familia donó los órganos de la madre. Gracias a este acto altruista, cinco órganos sanos fueron donados a cuatro personas que los necesitaban para sobrevivir – dos de los órganos fueron recibidos por el mismo paciente-. Así, se trasplantaron el hígado,  dos riñones, el páncreas y el corazón de la fallecida.

Para el logro de esta hazaña médica, se armó un equipo interdisciplinario integrado por neurólogos, obstetras, genetistas, anestesistas, neonatólogos, infectólogos y endocrinólogos, entre otros, encargados de controlar la respiración, el equilibrio hormonal, la nutrición del feto y de asegurar así sus chances de vivir.

Al lado del cuerpo de la mamá se colocó una radio para rodearlo de voces humanas.

 

 

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