Cine y fanatismo religioso

http://www.youtube.com/watch?v=K0MuNWAkpUI

Una versión en español de las varias que se hallan en Youtube

Una película de malísima calidad y de la que Youtube ha divulgado segmentos ha provocado una furia incontenible en países musulmanes que ha ocasionado hasta la muerte de un embajador norteamericano.
Periodista Digital ha publicado un artículo que trata de analizar y explicar la reacción de fanáticos creyentes ante creaciones fílmicas:

Resulta corriente que las películas de temática religiosa vayan acompañadas por la controversia y las críticas encendidas de los fieles, habitualmente ofendidos por los contenidos que escapan a las enseñanzas estipuladas de su fe.

Sin embargo, las religiones parecen medirse con distintas varas a juzgar por las reacciones que suscitan creaciones gráficas, escritas o audiovisuales dependiendo de si la sátira pone la lupa en el Islam o en el catolicismo, por citar los dos ejemplos con más casos representativos. Y no es sólo una costumbre de los fanáticos de cada credo, porque a la hora de juzgar lo que hacen estos, valoran casi siempre de manera distinta esos que conocemos como progres.

La cinta “La inocencia de los musulmanes”, de la que apenas se llegó a completar un trozo y fue estrenado en una sala vacía de Los Angeles en enero de 2012, ha generado nueve meses después un importante conflicto -diplomático, social, cultural y hasta militar- entre EEUU y la mayoría de los países árabes, que claman contra una representación grotesca del profeta Mahoma y miran para otro lado mientras los facinerosos de turno asaltan embajadas, atacan comercios, asesinan inocentes y montan gresca.

No se trata de algo trivial. Las primeras protestas contra la Embajada de EEUU en El Cairo provocaron un rápido contagio a Libia, donde la ira de los manifestantes terminó con el asesinato del embajador estadounidense en este país, Christopher Stevens, y de otros tres diplomáticos norteamericanos.

Difícil equilibrio

La furia contra una película de factura amateur de la que el mundo árabe ha podido ver solo unas imágenes a modo de tráiler, vuelve a amenazar los intentos del presidente Barack Obama de establecer un equilibrio entre el mundo occidental y el islámico.

Tanto el mandatario estadounidense como su secretaria de Estado, Hillary Clinton, han condenado el contenido de las imágenes -se muestra a Mahoma realizando sexo oral y dando el visto bueno al abuso a menores, entre otras cosas-, aunque también han recordado que su país garantiza el derecho a la libertad de expresión.

El cortometraje ‘Sumisión’, del director holandés Theo Van Gogh, terminó con el asesinato del mismo en plena calle por un fanático islamista, de origen marroquí pero nacionalizado holandés, en 2004.

Ahora, ocho años después, el director-productor de ‘La inocencia de los musulmanes’, un promotor inmobiliario israelí afincado en EEUU, Sam Bacile, ha extremado las precauciones y se encuentra en paradero desconocido por miedo a que la historia vuelva a repetirse.

“La vida de Brian”, una polémica católica

La sátira en la que se emplea a fondo el filme de Bacile, no hace sombra a otras grandes -y controvertidas- películas que también utilizaron la religión como vehículo para el chiste.

La gran diferencia, lo crucial, es que las que ridiculizan, satirizan, despiezan o critican el cristianismo o cualquier otra fe que no sea la mahometana, rara vez generan algo más que quejas, algún intento de censura y procesiones de beatas.

“La vida de Brian” es uno de los ejemplos más representativos. Cuando fue estrenada en 1979, fue prohibida durante años en países profundamente católicos como Irlanda, aunque tampoco pudo verse durante algunos meses en Noruega.

En Reino Unido, muchos ayuntamientos también censuraron su estreno, y en EEUU, fue vetada su exhibición por algunos estados.

No hubo muertos, ni saqueos, ni asaltos, ni crímenes y eso es relevante.

No es el único ejemplo de película polémica sobre la vida de Jesucristo. En los últimos años, la versión de Mel Gibson, “La pasión de Cristo”, vino acompañada de la censura de la jerarquía católica y de los propios fieles.

Algo similar sucedió con otros filmes como “Stigmata” que muestra a una atea sufriendo los estigmas de la crucifixión; “El código Da Vinci”, que propone la relación sentimental de Jesús de Nazaret con María Magdalena; “Dogma” otra sátira en la que dios es presentado como una mujer sin entendederas o “La última tentación de Cristo”, que saca a relucir la parte más humana de un Cristo que sufre la ira o la lujuria, entre otros pecados.

La furia del Islam

Los creyentes islámicos, mucho más fanatizados que los creyentes de otras religiones, justifican su barbarie alegando que el Corán, “un libro que creen escrito por Alá y donde está todo lo que hay que saber en el mundo”, considera un sacrilegio la representación del profeta Mahoma.

Sin embargo, las reacciones de intolerancia invaden la libertad de expresión de la que gozan los ciudadanos de las democracias occidentales, llegando hasta el asesinato en territorios laicos -Holanda o una embajada estadounidense, en los casos de Theo Van Gogh y Christopher Stevens-.

La sorpresa de la Administración norteamericana tras los hechos fue puesta en evidencia por las palabras pronunciadas por Hillary Clinton con respecto al asesinato del embajador en Libia:

“¿Cómo ha podido pasar esto en un país que ayudamos a liberar?”.

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