REDES SOCIALES NO SON DECISIVAS EN UNA ELECCIÓN

El resultado de la elección presidencial en Colombia, en la que el candidato oficialista Juan Manuel Santos ganó ampliamente con el 46.58% de los votos frente a un 21,50% de Antanas Mockus, según los datos de la Registraduría Nacional, ha sido una desilusión para los fanáticos de las redes sociales.

El resultado fue sorpresivo debido a que todos los sondeos sobre intención de voto pronosticaban una cerrada votación entre Santos y Mockus, aunque acertaron en que habría segunda vuelta, que se realizará el domingo 20 de junio.

Hasta el sábado se proclamaba a Mockus como el fenómeno electoral de redes sociales en Colombia y un candidato presidencial de la era de Internet.

Se afirmaba categóricamente que por primera vez en la historia política de América Latina, jóvenes y redes sociales de Internet podrían definir unas elecciones presidenciales.

Importancia Asignada a Internet

La principal novedad de las elecciones presidenciales de Colombia, se afirmaba, era sin duda, el auge en Facebook de la campaña de Antanas Mockus, ex alcalde de la ciudad de Bogotá en dos ocasiones y candidato por el partido de centroizquierda de Los Verdes. Más de un comentarista afirmó: “En Colombia nunca habíamos visto que las redes sociales e Internet tuvieran una importancia tan grande como la que tienen en esta campaña presidencial”

Pero lo realmente sorprendente de este auge era que el éxito de la campaña política de Mockus por Internet había sido impulsado por los mismos usuarios. Es decir, que no obedeció a una estrategia de sus asesores, sino que la divulgación y difusión del mensaje político fue posible gracias a la participación voluntaria de su electorado, seguidores virtuales, en su mayoría jóvenes.

Se llegó a sostener que una campaña adquiere dimensión internacional en Internet y que con ayuda de los medios sociales se crean nuevas formas de lo público, que se diferencian de los sistemas tradicionales de televisión, prensa y radio

Se explicó que: “En las redes sociales la gente se expresa sobre política, hace campaña y comparte información sin ningún tipo de filtro. A diferencia de la comunicación tradicional (de la campaña hacia los ciudadanos), ahora son los mismos ciudadanos los que están metidos dentro de la campaña. Es un nivel de participación más transparente, porque se elimina el intermediario en la transmisión del mensaje”

El entusiasmo fue muy grande entre los seguidores de Mockus porque ningún otro candidato, incluido Santos, tenía en la nueva herramienta de las redes sociales una cifra de seguidores o parecida a la de él. Se reveló que en Facebook había crecido 60% en el último mes, lo que equivalía a 255.322 nuevos seguidores.

Un Espejismo Electoral

Sin embargo, la dura y cruel realidad de las cifras electorales fueron definitivas: el apoyo logrado en las redes sociales fue un espejismo en la lid electoral. No fue suficiente para el triunfo de Antanas Mockus.
En otras palabras, se supervalorizó el impacto de las redes sociales en una contienda electoral.

Muchos politólogos, como ya está ocurriendo el Perú, están en esa tendencia exagerada. Al poner como ejemplo a Barak Obama y su triunfo electoral, olvidan la intensa campaña publicitaria que hizo en los medios tradicionales -gastó centenares de millones de dólares- y encabezó innumerables mítines y reuniones. Lo distintivo fue que utilizó los recursos cibernéticos, como un complemento de su campaña, pero no como su plataforma principal y decisiva.

Además el uso masivo de las tecnologías es una realidad muy diferente en un país del primer mundo al de un país tercermundista.

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