24 HORAS

Segunda escenografía del noticiero

En los 32 años que trabajé en la televisión me encargaron la creación de varios programas, algunos con mucho éxito de sintonía e influencia. Pero, el noticiero 24 Horas fue el programa que me dio las satisfacciones más duraderas. Este año cumplirá su 37 aniversario. Se ha convertido en el noticiero decano de Latinoamérica. Aquí un recuerdo que escribí cuando el programa celebró sus primeros veinte años:

“Ese 13 de Mayo de 1973 fue un día más agitado que otros. A las 11 de la noche se abriría una nueva etapa en la televisión informativa del Perú. Nacería 24 Horas, un noticiero que iba a implantar en el país un nuevo estilo y formato, desarrollado en un tono casi coloquial, dinámico, con el marco de una escenografía espectacular, en un gran estudio. 24 Horas se convertiría en el “padre de todos los noticieros”.

24 Horas iba a ser la respuesta profesional al intento periodístico hecho en otro canal, con elementos adictos al régimen militar y que pretendía implantar el llamado “periodismo revolucionario”. Es decir, promover los objetivos de una política radical en el país. La sintonía hizo que 24 Horas fuera un éxito rotundo, ubicándose a las pocas semanas entre los 3 programas más vistos de la televisión. En el otro canal, el intento fracasó y, finalmente, el programa de la competencia desapareció.

En su primera etapa -no superada posteriormente en cuanto a personalidad y espectacularidad- 24 Horas contaba con un extraordinario plantel. Sus conductores principales eran Pepe Ludmir y Humberto Martínez Morosini (Ernesto García Calderón se incorporaría después); sus conductoras de apoyo eran Jenny Vásquez Solis (primeros días) y Concho Changanaquí; sus narradores eran Mannie Rey y Pepe Sagar (posteriormente ingresarían Amanda Barral y Zenaida Solis); el comentarista fue Víctor Riveros (después se incorporarían César Miró y varios otros); el entrevistador principal fue Alfonso Tealdo y el caricaturista, Mario Moreno. La Dirección General estuvo a cargo de Julio Estremadoyro Alegre”.

Cinco Etapas.
A lo largo de 20 años, 24 Horas pasó por cinco etapas, con diversos integrantes. Cada una de ellas estuvo marcada en parte por el talento con que se contaba. En 1980, cuando Panamericana fue recuperada por sus legítimos propietarios, 24 Horas adoptó un formato más serio y clásico, con una duración de solo 30 minutos.

Con la exigente competencia de los noticieros de los nuevos canales, 24 Horas volvió a su hora de duración, y sin modificar su formato básico, introdujo una serie de recursos de edición y producción que lo volvieron a ubicar en el primerísimo lugar, con una sintonía sin precedentes en el rubro de noticieros. Hay que indicar por último, que 24 Horas fue una gran escuela. Muchos colegas que pasaron por sus filas despliegan hoy en otros medios una destacada gestión.

En la etapa heroica de “24 Horas” durante el régimen militar, los comentaristas eran designados por la dictadura, de manera que garantizaran su presencia en el noticiero. Algunos no duraban más de dos programas pues sus comentarios no respondían a las expectativas de Palacio.

Uno de los comentaristas fue Alfredo Barnechea, con gran acceso al gobierno. Una noche logró que se aceptara que Mario Vargas Llosa asistiera al programa para ser entrevistado por el mismo Barnechea. Los primeros minutos de la conversación fueron sobre temas literarios, pero al finalizar, Vargas Llosa abordó asuntos políticos, con severos comentarios sobre la situación que vivía el país. Recuerdo la cara de espanto del coronel que ejercía la Gerencia General, al ingresar jadeante al estudio. Pero no pudo hacer nada. La entrevista llegaba a su fin. Pocos días después, fue reemplazado.

Conductor Deportado
Otro momento especial se vivió cuando uno de los nuevos conductores, Flores Ledesma, en la despedida del programa, que terminaba con distintas reflexiones de los integrantes, protestó por el cierre de la revista izquierdista Marka, dirigida por un primo suyo. Cuando se retiró del canal, fue seguido por un vehículo de la policía de Seguridad del Estado. En cuanto cuadró su carro, el conductor fue notificado de que iba a ser deportado y se despidiera de su familia. Dos horas después era obligado a viajar a México.

24 Horas, era el programa favorito de Velasco. No terminaba su jornada sin ver el noticiero. Esto significaba un gran problema, ya que cualquier asunto que se abordara y le disgustara, significaba una reprimenda al general de la OCI por no “controlar” debidamente la información. Como es natural, las reprimendas cobraban creciente fuerza a medida que descendían los escalones hasta llegar al oficial gerente de Panamericana. Algo que molestaba a Velasco en particular, eran los matices del rostro de Martínez Morosini cuando leía noticias referentes a la obra del gobierno. Para Velasco, el conductor trataba de desmerecer lo que narraba. Como era de esperar, Martínez Morosini tuvo que dejar la conducción y pasar a otros programas, porque tenía un contrato que impedía su despido.

Puntuación: 5.00 / Votos: 7

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