La tierra: un material constructivo milenario con muchas cualidades y consideraciones actuales

Realidad peruana

El último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2017) indica que 2 millones 148 mil 494 viviendas son construcciones de adobe o tapial. En otras palabras, en el año 2017, el 27,9% de la población ocupaba viviendas construidas con tierra. Esto se debe, en gran parte, al bajo costo económico y la accesibilidad de los materiales, y al empleo del conocimiento de técnicas constructivas propias de cada región que se transmiten de generación en generación.

Pese a que existe un manejo diverso de métodos y habilidades constructivas con este material, en zonas altoandinas donde el clima provoca heladas, inundaciones y sequías, el confort térmico se vuelve fundamental para la supervivencia de sus habitantes. Lamentablemente, la mayoría de viviendas en este clima son precarias y ponen en riesgo a la población; por dicha razón, es necesario reflexionar y pensar que, en la situación actual, donde existe un alto riesgo para la salud, se busque mejorar la calidad de vida en la vivienda altoandina.

En este artículo, se comentarán las cualidades de trabajar con tierra, el reglamento constructivo que establece la Norma E 0.80 e investigaciones que plantean una mejora en el sistema constructivo para el confort de la vivienda en zonas altoandinas.

Cualidades de trabajar con tierra

Para empezar, es importante entender cuáles son las cualidades de este sistema constructivo. Las características del material le brindan ventajas en relación a los temas de medioambiente, salud, confort y sostenibilidad.

En consideraciones medioambientales, a diferencia de materiales procesados que hacen uso de gran cantidad de energía y producen grandes emisiones de CO2, los materiales como la tierra y la piedra pueden ser extraídos directamente del ciclo de vida natural e incluso al terminar su empleo, ser depositados sin peligros ni alterar las condiciones bioclimáticas del lugar. Es por ello, que en el aspecto medioambiental posee una gran ventaja de sostenibilidad frente a los sistemas constructivos contemporáneos.

En el tema de la salud, mediante su capacidad de absorción, la tierra puede conformar un ambiente interior de gran calidad. Este material actúa como una barrera eficaz para la humedad en el aire y equilibrio del ambiente; además, permite la absorción de olores, con una capacidad limitada pero perceptible.

Por otro lado, mejora el confort mediante su propiedad de inercia térmica, es decir, almacenar energía para transmitirla más adelante, lo que es muy prudente para climas con temperaturas extremas y variables. A su vez, funciona como un buen aislador acústico, ya que es una barrera frente al ruido externo muy efectiva.

Es importante resaltar que además de las cualidades que posee el material, la tierra permite el desarrollo de las tradiciones regionales vigentes mediante la técnica constructiva propia del lugar, lo que conlleva a reforzar y ensalzar la identidad cultural local.

Proceso constructivo reglamentado

En el Perú, la Norma E.080 de Diseño y construcción con tierra reforzada se enfoca en dos tipos de sistemas constructivos, el adobe y tapial. Establece formas preferentes y proporciones de los bloques, así como relaciones estructurales entre sus partes; guía las dimensiones mínimas para la construcción de muros, elementos de arriostre, entrepiso, techo y refuerzos.

Entre los refuerzos señalados en la Norma E.080, se indican una variedad de diferentes materiales como la caña carrizo, madera en rollizos, ramas trenzadas de fibra vegetal, sogas de cabuya y geomallas, para garantizar que la construcción sea sismoresistente. Una cualidad indispensable dentro de un país sísmico como el Perú que se encuentra ubicado en el Círculo de Fuego del Océano Pacífico, zona que concentra el 85% de la actividad sísmica mundial.

Investigaciones de reforzamiento en climas fríos

Pese a las cualidades que posee el trabajar con tierra y la seguridad de la Norma E 0.80, en zonas altoandinas se necesita mayor exigencia de ganancia térmica para garantizar un bienestar en la salud; por ello, grupos de investigación como el Centro Tierra y Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC) dentro de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, han estudiado mejoras que parten de los elementos constructivos ya conocidos, y a su vez, brindan mayor confort térmico y bienestar. A continuación, se describen algunas de estas intervenciones en la vivienda altoandina.

1. Muro reforzado con totora y paja-barro:

Esta mejora consiste en añadir nuevas capas de aislamiento al muro de adobe, tanto de totora como de paja-barro, esta última es una mezcla de barro con paja; que son acompañadas y sujetadas por un refuerzo de drizas, tipo de cuerda muy resistente. Estas nuevas capas brindan a la vivienda protección contra el frío, ya que demoran la pérdida de calor.

El proceso constructivo consiste en colocar el colchón tejido de totora, sobre el muro de tierra existente, sujetado con el refuerzo de drizas y; finalmente, poder aplicar la capa de paja-barro, evitando así su deterioro.

II. Techo mejorado con totora 

Esta mejora consiste en añadir una capa aislante de totora al techo, que mejora el calor dentro de la vivienda. La estructura del techo se conforma de madera para soportar las cargas eventuales y la nueva cubierta, esta última compuesta por capas de distintos materiales: colchón de totora, la capa de paja-barro y las planchas de zinc (calamina).

III. Piso mejorado

El suelo puede proteger los ambientes interiores del frío y la humedad para el bienestar de la salud, para ello la mejora del nuevo piso se compone de tres capas con cualidades distintas. La primera es la capa anti-humedad compuesta por una franja de piedras de distintos tamaños y sin adherentes; luego, se coloca la capa aislante, conformada por bloques de tierra alivianada con paja, para ser resistente y una superficie estable y; por último, se inserta la capa de acabado, caracterizada por ser resistente al desgaste e impermeable.

IV. Cerramientos

Para las ventanas es recomendable tener una contraventana aislada de madera como cerramiento, procurando que todas las hendiduras entre el marco y el muro sean selladas, lo que garantiza que al ser bloqueadas evita la pérdida de calor durante las noches.

Por otro lado, un buen cerramiento en las puertas se puede lograr empleando un filete de caucho, lo que provoca una mejora en la hermeticidad al ser cerrada y obteniendo así, una reducción en la pérdida de calor

Comentarios Finales

En la situación actual debido a la pandemia del COVID-19, donde existe un alto cuidado en la salud, es más importante todavía entender las condiciones de vida dentro de todas las viviendas en el Perú.

En las zonas rurales altoandinas, la gran mayoría de viviendas son precarias, ponen en riesgo la salud de la población; por ejemplo, los niños que conviven con heladas y cuyo único soporte contra el frío es su hogar. Esta es una razón más que suficiente por la cual se vuelve indispensable continuar las investigaciones y las construcciones con estándares actuales en mejora de la calidad de vida. Como se detalló en este artículo, las construcciones con tierra tienen muchos beneficios que aportan al beneficio en la salud y el confort, a través de sus propiedades: inercia térmica y absorción. Además, de ser acompañados con materiales locales adecuados y económicos pueden lograr una evidente mejora en la calidad de vida.

Es necesario hacer un llamado a las autoridades y profesionales para desarrollar estas y nuevas implementaciones en busca de una mejora a las condiciones de vida de la población rural altoandina. Existe gran precariedad e indolencia para justificar el olvido y la limitada acción que hasta este momento se ha desarrollado en favor de esta población. Además, sumando a la nueva normalidad y la crisis del COVID-19, donde el único espacio seguro es el hogar, se vuelve insostenible y un reto intervenir las viviendas rurales altoandinas en busca de mejoras en la calidad de vida de su población.

Referencias

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