Génesis

Acababa de entrar a quinto de secundaria y empecé a prepararme para postular a San Marcos. Terminaba clases en el colegio y salía rumbo a la academia Aduni. Llegaba, almorzaba y luego me estancaba junto con otros 40 tipos en un aula apretada hasta las 7 de la noche. Así de lunes a viernes y así en teoría iba a ser siempre hasta la fecha del examen de admisión.

Yo en ese entonces tomaba el tema con algo de seriedad. Escoger una carrera específica me daba igual porque pensaba que iba a ser novelista,* pero entrar a la universidad sí me parecía importante, pues era una suerte de continuación de la vida que ilusamente proyectaba. Participar en grupos de estudio de literatura (y de política), escribir artículos de crítica, ganar concursos universitarios. En fin, toda una gama de experiencias que exigían como requisito de entrada ser estudiante universitario.

Y en cuanto a qué universidad, podía ser cualquiera de las públicas. Un año antes, mi papá habló con un tío mío que tenía a dos hijos en la Ricardo Palma. “Es caro”, fue la conclusión de esa conversación. Ni modo, sería San Marcos. Yo, que crecí con amigos de barrio que postulaban a la Agraria, a la UNI o a la misma San Marcos, veía a esta última como una opción perfectamente natural.

Pasaron varios meses así, estudiando sin sobresaltos. Pero un día, mientras estaba en el micro rumbo a mi casa desde la academia, me llamó mi mamá. Recuerdo que estaba escuchando Nid de Diazepunk y que la pausé para contestar. Ella solo quería saber si ya estaba yendo a casa. No le di más vueltas a la llamada y volví a la música.

Llegué a mi casa. Usualmente comía solo, pues para mi llegada ya todos habían cenado. Ese día mi papá estaba sentado en la cocina y mi mamá le preguntaba sobre créditos y referencias. Dejé mis cosas y pasé a la cocina.

En esa reunión mi papá me dió el anuncio más importante hasta ahora en mi vida. Anunció la experiencia que me ha formado como persona, la que me ha dado los mejores años que he vivido, la que me ha abierto todas las puertas que he alcanzado y sin la cual no creo que sería el que soy hoy día.

En esa reunión mi papá dijo, “vamos a hacer un esfuerzo para que estudies en la católica”.

 

*Sobre este tema me remito a un post mío en facebook.
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1679585682142465&id=100002731472055

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