Sentido de comunidad y violencia

Manifestación

El sentido de comunidad es un concepto que se ha comenzado a estudiar cada vez más en las últimas décadas, tanto desde la psicología comunitaria como desde la psicología política, para comprender los comportamientos de los grupos. El concepto hace referencia al sentimiento de pertenencia y de mutua importancia que comparten los miembros de una comunidad; así como la fe compartida de que sus necesidades encontrarán satisfacción por medio del compromiso de mantenerse juntos (McMillan & Chavis, 1986). El sentido de comunidad cohesiona a un grupo y lo puede encaminar a la acción colectiva. Sin embargo, a pesar de que esto suena muy positivo, no se puede asumir que donde exista un fuerte sentido de comunidad, la comunidad siempre será saludable, ya que no necesariamente es así.

La experiencia muestra que la cohesión que proporciona el sentido de comunidad es tan fuerte que permite a los grupos superar grandes crisis como pueden ser la violencia en sus diferentes manifestaciones: pandillaje, violencia social, conflictos armados, etc. Sin embargo, también se ha visto que un fuerte sentido de comunidad combinado con una gran intolerancia hacía las personas que no pertenecen al grupo y que no comparten sus características, puede llevar a crueles actos de violencia de parte de este grupo. Hace poco fuimos testigos de como en Chile un grupo de neonazis, llevados por su odio e incomprensión hacia la diferencia, mataron a un joven activista gay. Este crimen es solo uno de aquellos tantos que se cometen en nombre de las creencias y dogmas de grupos cerrados e intransigentes, donde la alta influencia del grupo hacia sus miembros desvanece sus individualidades e impide cuestionar las acciones del colectivo.

Sin ir tan lejos, podríamos proponer que un caso similar es el del grupo terrorista Sendero Luminoso, en el cual, la cúpula dirigente logró adoctrinar a sus miembros en el denominado “pensamiento Gonzalo” haciéndolos creer que lo único que importaba era el “partido” y su lucha armada.

Vivimos en un mundo cada vez más interconectado, donde el alto nivel de movilidad lleva a que personas con diferentes maneras de pensar, vivir y entender la vida se encuentren y se mezclen. A esto se suma que la sociedad moderna y urbana tiende a incentivar valores y creencias individualistas, las cuales tienden a resaltar más las diferencias entre las personas, quienes defienden sus ideas e ideales. Por ello el sentido de comunidad debe saber dialogar con estas diferencias tanto al interior de un grupo, como en las relaciones intergrupales. La pertenencia y cohesión de una comunidad, no debe ser incompatibles con el libre pensar y el desarrollo individual. Es necesario pensar en un sentido de comunidad donde la diversidad no genere conflictos por la intransigencia; donde las diferencias enriquezcan al grupo a partir del diálogo, el intercambio y la reflexión, procesos que pueden ser motor para la transformación de la sociedad en una más saludable y tolerante.

Gabriela Távara V.
Miembro del Grupo de Psicología Política de la PUCP
Lima, 03 de abril de 2012.

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