EL COVID-19, sin duda alguna, ha demostrado que no solo es efectivo para destrozar la salud y la vida, sino también para develar las miserias humanas (lo vil, lo mezquino, lo egoísta, etc.) y las deficiencias institucionales y sociales tecnológicas. Pero también ha ratificado que hay gente noble, sincera, con empatía y sobre todo solidaria.

Las complicaciones que los peruanos y peruanas pasamos en esta pandemia como sociedad tienen que ver con el pobre manejo y uso de la tecnología y con el poco interés de una gran parte de la población de no usarla.

En el Perú, menos del 50 % (48.7%) de la población, desde los 6 años de edad a más, tiene acceso a Internet. En el área rural, la brecha es más grande, ya que los que tienen acceso a Internet en el área rural solo es el 15 %, mientras que en el área urbana es 58.2%. Asimismo, el teléfono celular es el medio más usado para conectarse a la red en ambas áreas.

Esta carencia de servicios de Internet y el poco interés de su uso se debería a la falta de infraestructura y necesidad, principalmente.

Por el lado de uso de los sistemas bancarios virtuales y presenciales, el asunto tampoco es alentador. Por ejemplo, El 62 % de peruanos y peruanas han decidido no usar el sistema bancario para guardar sus ahorros. Ello quiere decir que solo un 32 % tiene su dinero guardado en una cuenta bancaria de algún banco.

En este caso, este poco uso de las cuentas bancarias se debería a varias razones. Por un lado, la poca oferta de bancos en provincias es uno de los principales problemas, siendo el Banco de la Nación el único banco con presencia a nivel nacional. Otra razón, es la desconfianza y transparencia del sistema financiero, pues, si bien es cierto el dinero estará más seguro en un banco, eso no quiere decir que ganará intereses llamativos o equitativos. Otra razón tiene que ver con el desinterés de usar un banco para guardar o hacer sus trámites financieros. Esto está asociado con la ignorancia, el miedo y la desinformación. Todo ello enmarcado en el pobre manejo de los programas de inclusión tecnológica de sucesivos gobiernos.

Estos problemas condicionaron al Estado para hacer llegar a las personas o familias vulnerables las ayudas económicas que el Gobierno había dispuesto para paliar la crisis económica familiar durante la pandemia. La información utilizada para asignar los bonos económicos, por ejemplo, estaba tan mal hecha y desactualizada que no refleja la realidad de las familias. Ello contribuyó a que muchas familias necesitadas no recibieran ningún bono económico y salgan a las calles a bucearse la vida y la de su familia, exponiéndose al contagio.

Ante estas penosas situaciones y que se manifestaron con mayor intensidad y preocupación en la pandemia, el Estado tiene la responsabilidad de mejorar estas condiciones para incluir tecnológicamente a ese 62% de peruanos y peruanas que no tienen una cuenta bancaria, por ejemplo, y no tanto porque no la necesitan, sino porque muchas veces no tienen acceso a ella. Para ello, el Gobierno debe agilizar que esta inclusión tecnológica se realice de menara continua, acelerada y seria.

En vista de que la inclusión tecnológica financiera es un derecho de las personas, esta no debe realizarse para verse como un mero ofrecimiento, sino para que su uso cotidiano en los pobladores sea permanente, seguro y confiable. En tal sentido, propongo algunas iniciativas:

  1. DNI electrónico para todos

El DNI es el documento de identidad más importante de toda persona, sin importar su edad, que lo identifica ante las instancias estatales. Con él se puede hacer trámites y recibir beneficios del Estado. En el caso del DNI electrónico, su utilización es aún más importante porque contiene todo nuestra información e identidad de manera digital y que puede ser usada en diferentes situaciones. Debido a que es un documento electrónico, la información se mantiene actualizada y transportada en cualquier lugar. Otra ventaja es que tiene es más seguro que su predecesor debido a que cuenta con mayores filtros de control digital.  Por último, ambos documentos son de uso obligatorio.

Por todo lo dicho, si queremos continuar en el largo camino de la inclusión tecnológica financiera, se debe pensar, en primer lugar, en cambiar el DNI tradicional por el DNI electrónico, para que la información de cada persona esté, desde su nacimiento, actualizada y sobre todo disponible en el momento que más se requiere, como en el caso de una pandemia, guerra o desastre.

  1. Cuentas bancarias a partir de los 18 años

Existe un gran porcentaje de personas que no tienen vínculos con los sistemas financieros. Las personas, más de los pueblos rurales, prefieren hacer uso del colchón para guardar sus ahorros, en lugar de colocarlo en un banco a través de una cuenta bancaria. Para que ello sea posible, cada peruano y peruana, cumplido la mayoría de edad (18 años) debe tener como requisito para cambiar el DNI de menor de edad al DNI de mayor de edad, una cuenta de cualquier tipo en una entidad bancaria, preferentemente del Banco de la Nación.

Esta cuenta bancaria de por sí ya ayudaría mucho, como lo veremos en los puntos 4 y 5. Pero su propósito más importante se vería en casos de emergencia, ya sea personal, familiar o general. Por ejemplo, si un familiar se enferma y se tiene que enviar dinero para ayudarla, fácilmente se podría hacer de manera rápida y fácil por medio del sistema financiero; es más, sin ir al banco o cajero. En una emergencia nacional, como por el COVID-19, el Estado pudiera llegar con los bonos económicos más rápido a los beneficiarios, sin que ello signifique enviar códigos confusos o hacer grandes colas, tumultos o contagios.

  1. Modernización de los cajeros del Banco de la Nación

Uno de los problemas de generar cuentas bancarias a personas que le darán poco o ningún uso es que, luego de un tiempo, se olviden sus contraseñas. Para evitar eso, los cajeros deben estar provistos de mecanismos tecnológicos modernos y biométricos, como lectores de huellas digitales o lectores faciales. Estos sistemas permitirán elegir al usuario identificarse con su tarjeta o simplemente con su huella dactilar o con su rostro. Eso ayudaría y simplificaría significativamente el proceso de retirar dinero por los cajeros. Además, para que esto funcione, el Banco de la Nación estaría en la obligación de ampliar su red de sucursales, cajeros y agentes en todo el Perú.

  1. Programas para incentivar e incrementar el ahorro independiente para gastos de emergencia

La idea de los programas para incentivar e incrementar el ahorro independiente tiene como único propósito el de crear un fondo de contingencia personal e intangible que está pensado para ser usado únicamente cuando el titular o sus dependientes pasan por alguna necesidad extrema, principalmente.

Una forma de incentivar el uso de una cuenta bancaria es que la cuenta tenga ingresos de dinero permanente, ya sea con recursos propios o de terceros. En ese sentido, para incentivar e incrementar el ahorro independiente, propongo los siguientes tipos de ahorro.

4.1.      Programa de ahorro por el pago del IGV

En el 2019, la bancada de Fuerza Popular, presentó una iniciativa legislativa para que un porcentaje del IGV por los consumos realizados pasen a al fondo de AFP o ONP del comprador, es decir, para su jubilación (a los 65 años).

Mi propuesta difiere de la anterior en el propósito o finalidad y tiempo. En lugar de que vaya para la jubilación (que no está mal), propongo que vaya a una cuenta personal bancarizada (banco o caja) del fondo de contingencia personal e intangible y que será usada en caso de emergencia. Su retiro estaría condicionado a que el Ministerio de Inclusión Social y Poblaciones Vulnerables autorice a pedido del solicitante. la solicitud de retiro estará debidamente justificada. En este caso, la justificación debe ser por salud o alimentación, esencialmente.

Este programa, además de ayudar al ahorro personal, favorecerá al Estado en la disminución de evasión de impuestos, y también a los comerciantes, cuando requieran financiación, pues cuanto más declaren sus impuestos más y mayor será el acceso a los créditos financieros con los bancos, ya que contaran con el respaldo histórico de sus ventas.

4.2.      Programa de ahorro por reclamar un mal servicio recibido ente los reguladores del Estado

Las personas, constantemente hacen denuncias y reclamos ante los entes reguladores del Estado como en Indecopi, por ejemplo, por haber recibido un mal servicio de las empresas. En estos casos, si el reclamante tiene la razón, un porcentaje de la sanción económica impuesta al infractor debe ir directamente a la cuenta personal e intangible del afectado o denunciante, que sumará a lo que ya tiene.

Esta forma de ayudar a incrementar este fondo de contingencia personal, no solo beneficia a la persona agraviada, sino también a las empresas porque les obligaran a poner mayores esfuerzos para mejorar los servicios que ofrece, ya que sabrán que las personas tendrán más de un motivo para reclamar cuando reciban un mal servicio.

4.3. Programa de ahorro inteligente

Recuerdo que, en una exposición de la universidad, el grupo donde yo participaba tuvo una idea de startup muy interesante de emprendimiento, cuyo título fue “Junta tu viaje”, que consistía básicamente en que la persona seleccionaba un lugar para viajar, se inscribía en la app y podía ir pagando su viaje con el vuelto de sus pagos o poniendo dinero de su bolsillo hasta un determinado tiempo.

Ahorra para tus emergencias” es un programa que propongo para ayudar a incentivar y al mismo tiempo incrementar el ahorro del fondo de contingencia personal intangible. Al igual que lo dicho en el párrafo anterior, cada persona independientemente a un propósito o proyecto de corto o mediano plazo podría ir colocando dinero a su fondo, ya sea con los vueltos por sus compras, o depositando dinero directamente en su cuenta intangible desde los lugares autorizados.

para que este programa funcione, el Gobierno tiene que hacer convenios con diferentes entidades comerciales y financieras como, por ejemplo, supermercados, cines, bancos, centros comerciales, clubes, mini markets, bodegas, etc.

  1. Educación financiera desde las escuelas/colegios

Para que todo lo mencionado funcione, lo más importante que debe hacer el actual gobierno y los gobiernos por venir es, además de crear infraestructura tecnológica, decir y convencer a la población que la tecnología financiera nos es mala. Tiene que hablarse el tema con transparencia, solvencia y pedagogía.

para que eso sea informado e interiorizado eficientemente por los pobladores, las escuelas y colegios son fundamentales. En los centros educativos se debe fomentar la creación de un curso dentro de la malla curricular que se llame algo así como “Introducción a la Educación Financiera”. Dicho curso debe ser impartido en la primaria y en la secundaria. El curso abarcaría los conceptos básicos financieros, así como el conocimiento y uso del sistema financieros. Este curso daría al estudiante una visión rápida de cómo funciona el aparato financiero, y los capacitaría para que hagan uso de las múltiples herramientas y plataformas que tiene este sistema.

Dato aparte. Lamentablemente, con las personas mayores o de edad avanzada poco o nada se podría hacer para capacitarlas en este tema. Ellas estarían comprendidas dentro de la “generación perdida” y tendrían un tratamiento especial.

En conclusión, esta crisis, producto del COVID 19, principalmente, nos ha hecho ver y sentir impotentes como la realidad, que solo era vista por el espejo retrovisor, golpea más que la pandemia. Ahora que el problema se hizo manifiesto y se puso al frente es que recién tratamos de aceptar todas las carencias que solo las veíamos o decíamos como por accidente, o como restándole importancia, o simplemente por cumplimiento. Sin embargo, con esta pandemia, lo que debe quedar claro, tanto para el Estado, Gobierno y población, que el Estado-Gobierno tienen mucho por hacer para lograr que la inclusión tecnológica en todo el país se haga realidad y funcione. Sin embargo, no solo es la obligación del Estado-Gobierno de preocuparse de hacerlo realidad, los pobladores también tenemos que participar en este trabajo, entendiendo que la tecnología no es mala, que tiene beneficios, ventajas y desventajas, y que está aquí para ser usada responsablemente.

Fuentes relacionadas:

https://peru21.pe/tecnologia/dia-mundial-internet-situacion-encuentra-internet-peru-478667-noticia/

https://larepublica.pe/economia/2019/08/04/cuatro-de-cada-diez-peruanos-tienen-una-cuenta-de-banco/

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