Anoche (1mensaje ppk3.12.16), el Presidente de la República dio su tercer mensaje a la Nación. Aunque era inminente la postura política del Ejecutivo, el Presidente Kuczynski quiso hacerlo oficial para tranquilizar los ánimos de todos los peruanos (o al menos eso intentó).

El mensaje, como dije, no tuvo nada nuevo. Las mediciones entre poderes del Estado (Ejecutivo y Legislativo) han tenido más a jalar que a aflojar. Este tira y afloja que depende totalmente  de lo que diga o disponga el Legislativo fujimorista, amplia mayoría en el congreso (72 fujimoristas), estará varios pasos adelante de la minoría absoluta del Ejecutivo (pues ni sumando a congresistas del oficialismo y ministros llegan a ser mayoría). En ese escenario no hay forma que el Ejecutivo le haga frente al fujimorismo (Legislativo).

Como si fuera poco lo mencionado, a toda esta desigualdad política se suma la debilidad de carácter político del Presidente Kuczynski. Hasta ahora, PPK no ha logrado articular lo técnico, su fuerte y su caballo de batalla, con lo político, su talón de Aquiles. Esto se demuestra en los acontecimientos producidos en estos cinco meses de gobierno, donde ha logrado poner en marcha muchos proyectos, así como también reformas aprobadas incluso por el fujimorismo. Pero, en asuntos netamente políticos, como la defensa del ministro Saavedra ante una inminente interpelación, ni el Presidente de la República ni el Ejecutivo ni los congresistas del oficialismo, o todos juntos, han podido torcerle por lo menos un dedo al fujimorismo. Es decir, los temas con mayor carga técnica el Gobierno ha podido salir airosos; pero, en lo político, hasta ahora no han encontrado la fórmula para dialogar de tú a tú con el fujimorismo, sino de tú a usted.

En el mensaje del Presidente (el de anoche), lo que expuse en palabras se manifestó en cuerpo presente. Ante la implacable decisión de la bancada fujimorista de interpelar al ministro Saavedra, el Presidente pidió reflexión e invocó a dicha bancada a “decidir con responsabilidad la intención de censurar al ministro Jaime Saavedra”; asimismo, solicitó dialogar con todas las fuerzas políticas en un ambiente de respeto mutuo…

En resumidas palabras, el mensaje dio a entender que los fujimoristas habían ganado la batalla política en el tema Jaime Saavedra. Y dependerá de la bancada mayoritaria si se lleva como trofeo o no la cabeza del ministro interpelado. Por otro lado, para tratar que las cosas no se compliquen más, pidió sostener un diálogo, al parecer abierto y sin temas puntuales, solo con respeto. A este pedido, el congresista fujimorista, Luis Galarreta, horas antes del mensaje, había dicho que para que e diálogo se dé, “el Gobierno tiene que agarrar y encontrar el rumbo, el norte”, esto haciendo referencia al desequilibrio político en lo que se encontrarían los liderados por PPK.

En concordancia con todo lo mencionado, el mensaje es consecuencia de la debilidad política del Gobierno: del Presidente Kuczynski, como cabeza de Estado y de los congresistas de su entorno, principalmente. Por otro lado, el mensaje quiere frenar la estampida fujimorista desde el Congreso hacia el Ejecutivo. Pero también, el de advertir a los fujimoristas que, de seguir, abusando de su poder mayoritario, él (Kuczynski) tomaría acciones que le faculta la ley. Por ejemplo, cerrar el Congreso. Porque si el Presidente de la República demanda reflexión y diálogo a las fuerzas políticas y las relaciones no mejoran, no le quedaría otro camino al Presidente que disolver el Congreso.

Para concluir, solo quedaría esperar la decisión de las bancadas fujimorista y aprista de censurar al ministro Saavedra. Ese indicador será clave para medir el termómetro político de nuestro país, pos mensaje.

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