Incrementarle más impuestos a los textiles chinos no mejorará económicamente la industria textil nacional. La inmensa cantidad de ropa china que ingresa al país es más que suficiente para seguir abaratándola y por mas que se le imponga más y más políticas tributarias u otras trabas no cambiará la situación del textil nacional.

La empresa nacional debe competir con mejores productos a precios accesibles. Por ejemplo, tenemos el mejor algodón y hay que sacarle provecho. Hay mercado para todos, los mejores hilados serán para las mejores prendas que competirán en el extranjero, principalmente; mientras que los tejidos de mediana calidad hacia abajo pueden cubrir la necesidad del mercado nacional.

La calidad de los tejidos peruanos es muy reconocida en todo el mundo, prueba de ello son los diferentes desfiles de moda realizados, organizados o protagonizados por modistas nacionales y usando vestimentas nacionales en exclusivas  modelos internacionales. Este ‘boom’ que hay en el mercado internacional por usar prendas hechas en el Perú con algodón peruano debe ser aprovechado por los empresarios peruanos en los grandes certámenes mundiales. Por ejemplo, una gran oportunidad para mostrar sus diseños al mundo es antes y durante el evento de la Copa FIFA Brasil 2014.

Por consiguiente, los empresarios que venden sus productos en el extranjero deben tener una política de subsidio, para que compense el abaratamiento de las prendas que se venden en el mercado interno. Los que no exporten pueden reorganizarse y formar nuevas sociedades para comprar grandes cantidades de hilos, tejidos e insumos en general destinados a la industria nacional (se entiende que por grandes volúmenes el precio es menor). De esa manera la competencia poco a poco equilibrará la balanza entre los productos chinos y los nacionales.

La competencia entre los productos chinos y nacionales, aplicando una política de subsidio por parte del empresario nacional, poco a poco irá inclinándose a favor del textil nacional, ya que la buena calidad del producto a precio de una prenda china irá concientizando al usuario nacional. Otros puntos a mejorar son la elegancia y los beneficios en la salud. La elegancia debe ser otro punto a favor para darle más competitividad a la prenda nacional; en ese sentido los diseñadores son los indicados para dar libre albedrío a su imaginación y estar un paso delante de las tendencias internacionales; del mismo modo,  es sumamente importante hacer que los compradores conozcan que al usar una prenda confeccionada en el Perú con algodón peruano tiene beneficios para la salud (protegiendo la piel, alergias e insolaciones; o cuidando el sistema respiratorio, afecciones respiratorias, principalmente), los cuales están bebidamente probados científicamente.

La industria nacional en general debe entender que la mejor vía para detener el consumo de ropa china no es aplicando más impuestos o mucho menos tratar de impedir su comercialización, sino abaratando costos pero con buena calidad y formando nuevas sociedades para alcanzar un único objetivo: consolidarse en el mercado nacional. Resistirse al cambio los llevará a la mediocridad y ello conducirá al fracaso.

Finalmente, para que la competencia entre productos chinos y nacionales se dé a nuestro favor, debemos todos poner de nuestra parte; sin embargo, para que ese triunfo se haga realidad, le corresponde a la industria nacional mostrar las iniciativas, luego, el consumidor casi automático lo seguirá.

La competencia es buena porque nos ayuda a ser el mejor en lo que hacemos…

 

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