Estando a los resultados electorales esperamos el éxito en la gestión que se iniciará el 28 de julio, pues ese será el éxito y la salvación de millones de peruanos. Literalmente.
Pero si los problemas que aquejan al Perú se iniciaron hace mucho por tener una forma de pensar (cada uno llene de contenido esto), no podemos seguir pensando y actuando del mismo modo que los originaron, pues se matendría el status quo. Necesitamos no solo nuevas promesas, sino nuevas visiones, pero lo más importante: nuevas herramientas que viabilicen esas intenciones, esass visiones, esos deseos de cambio y mejora de lo existente. Y ello implica tener herramientas de gestión novedosas = exitosas.
Si, pues la novedad por la novedad, de nada sirve. La novedad por moda es condenarnos a experimentar, a apostar y seguramente a fracasar. Necesitamos un benchmarking de experiencias exitosas para tener mayores posiblidades de éxito; necesitamos una franquicia para no estar inventando la polvora en el camino.
Y allí debemos preguntarnos ¿que conocimientos pondremos ahora al servicio de una gestión más eficaz y eficiente? Con los estudios concluidos en una maestría de Ciencia Política seguída en una prestigiona universidad peruana, siento que las ciencias sociales que me enseñaron no tienen mucho que aportar. Mis estudios se basaron en lecturas filosóficas y doctrinales, y me sirven muchísimo en lo discursivo para sustentar mis ideas, pero sigo sintiendo que me faltan herramientas para la gestión concreta, para el cambio de la organización bajo mi responsabilidad, para la mejora del dia a dia laboral cotidiano.