El estándar ODF y el “estándar” OOXML

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Logo ODF

La sociedad de la información basa mucho de su conocimiento y desarrollo en el uso de la documentación en formato electrónico, hablamos entonces del campo de la ofimática, tecnología imprescindible en cualquier empresa, institución académica y el hogar, tecnología que debería estar a disposición de todos si realmente deseamos reducir la llamada brecha digital. Actualmente la aplicación ofimática más difundida en el mundo es el MS Office, aplicación que genera archivos cuyo formato es propietario, y si compartimos dichos archivos obligamos al resto a tener que usar el MS Office para abrir sin problemas dichos documentos y poder trabajarlos. La historia sería distinta si dichos formatos fueran abiertos, lo que permitiría que otros fabricantes de software pudieran crear aplicaciones alternativas lo que daría al usuario la opción de escoger. Si para compartir imágenes, audios o hasta videos disponemos de múltiples alternativas para su edición, ¿porque no tenemos la misma oportunidad con documentos electrónicos?, la respuesta es que necesitamos un estándar para los formatos ofimáticos.OpenOffice [1], la suite ofimática abierta más conocida del mundo, disponible para entornos Linux, Mac, Windows entre otros, utiliza un formato abierto llamado ODF (Open Document Format, en inglés) para los documentos electrónicos que crea. El formato ODF actualmente es considerado un estándar por la Organización de Estándares Internacionales (ISO) bajo la norma ISO 26300:2006 [2]. Al ser ODF un formato abierto da la posibilidad de escoger entre distintas aplicaciones que den soporte a dicho formato, se crea así una gran oportunidad tanto para los desarrolladores de software como para los usuarios que pueden escoger entre diversas herramientas ofimáticas acorde a sus necesidades favoreciendo el desarrollo transparente de la sociedad de la información con documentos que pueden ser abiertos y modificados sin restringirse a una aplicación y las manipulaciones de un único fabricante. Importantes compañías están brindando soporte y respaldo a este formato, no solamente Sun con su apoyo al desarrollo de OpenOffice, tenemos a Google con Google Docs [3], a IBM con una versión gratuita de Lotus Symphony [4], empresas Canonical (creadores de Ubuntu, ver mensaje de su presidente Mark Shuttleworth [5]) o RedHat [6] que ha creado un logo para el formato ODF [7] mostrado al inicio del artículo, y una larga lista de desarrolladores independientes [8]. Asimismo muchos gobiernos, motivados por el uso de estándares y formatos abiertos que garanticen la transparencia en el acceso a los datos, han optado por el uso del ODF para la generación e intercambio de documentos electrónicos.

Un formato alternativo creado por Adobe para el intercambio de documentos es el PDF (Portable Document Format), es una especificación abierta (ISO 19005) soportada por muchas aplicaciones, pero lamentablemente es un formato no editable, está diseñada principalmente para ser usada en modo de lectura o ser impresa, sin embargo ODF puede ser editado por una gran variedad de aplicaciones, permitiendo un acceso sin restricciones al documento, beneficiando la difusión del conocimiento y el trabajo colaborativo.

Es fácil darse cuenta que la introducción de un formato ofimático abierto orientado a una adopción masiva, significaría una gran peligro a la empresa Microsoft ya que una gran parte de sus ingresos proviene de las ventas de su paquete MS Office, el cual utiliza un formato cerrado que va modificando con cada nueva versión de MS Office, generando incompatibilidad con la versión previa, lo que va obligando al usuario a tener que comprar la nueva versión, así no requiera las nuevas funcionalidades. Como era de esperar, Microsoft no brinda ningún tipo de soporte o apoyo al estándar ODF, pero presionado por la existencia del mismo y la creciente demanda por el uso de estándares y formatos abiertos es que, de un momento a otro, ha decidido introducir un formato “abierto” llamado OOXML (Office Open XML) que permitiría el acceso libre a sus documentos, todo ello especificado en un manual de más de 6000 páginas presentado a la ISO, que mientras para algunos puede pensarse de un manual muy detallado, lo cierto es que es un manual con muchas imprecisiones y ambiguedades que dificultan enormemente su implementación, de tal forma que sería principalmente Microsoft la única compañía en capacidad de hacerlo y que le brindaría la oportunidad de hacer creer al público que su producto MS Office también trabaja sobre formatos abiertos, se puede encontrar mucho información sobre el tema en los portales de OpenXML.info [9] y de la fundación FFII (Foundation for a Free Information Infrastructure) [10]. Prueba del rechazo de esta propuesta es que, el pasado 2 de Setiembre, la ISO no aceptó la propuesta de convertir OOXML en un estándar internacional descalificándolo en la fase DIS29500 [11] luego de sumar los votos de todos los países con derecho a voto, sin embargo Microsoft todavía dispone de una segunda oportunidad para revisar la propuesta y presentarla. Curiosamente la ISO exige que los votos se envíen en el formato de MS Word.

¿Tiene sentido que existan dos estándares ofimáticos?, muchos opinan que es innecesario y es una pérdida de tiempo crear un nuevo estándar cuando ya existe uno. Personalmente mi opinión es que no debería existir ningún tipo de impedimento para la creación de cuanto estándar ofimático se desee, eso sería limitar nuestra creatividad, pero yendo más allá esto es realmente un tema de mercado. Por ejemplo, para tecnologías de redes de computadoras, un estándar usado ampliamente en el mundo es el 802.3 (más conocido como Ethernet, desarrollado por Dell-Intel-Xerox) junto a sus variantes compatibles, sin embargo existen muchos estándares paralelos que nunca alcanzaron popularidad, allí quedaron el 802.5 (Token Ring, de IBM), o el 802.12 (100VG Any Lan, de HP) posiblemente por una sencilla razón, Ethernet llegó primero y fue aceptado masivamente. Migrar a otro estándar incompatible, a pesar de que pueda tener mejores características técnicas, resultaba económicamente inviable cuando ya se tenía una capacidad instalada del estándar previo. En el caso del formato ODF sucede algo similar, es el primer estándar ofimático abierto y se está propagando rápidamente. ¿Alguien utiliza OOXML?, la respuesta es negativa, ¿alguna empresa importante, aparte de Microsoft, apoya el formato OOXML?, ninguna, y de aprobarse OOXML como futuro estándar ISO 29500 es poco probable que alcance la difusión que actualmente está ganando ODF.

A pesar que el estándar ofimático de facto en muchas instituciones educativas es el MS Office, debemos tomar en cuenta seriamente la utilización del formato ODF, ya sea usando OpenOffice (que a la fecha va por la versión 2.3), Google Docs, Lotus Symphony o cualquier otra aplicación que soporte ODF, incluso, a pesar que mencionamos que Microsoft no apoya el formato ODF, existe un plugin [12] para el MS Word que le permite abrir y guardar archivos en dicho formato. De esta forma nos estamos brindando la oportunidad de tener otra opción, de ser independientes del proveedor, de ser libres de escoger la aplicación ofimática, y las instituciones educativas (tanto autoridades como profesores) deben ofrecer las facilidades del caso para que sus alumnos puedan trabajar con dicho formato. Fomentemos entonces el uso de estándares ofimáticos para garantizar el desarrollo de una sociedad de la información abierta a todos.

[1] http://www.openoffice.org
[2] http://www.iso.org
[3] http://docs.google.com
[4] http://symphony.lotus.com
[5] http://www.markshuttleworth.com/archives/132
[6] http://www.redhatmagazine.com
[7] http://www.redhatmagazine.com
[8] http://www.opendocumentfellowship.com/applications
[9] http://www.openxml.info
[10] http://www.ffii.org
[11] http://www.dis29500.org
[12] http://sourceforge.net/projects/odf-converter

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