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Meditación y Certeza

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Para Sofía Ferró

Comprenderás que imaginarte,

bajo el sol,

lúcida de palabras,

de sueños,

y risas perplejas;

son para mi dos remos,

tres temblores de vida,

 que navegan hacía el mar,

 hacia la providencia infinita,

guiadas por el astro,

hasta el comienzo de tu sonrisa.

 

Ahora que la noche cae,

que estas lejos,

o quizá más cerca,

supongo que te extraño,

con la misma paciencia inquieta,

aquella de Marzo,

origen del mediodía,

del estremecedor anhelo

de ver tus manos,

junto a las mías,

en la gran

y eterna caricia.

 

¿Para siempre jamas?

Para siempre,

es una promesa,

que va y se mantiene

con la vida,

con los sueños,

que entre nosotros,

cual olas de lago,

solo crecen,

crecen,

y crecen.

 

M.S.L.

Arequipa, 25 de Octubre del 2017.

Quererte en un tres de Octubre

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Para Sofía Ferró, la sempre pau de Catalunya

 

Nosotros,

tu y yo,

somos ríos que en el mar se encuentran,

alegres montañas de lago,

y de sillar,

que queriéndose,

sobreviven a la tormenta,

al vedado dolor de la certeza.

 

Nosotros,

somos afines al gran delirio,

a los ciegos magos de las letras,

a preguntarnos en la noche,

a dos pies de las estrellas,

si habrá alguien

– aparte de ti,

y de mi –

que nos comprenda.

 

¿Podrá existir el olvido

para un amor que recuerda?

¿Llegaran a tener esperanza

los que caminando sueñan?

y de ser así,

entonces,

¿Qué hicimos?

¿Qué haremos?

Quererte es la respuesta,

y también el misterio

que nos despierta.

 

Porque quererte

es mirar,

sin miedo y de frente,

a la temible imprecisión del sueño;

pelearse con la memoria,

donde pocas son las promesas,

y muchos los anhelos.

 

Porque quererte

es dormir con el insomnio,

volver hacia las estrellas,

y contar sin las manos,

una a una,

los irrecuperables años

que desde siempre reflejan.

 

Porque quererte

es confabular con la vida,

es entregarse a la urgente explosión

del azar que agoniza,

y luego,

morirse a fiel aliento,

para sin ninguna prisa,

cruzar la puerta,

llegar a tu encuentre,

y perderme en tu sonrisa.

 

Te lo dije antes,

voy a decírtelo otra vez,

así duela,

así cueste:

Te quiero,

y aunque no lo creas,

hay un cielo que atestigua,

un querer,

tierno y doloroso,

que llega hasta las estrellas.

 

M.L. 2017