Crear una cultura de confianza en la empresa

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Publicado el agosto 16, 2015 por

¡Cuántas veces decimos que la confianza es clave en el buen funcionamiento de las empresas! Porque reduce los costes de transacción (hay que montar menos controles y menos supervisión), porque es contagiosa (si los demás confían en mí me veo impulsado a confiar en los demás, el menos hasta que alguien traicione mi confianza), porque anima a todos a pensar más en los demás y menos en uno mismo…

Me dirá el lector que esa la función de compliance o cumplimiento en la empresa: un departamento o persona encargado de que todos cumplan la ley, que detecte laas violaciones contra las normas (incluido el código interno de buenas prácticas) y recoja las quejas. Bien, pero me parece que esa no es la confianza de que hablaba antes. El Chief Compliance Officer (CCO) crea confianza para la empresa y para los que la dirigen, pero no necesariamente para los empleados.

¡Cuántas veces vemos a nuestro alrededor cosas que no nos gustan, que no nos parecen correctas, nos encontramos con dilemas éticos… que el CCO no puede resolver, ni tampoco el directivo encargado de RSC! Sería bueno poder pedir consejo en estas situaciones. ¿Esto está mal, verdaderamente? ¿Por qué o por qué no? Y, más importante, ¿qué debo hacer yo? ¿Puedo negarme, y poner en peligro mi puesto de trabajo? ¿Puedo aceptarlo, aunque vaya contra mi conciencia? ¿Debo denunciarlo?

Me dirá el lector que esto se arregla con las denuncias. Pero me parece que esa no es la solución. Hay un problema de confidencialidad: a menudo uno no denuncia porque no sabe con quién está hablando, y porque teme que se sepa quién lo ha hecho y se tomen represalias, a veces por la empresa, opor los colegas, casi siempre disimuladas… Otras veces la denuncia la recibe una organización externa, que no conoce la cultura y la situación de la empresa, y que puede estar más interesada en elaborar un informe que en resolver un problema. Lo que se espera después de una denuncia es una investigación y una solución, pero muchas veces el problema del whistleblower, del que toca el silbato (ese es el término inglés) es más personal: le preocupa, desde luego, la mala acción del otro y sus repercusiones para la empresa, pero le preocupa más su actitud personal y las consecuencias para él.

Me parece muy bien que en las empresas haya un CCO; es necesario, lo reclama la ley y es una buena práctica. Pero no estaría de más que pensásemos de qué medios dispone una persona con un problema ético en la empresa. ¿Tiene a su alcance una persona neutral e independiente, a la que formular su consulta, de manera informal y confidencial?

A menudo tenemos acceso a esa persona: un amigo, un conocido de buen criterio, al que pedir consejo, porque sabemos que será leal, que nos dirá lo que piensa, que nos obligará a razonar desapasionadamente sobre el caso, que nos nos traicionará, que nos dará un buen consejo (si está en condiciones de darlo, claro), y que no nos quitará la libertad para hacerlo. En la religión católica esa es la figura del confesor, que conoce los criterios, es independiente, solo quiere nuestro bien, está lleno de humanidad y está obligado a no revelar lo que sabe. En términos más generales, es el consejero o director espiritual, aunque este está más orientado a orientar nuestra vida que a darnos un consejo aislado.

En Estados Unidos se está fomentando la figura del ombuds corporativo, que cumple esa función. No me atrae la idea de crear estructuras nuevas para algo que debería poder hacer cualquier persona con formación, virtudes, criterio y sentido de responsabilidad. En todo caso, lo importante no son las denuncias (que ya he dicho que pueden ser necesarias) ni los informes, sino el consejo personalizado, que tranquiliza la conciencia… o la intranqiliza, claro, si tiene que decirnos que debemos cambiar nuestra actitud y que debemos complicarnos la vida.

La ventaja de ese ombdus corporativo es que está al alcance de todos. El inconveniente es que quizás no todos tengan confianza en él, al menos al principio. Los primeros que tendrían que ir a ver a ese confesor o consejero espiritual laico deberían ser los directivos. Y para ello tendrían, probablemente, que preocuparse menos de lo formal (normas, reglamentos, denuncias, informes, procedimientos…) y más de lo informal (cultura, ética, responsabilidad social…).

Los Comentarios de la Cátedra son breves artículos que desarrollan, sin grandes pretensiones académicas, algún tema de interés y actualidad sobre Responsabilidad Social de las Empresas.

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5 thoughts on “Crear una cultura de confianza en la empresa

  1. A mi parecer la Confianza en la empresa es sinónimo de seguridad de saber que un colaborador realizará una determinada acción o conducta a futuro, es creer que es capaz de actuar de cierta manera ante una determina situación, si bien es cierto la confianza se gana con el tiempo, se puede reforzar o bien debilitar de acuerdo a las acciones del colaborador, esta conducta es imitable por los demás ya que le asignan mas responsabilidades a medida que se fortalece. Me parece apropiado que exista una persona en la empresa con amplios conocimientos en la que podamos confiar, que nos haga saber de los pro y contra ya que en algunas oportunidades titubeamos de los resultados que podamos obtener en nuestra toma de decisiones, dando soluciones acertadas a los problemas, sin generar mas problemas; todo esto en mejora de la empresa.

  2. Con el desarrollo de las organizaciones los investigadores pasaron a concentrar su atención en las oportunidades de escuchar y aprender en reuniones de grupo y así notar los problemas de comunicaciones entre los mismos. Se identifica la necesidad de elevar la confiabilidad a través del trato interpersonal, de los miembros de las empresas. Adquirir confianza y franqueza en sus relaciones humanas conlleva a la realización de objetivos y metas; lamentablemente en el ámbito de los negocios la confianza es un ideal difícil de alcanza; ya que, cada persona vela por su propio beneficio y obliga a los lideres de las organizaciones a tomar la decisión de brindarle confianza al colaborador a través de un confesor, persona que ayudara a resolver conflictos éticos y elevar e incentivar la confianza entre los individuos de los grupos en las empresas.
    La idea de implementar un confesor en todas las organizaciones propone una alternativa para aumentar la confiabilidad y mejorar así el clima laboral para el cumplimiento de metas y objetivos propuestos.
    Claro esta que llegar a confiar plenamente en una persona nos llevará tiempo en asimilar, pero es una iniciativa interesante que mejorara las relaciones interpersonales.

  3. Opino q toda empresa que maneje muy bien el tema de la confianza entre trabajores y lideres de la empresa , obtendrá mayor resultado en : productividad , entusiarmo , creatividad y seguido de ello un buen clima laboral . considero que la comunicación cumple un rol muy importante en una empresa , ya que por medio de ello daremos a conocer nuestros puntos de vista y así la empresa sera la beneficiada .

  4. Según el artículo en cada empresa se debe conocer los principios y las bases de las mismas. Un vez conociéndolas actuar debido a esos principios. Lo que ocurre es que se ve que en las empresas se habla de la confianza, del trabajo en equipo, pero en la realidad cada uno busca sus mejoras propias y no le importa lo demás, o trabajan por necesidad, no por pasión. Creo que para tener confianza en alguien no es solo tenerlo porque te habla bien, y eres lo mejor. Sino conocer quien te dice tus cosas sean buenas o malas. así como los resultados hablan si está bien la empresa y la confianza que brinda económicamente. De la misma manera si en alguien debemos confiar, es quien nos dice las cosas de frente, lo bueno y lo malo. Claro siempre con respeto y esas personas son más confiables que aquellos que te halagan por buscar su beneficio personal. Siempre que las cosas sean con respeto, y que esa confianza sea eso poder buscar apoyo, incluso para tomas de decisiones.

  5. Considero que la confianza en una empresa es muy importante para un mejor clima laboral, los colaboradores y directivos trabajarán a gusto; y ¡Sí! Debería haber en toda empresa una persona en quién confiar y sea consejero a la vez para buscar soluciones a las distintas situaciones que se puedan presentar.

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