[Visto: 443 veces]

He decidido enfrentar a mis náufragos,
al eterno itinerante en que me he convertido
y no he podido.

Cualquier diminuto triangulo de misterio es capaz de absorberme
en un eterno ir y venir sin bermudas o con ellas; y cualquier diminuto triangulo
tiene la inmensa facultad de esquivar saltando
cualquier chispa de destino
que haya podido quedar percudida en mi existencia.

El naufragio no es una desdicha sino un don,
una muestra de que el horizonte ha decidido jugar con la vida de uno
apuñalándola con sus olas
y abatiéndolo con el viento de su aliento
siempre tan dulce y salado a la vez,
siempre tan suyo y tan ajeno.

El mar es un Dios incomprensible, un Dios tenue
pero que aun se ve al ponerse el sol
cuando se regenera de nuevo la piel
cuando se componen de nuevo las entrañas.
Sigue leyendo

Trance

[Visto: 929 veces]

Veo la ciudad al salir como en un complejo trance en que nada encaja en su posición original; y está allí el temor de volver a solas a la calle que es siempre una y nunca la misma.

Siempre se trata de saltar a un habismo para sumergirse en lo profundo de él. Sales de tu centro a internarte de nuevo a lo desconocido e imprevisible.

Ay de ti, ay de mi, ay de la ciudad con el resto.

Salgo y pienso, que todos son como yo y me atengo a mis propios males que son peores que los de cualquiera; entonces vuelvo mounstruo al vértigo, salto esquemas, muevo calles.

Quiero llegar al punto en que se rompe el infinito y quebrar mi alma en él, atardecer en lo desconocido de otros mundos haciéndolos sentir tan mortales…

Es la noche sin una sola estrella.
¡Soy la mujer cabeza de fuego! Nada nace en mi ni mas alla de mi, el misterio es mi lujuria y la dicha compuesta de púas.

Caigo, salto ventanas, vuelvo al papel.

Veo la ciudad al salir como en un complejo trance en que nada encaja en su posición original; y está allí el temor de volver a solas a la calle que es siempre una y nunca… nunca es la misma.
Sigue leyendo

Tere

[Visto: 715 veces]

Mambrú se fue a la guerra, no se cuando vendrá;
do re mi, do re fa,
no se cuando vendrá.
Vendrá para la Pascua…
vendrá para la pascua o para navidad,
do re mi, do re fa;
o para navidad.

Todavía se, mamá Tere, que a mambrú lo llevan a enterrar.

Imagina que no mamá Tere, imagina que vuelve, dime que mambrú vuelve
y quédate conmigo a esperarlo;
pasa conmigo una navidad mas,
mírame crecer.

Mi infancia la has compuesto también tú con tus canciones,
la has dibujado en acuarela más bella de lo que yo podría imaginar.

Quédate conmigo a esperar a mambrú
con el tesón con que yo me aferro a tu recuerdo;
quédate conmigo para cantar a la luna
o esperar gorriones tras la lluvia.

Quédate a inventar frases tremendamente cursis
o a cocinar y reír como solo tú
sabes hacerlo.

Imagina que no mamá Tere,
imagina que Mambrú vuelve, dime que vuelve.
y quédate conmigo a esperarlo.

Sigue leyendo

De vuelta el mar.

[Visto: 591 veces]

Me he parado en una plática
como la de los difíciles días juntos,
una en que hablemos de la absurda y abrumadora niebla,
de la composición del tiempo;
¿O era acaso del mar? ¿Hablábamos del mar?

Solo devolvíamos pensamientos desfigurados a lo eterno;
no éramos nada,
nunca fuimos nada y así estaba bien…

El mar hacia el resto,
volvía a sí mismo a cada instante
y nos veía como solo se ve a dos tontos que provocan risa.

Pero el agua, la plática, el tiempo,
las palabras… las de siempre;
y de vuelta el mar.
Sigue leyendo