Verte es pensar que no te tengo
sabiendo que te tengo,
es creer que las fuerzas que me rigen
me dirigen a ti;
que mi cuerpo no se mueve
si no es aspirando tu compañía.
Todos mis músculos buscan alcanzarte
y todos mis sentidos te figuran aun dentro mío.
Es entonces cuando se hace imposible no verte
como un fondo en todo panorama.
Se hace imposible no huir de la vida hacia ti,
hacia tu infinita fantasía.
Verte es pensar que no te tengo
sabiendo que te tengo;
es saber que aún a tu lado
mi todo se esmera por ser parte tuya,
aún corre mi todo hacia ti,
como si no supusiera cierto que estás aquí,
como si la cercanía fuera un truco a los sentidos.
Entonces desde mi vientre
se envían señales que me fuerzan a ser parte tuya.
Y es cuando me asimilo a ti que mi huida termina,
las fuerzas se calman y empujan todas hacia un mismo núcleo
tu centro.
Es entonces que dejo de ver
porque verte es pensar que no te tengo
sabiendo que te tengo.
Es en tu centro que los sentidos se anestesian
y dejan de ser sujetos de trucos y trampas.
Es en tu centro que soy yo
y soy tú por el simple hecho
de ser yo.